viernes, diciembre 29, 2006

Quiero

Estalla, rompe, grita, rasga.
Golpea, engulle, desencadena,
pero haz algo.

Cuando las moscas empiezan a zumbar
el sonido del silencio roto
se deshace en ondas.

Esta no soy yo, soy tú.
Esta no es mi noche
ni de nadie,
ni tan siquiera es.

Quiero beber miel y absenta,
embriagar mis sentidos.
Rasgarme la camisa
como en una boda gitana,
y no dejar de girar
hasta perder el norte
y la jodida estabilidad.

Que alguien me diga qué me hace
no salir volando como si fuera humo
y perderme, disuelta, en esta gran ciudad.

Que alguien me diga porqué,
de nuevo, sujeto el alma
el corazón
y el deseo.


PD(también quería subir una imagen, pero esta dichosa versión del beta no hace más que darme problemas, imaginaré las flores rojas que pretendía mostrar)

jueves, diciembre 28, 2006

En casa por Navidad...

Al final he decidido quedarme en Madrid, supongo que los excesos del último mes han podido conmigo, y creo que voy a pasar de los viajes para celebrar tranquila el final de un año intenso.
Estos días tampoco prometen ser ni mucho menos apacibles, pero por lo menos no irán acompañados de una panzada de kilómetros. Si de comidas, cafés, cañas...pero hasta ellas puedo llegar en metro...hoy unos enanitos de no más de 4 años cantaban los peces en el río a voz en grito, y el vagón entero se descojonaba bajito...
Como andamos desperdigaos por la geografía nacional, este año los Reyes han venido por adelantado cuando han comprobado que nos pillaban a todos en el mismo sitio, y supongo que no he sido demasiado mala porque se han portado más que bien conmigo.
Voy a ver si consigo hacerme una composición de lugar y logro llegar sin demasiado esfuerzo a todas las cosas que quiero hacer...patinaje mañana, comida con amigos el sábado, pre-uvas en la Puerta del Sol y consiguiente (s) copa (s), preparación de cena de Nochevieja...¿salida nocturna?...dormir el lunes, seguir saliendo de cañas, trabajar el martes (imagino que más cañas, cafés y similares)...concierto el jueves....trabajando el viernes...estooo, aunque imagino que todos por estas fechas andamos igual, creo que voy a cerrar la agenda y dejarme llevar por lo que dicte el día a día...es como cuando el Barrendero de Momo le dice que para barrer las calles grandes, es mejor no mirar hacia el final, ir poquito a poco, y así sin darte cuenta, ya has barrido la calle entera...la diferencia es que esto no es un trabajo...es un placer...agotador...y aunque me cueste reconocerlo, antes las resacas duraban una tarde...ahora duran hasta tarde...

martes, diciembre 26, 2006

Conversaciones conmigo...

Que mentiras más grandes te cuenta la vida...

Da igual, yo también se soltar embustes…
y no se me da nada mal, soy un ser imaginativo.

¿Y si al final no te mienten, y tu acabas creyendo
que todo lo que sale por su boca es falso?

Haberlo pensado antes de mentir…

¿Yo?

Tu, y todos. Esto es como Pedro y el lobo…
Apechuga guapa, que lo de soñar es solo eso,
el resto es con los ojitos abiertos y la boquita cerrada…

viernes, diciembre 15, 2006

y además una estrella....


You are The Star


Hope, expectation, Bright promises.


The Star is one of the great cards of faith, dreams realised


The Star is a card that looks to the future. It does not predict any immediate or powerful change, but it does predict hope and healing. This card suggests clarity of vision, spiritual insight. And, most importantly, that unexpected help will be coming, with water to quench your thirst, with a guiding light to the future. They might say you're a dreamer, but you're not the only one.


What Tarot Card are You?
Take the Test to Find Out.

Como se aprecia estoy falta de tiempo...pero no para robar test tontos y plasmarlos aqui...resulta que también soy algo así como "futurible"...y hace siglos según el horóscopo maya era algo así como "El mono divino"...niña roja...he vuelto a engancharme a la superficialidad y la incoherencia de las Brujas Lolas de este mundo...y que coño, me encanta, porque según todas soy la bomba en verso...y aunque ellas crean que me engañan, soy yo quien miente.

Besos con espumillón y muérdago...voy a ver si encuentro alguna felicitación en el buzon de mi portal.

martes, diciembre 12, 2006

Soy el padre de la creacion...










Amon-Ra
Very generous, fruitful, people feel reassured around you, and willing to give their best.
Colors: male: yellow, female: orange
Compatible Signs:
The Nile, Horus
Dates:
Jan 8 - Jan 21, Feb 1 - Feb 11
Role: A god of the creation of the earth; the patron god of Thebes; and the king of all the gods of Egypt

Appearance:
Form of a man, wearing crown with the sun disc and double feather plumes. Sometimes shown with blue skin.
Sacred animals:
ram, goose



What is Your Egyptian Zodiac Sign?
Designed by CyberWarl

Soy la hermana de naranjito...y encima se me representa como si fuera un pitufo...no si, ya sabía yo que era Ra-ra pero....¿el padre de todo lo que corre por esta tierra?...amos queeeee...pa correr estoy yo...que no, que con el tute de curro y fiesta que llevo en el cuerpo, no llego al año que viene...que gracias a la madre que me parió y al padre que me lo dió...que si no me hacen grandota y resistente (parezco un land rover...o una olla exprés, según...) con 10 horas de sueño en todo el fin de semana y una media de 12 horas de curro diarias en lo que va de mes...


Navidaaaa, Navidaaaaaa, no llego a Navidaaaaaa...

Pastillas para no soñar (III)

El sol entraba tímidamente por las rendijas de la persiana y dibujaba pequeños círculos dorados sobre el cuerpo de María.
Le dolía terriblemente la cabeza y la boca le sabía a bilis, trató de tragar saliva, su garganta estaba seca...pero el sabor amargo que le quedaba en los labios no se debía al alcohol de garrafa que había tomado ni al vómito que le provocó. Era el sabor amargo de la vergüenza, recordaba perfectamente cada uno de los minutos que habían pasado desde que su cuerpo dejó de responderle en medio de la pista hasta que vio cerrarse la puerta de su cuarto tras Lucas.

Tratando de controlar esa sensación y el miedo a la expresión de él al entrar en el salón se levantó, fue al baño, se lavó los dientes y la cara. Se cepilló el pelo y se puso sus viejos vaqueros.

¿Lucas?....el silencio le devolvió sus palabras, no había nadie. Suspiró aliviada y un poco decepcionada...le hubiera gustado poder darle las gracias por cuidarla, aunque hubiera sido tan solo esa noche.

Fijó su mirada en la nevera. Había una nota. “SOLO TIENES QUE CALENTARLO”
Abrió la puerta y dentro había un vaso de cartón con café para llevar de la cafetería de la esquina, junto a él otra nota, “PARA DESPERTAR CON BUEN SABOR DE BOCA. BUSCA EN EL HORNO”

Sacó el café, lo volcó en una taza y lo metió en el microondas, mientras giraba iluminado dentro del aparato parecía zumbar como una abeja, zzzzz....igual que los pensamientos lo hacían en la su cabeza.

Abrió el horno, un par de tuppers de plástico con comida precocinada y otra nota “REMÍTASE A LA PRIMERA NOTA. FIRMADO: UN DESCONOCIDO”

María no podía dejar de sonreír, su dolor de cabeza había desaparecido, no así el zumbido de su cabeza, que ahora se veía enturbiado por las emociones encontradas que se arremolinaban subiendo desde la boca de su estómago.

“Basta, se terminó. El lunes tomaré un café con él y le daré las gracias educadamente, y eso será todo.” Casi de forma automática las abejas parecieron huir por la ventana, su cabeza volvió a tomar los mandos y se relajó en el sofá con su café. No tenía hambre, la comida se quedó esperando paciente hasta la cena...

Abrió la puerta de la sala de juntas, de nuevo reunión de equipos, de nuevo poner puntos sobre las íes, de nuevo ver a Lucas en el lugar en que correspondía.
Se repite la escena de cada último lunes de mes, es la primera, los compañeros van llegando uno a uno, dan los buenos días y toman asiento.

Lucas, saluda cordialmente a todo el mundo y la mira, ella inclina la cabeza ligeramente en señal de reconocimiento. Va directo hacia ella, hacia el sitio que lleva ocupando desde que comenzó a trabajar allí, junto al suyo.

María abre la boca para hablar con él, pensando en decirle, con su tono “laboral”, que quiere hablar con él un momento después de la reunión....pero no le da tiempo...Lucas hace un casi imperceptible movimiento de negación con la cabeza...”ahora no, no es necesario” parece decirle.

María desvía la mirada y comienza con el orden del día.

domingo, diciembre 10, 2006

La sonrisa de la Mona Lisa


Cuando llegué al aeropuerto a las 7 de la mañana ya estaba esperándome en la puerta, fumando un cigarrillo. Parecía tan nervioso y emocionado como yo.
Fumamos otro Chester juntos en la puerta de la terminal del aeropuerto y nos lanzamos hacia la aventura. París nos esperaba.

Hacía tan solo una semana aquello parecía imposible, sonó mi teléfono y la propuesta quedó suspendida en el aire, nada seguro, difícil de lograr en tiempo y forma, un viaje a la Ciudad de la Luz, una persona con la que ya no esperaba hacía tiempo poder hacer mucho más que tomar alguna caña. Cuatro meses sin vernos, cuatro años de conocernos, y de repente, estábamos sentados uno junto al otro camino de un sueño, algo pospuesto por falta de tiempo, de dinero, de ocasión o de compañía. Un viaje que había planificado en cuatro ocasiones en mi vida, y que por cualquier causa había sido imposible realizar. 13 años de imprevistos, 13 años esperando poder volver a ver París a mis pies.

Tres días recorriendo lugares hermosos, no importaba la lluvia, ni el viento, ni los cientos de paraguas rotos que había por las aceras, estábamos allí y eso era lo único que contaba. Despertarse en una pequeña buhardilla junto a los Campos Elíseos, abrir los ojos y saber que estábamos en el corazón de la ciudad.

Desayunar café caliente y brioche, o cualquier cosa que se nos antojase, arrebujarte en el abrigo y no poder dejar de sonreír, comer en un pequeño restaurante viendo Notre Dame desde la ventana, bebiendo vino y riendo las bromas del camarero italiano.

Ahora sé por qué sonríe la Gioconda, no lo hace por misterio, aguanta la risa de ver a todas las personas que, al igual que nosotros dos, van a visitarla con la ilusión pintada en la cara, esa cara de tonto que se te pone cuando no sabes si sueñas o vives. O tal vez también lo haga al vernos sentados en un banco del museo con los ojos llenos de todo lo que nos ha pasado en tan poco tiempo.

Y ahora mismo Steven Tyler canta Dream On para mi...

domingo, diciembre 03, 2006

Run rabbit run

Esta mañana salíamos de casa las dos marías mayores y la recién llegada, en busca del padre de las criaturas y la maría de los rizos, que cumplirá dos años en plazo breve.
Venía pensando si estabamos en pleno diciembre o si por el contrario en lugar de un autobús me había subido a una máquina del tiempo y había regresado a la primavera...joé que caló.

Encontramos a padre e hija, pasándoselo bomba...en una hormigonera...un camión hormigonera lleno de lucecitas y tamaño micromachine...que hacía tirutituriiii, chinchin, poooom...iuiuiuiuuuuuuuuuuuuuiiiiiiiiiiii...y la yo, con los ojos como platos. No daba crédito ¿una hormigonera? Joé, pues ya que nos ponemos en plan clase obrera, pues no sé, un bulldozer, que mola más ¿no?

En fins, que la cursi que soy, después de pasárselo como los indios también con la hormigonera, se dedicó a sacar fotos a las hermosas florecillas del paseo y a espantar arañas del vestido de la Gorda, que todavía no entiende que su pasión por las hojas y los palos conlleva ciertos riesgos...

Todavía me cuesta creer que de aquí al miércoles vaya a realizar un sueño que he estado aplazando desde los 16, lo siento, pero hasta que no pase, no lo creeré....estoy tan emocionada que podría...contarlo...nop, no puedo, que se jode, que ya sé que las supersticiones no son buenas, pero cada vez que he adelantado algo en estas páginas, al final se me ha jodido...
Y mientras mi Gorda, tras romper algo que no debía, sale corriendo, y pone su mejor sonrisa de "que mona soy ¿verdad?" para que no la regañe...y yo pienso en un título documental "run rabbit run..." que ya te pillaré...pero claro, es una niña...no piensa que pueda tener que aprender a ser responsable de lo que rompe algún día...

miércoles, noviembre 29, 2006

Zafarrancho!!!

Me he sentado dos minutos a fumarme un cigarrillo y a escribir esto, mientras la música suave suena tratando de apaciguarme...a mi y a la última pelusa que resiste bajo el cubre radiador del baño...
Mi madre vuelve el jueves, y obviamente todo tiene que estar limpio y ordenado, para que el lunes ella pueda volver a limpiar de nuevo...sin haberme echado un sermón.

Teniendo en cuenta que la casa no es grande, aún hoy sigo sin resolver los misterios que llevan a una mujer a llenar su casa de cajitas, fotos, tazas antiguas, una colección de perfumes en miniatura y todo aquello que sea “ponible” sobre una superficie lisa...y el caso es que queda bonito si todo está colocado con gusto (he de apuntar que todo el mundo le pide consejo a la hora de “poner” una casa).

Y es un enigma que siempre se me ha escapado, desde el primer día en que me tocó hacer zafarrancho de limpieza allá por el cretácico en una casa que era el triple de la que ahora habito. No quiero recordar la de “pongos” que llegué a retirar a lo largo de mis 5 años de convivencia fraternal y sin vigilancia paterna.
Me saca de quicio, no lo puedo evitar, tener que quitar 500 cosas para pasar un trapo...amén de tener que pasárselo también a cada dichosa miniatura y luego volver a colocarla con gusto...que eso también hay que saberlo...Eso si que entrena la memoria y no el chisme ese que se han sacado los de Nintendo de la manga...Amparo guapa, vente a limpiar a casa de mis padres y verás como se agiliza tu mente a base de miradas reprobadoras y “¡que limpito está todo!” mientas disimuladamente mira las esquinas por si alguna pelotilla delatora se ha escapado de tu mocho....
La verdad es que no entiendo como ha podido hacerlo todo ella solita durante tantos años, pero lo que realmente se me escapa, es como no se ha dado cuenta de que quitando la mitad (solo la mitad, no es mucho pedir) de todo lo que adorna su dulce hogar, seguramente su espalda, sus pulmones y su paciencia hubieran sufrido un desgaste millones de veces menor...no sé, supongo que es un misterio como los de Iker Jiménez...
Creo que solo explica el porqué adoro los espacios simples y diáfanos...

Bueno, voy a seguir batallando, no sea que en una de estas la pelusa rebelde encuentre un peluso de la resistencia y me monten una batalla campal en medio del baño...si no he vuelto a escribir en un periodo prudencial, llamen por favor a protección civil...probablemente esté siendo interrogada y torturada por un “pelotón” de ácaros...

lunes, noviembre 27, 2006

Más curioso todavía...


La vida es bellaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…tarariiii tarariiiii

Más curioso es todavía que cuando menos te esperas un milagro ocurreeeee…así que vamos a cuidarlo, y a mimarlo y a vivirlooooo....naniano nanooooo

Mh, mh, aha, mh, mh, aha....me chiva mi ángel de la guarda que los deseos no se cuentan porque si no...no se cumplen. Así que voy a estar calladita, y cuando ocurra lo vocearé a los cuatro vientos.

Que cosas, que cosas pasan, y que bonito tó de tó. Ná, que parece que el 2006 se empeña en seguir regalándome cosas aunque me queje...que me quejo de más...que ya lo sé...que al paso que voy me va a tocar el gordo y no voy a tener ná de que quejarme....que bieeeeen.

Y ná, que este año he tenido vacaciones, aventuras, desventuras, sobrina nueva, amigos nuevos y a todo lo bueno que ya tenía sigue ahí., y que dure joder, que dure. Cruzaré los deditos, cerraré los ojos y que la vida me ponga lo que quiera delante, un caramelo o un bache...tengo dientes suficientes para morder ambas cosas.

viernes, noviembre 24, 2006

Es curioso...

Es curioso ver que algo que al principio parecía que iba a detenerte en el tiempo al final lo que hace es empujarte a avanzar.
Es curioso saber, que puedes sentir algo hermoso, eso es un regalo, un regalo que se hace uno a sí mismo, o que te hace la vida. Y es bueno saber que tienes el valor suficiente para apreciarlo y aceptarlo.
Es curioso como a lo largo de mi vida me he topado con gente estupenda, toda, no exagero, todas esas personas, me hicieran felíz o no tanto, me han enseñado a apreciar lo que tengo, y verlo todo como un milagro.
Es curioso saber, que hay gente que cree que los milagros ocurren todos los días. Solía estar de acuerdo, y puede que aún lo esté, pero en esta vida existen muchos matices…y los milagros, como los regalos, cuando ocurren y te dejan algo, hay que cuidarlos. Porque las cosas hermosas, aunque sean fuertes, se deterioran con el tiempo y las inclemencias del clima. Y puede que los milagros ocurran todos los días si, pero el mismo milagro no suele repetirse jamás. Un jarrón puede caer al suelo y romperse, y puedes pegarlo, pero nunca lucirá tan hermoso como el día que llegó a ti, salvo que lo cuides o lo mejores con nuevos dibujos.
Es curioso como a medida que crezco encuentro más gente a la que le encantan los regalos, por el disfrute de la sorpresa, y que no los valoran más allá del momento de recibirlos, como si cada día, cualquier desconocido, fuera a entregarles algo valioso sin más.
Es curioso, porque si eso fuera cierto, tal vez el mundo iría por otro camino, si tal generosidad fuese algo diario, no existiría el hambre, ni la pobreza…
Es curioso que habiendo tanto egoísmo en el mundo, haya personas todavía que sigan pensando que los regalos les lloverán a todas horas.

lunes, noviembre 20, 2006

Pastillas para no soñar (II)

María terminó de maquillarse y observó el resultado en el espejo. Nada mal, para un sábado informal por la noche. La primavera había llegado a la ciudad y los sábados en el parque habían dorado ligeramente la piel de su rostro y su escote. Apenas necesitaba disfrazar las pequeñas arrugas que enmarcaban la comisura de sus labios.
Su abuela decía que aquello era síntoma de felicidad, quien ha sonreído mucho las tiene, solía contarle. Nunca las escondas niña, ellas te harán más bonita que cualquier vestido.
Si pudieras verme abuela, te quejarías de que no fuesen más profundas.

Giró frente a su imagen para verse de cuerpo entero, vaqueros ajustados, sandalias planas y cómodas y camisa de gasa negra sobre una camiseta ajustada de tirantes. El pelo recién cortado caía suelto sobre sus hombros, como con un despeinado casual, que le daba cierto aire de inocencia. Inocencia postiza.

Después de cenar, con Isabel y el “amor de su vida” del mes, se fueron al local donde María se sentía anónima y libre para hacer su voluntad. Era su noche promiscua. Los tres pidieron sus copas y se lanzaron a la pista. A María le gustaba Santi, el amigo de Isabel, se prestaba a los bailes de seducción que atraían las miradas sobre ella, sabía que su “amiga” no tenía problemas al respecto, probablemente era la única cosa que tenía clara de María, jamás le levantaría un “amor de su vida”. Ni siquiera el amor de su noche.

Lucas la observaba desde la parte de arriba del local. No podía creer que aquella fuera María. Su María. Bailaba enredada a un chico guapo que no dejaba de sonreír y acompañar los movimientos de su cuerpo como si estuvieran pegados con cola. Pedro a su lado estaba también hipnotizado, voy a bajar, dijo, tengo que verlo más de cerca. Lucas lo siguió.

Volvía de pedir su segunda copa cuando una náusea la hizo tambalearse en la pista. Santi la sujetó, entre su chica y él la sacaron del bar. María vomitó casi al poner el pie en la puerta. Discutían sobre acompañarla o meterla en un taxi cuando se recuperase un poco…María solo alcanzaba a decir lo siento, lo siento…

Cuando pararon el taxi, María todavía se tambaleaba, y cuando estaban dándole la dirección al taxista, Lucas se metió en el taxi. ¡Eh tío!...yo la acompaño…¿Quién coño eres?....Lucas…musitó María.

Cogió las llaves de su bolso y abrió la puerta como pudo, mientras sujetaba el peso muerto de aquel cuerpo entre la puerta y el suyo propio. Aquella proximidad lo trastornaba.

Lo siento…lo siento…perdona, lo siento…era lo único que se oía en el apartamento. La llevó hasta el baño y casi instantáneamente María se abalanzó contra el inodoro…Lucas le sujetó el pelo y acariciaba su espalda tratando de aliviar de alguna forma los espasmos que el vómito provocaba. Shhh…tranquila, ya está…ya está…

Le lavó la cara con mimo y la llevó hasta la cama, María no podía controlar su cuerpo, era un saco inerte en sus manos…encontró una camiseta de Springsteen bajo la almohada. La desnudó, se la puso y se dirigió hacia el sofá del salón. Mientras cerraba la puerta del cuarto la escuchó susurrar…Lo siento Lucas, lo siento…siento que no seas un desconocido…

viernes, noviembre 17, 2006

Demasiado independiente


Hace unos días alguien dejó un comentario en mi página que lleva dándome vueltas a la cabeza desde entonces.
Respecto a los motivos del personaje del capítulo anterior para llevar la vida que llevaba, hay uno en el que estoy totalmente de acuerdo, es muy probable que María tenga un miedo atroz a volver a enamorarse, aunque hasta poco antes del momento del relato parece que a pesar de él se atrevió en contadas ocasiones a entregar su corazón.

El segundo motivo era, que tal vez María fuese demasiado independiente…¿se puede ser demasiado independiente?...no lo sé, supongo que porque todos ponemos algo de nosotros en nuestras historias me he sentido identificada con esta expresión.

Supongo que me considero una persona “demasiado independiente”, a pesar de muchas de las opiniones de la gente que conozco. Tal vez, el término dependencia o necesidad signifique algo diferente para cada uno, como tantos otros. El caso es que yo siempre he pensado que no quiero que, salvo en el ámbito profesional, nadie me necesite, por lo menos no como una base para mis relaciones.

He conocido a mucha gente que “me ha necesitado”, y allí estaba yo, y entonces todo era estupendo, me querían, contaban conmigo y estaban si en algún momento yo pedía ayuda para algo. Pero cuando esa necesidad se extinguía en ellos también se extinguía ese cariño, ese contar conmigo, yo pasaba a ser algo secundario, prescindible en sus vidas, invisible incluso. Y no lo entendía, y dolía. Mucho.

Es más que probable que el tiempo y la experiencia han hecho que hoy por hoy piense de esta manera. Sé que necesito a muchas personas, y para mí, cada una de ellas es única e insustituible, hay determinadas cosas que sólo puedo compartir con cada una, y eso hace que para mi sean necesarias, imprescindibles. La diferencia en este caso, es que las necesito si, pero las necesito porque las quiero, no las quiero porque las necesito. Y creo que en este caso el orden de los factores, altera totalmente el producto.

Si el hecho de querer que la gente me necesite porque me quiere y no al contrario, y de no ser así prefiero una relación cordial sin implicaciones, me convierte en una persona “demasiado independiente”, es algo en lo que, no sé si por suerte o por desgracia, la vida todavía a día de hoy me sigue dándo motivos para reafirmarme, a pesar de que sé que hay personas que me quieren porque me necesitan. A pesar de que yo las quiera aún sabiendo que no es de la misma manera y que más tarde o más temprano me dejarán a un lado del camino. A pesar de todo ello, sé que seguiré queriéndolas, simplemente porque yo no las necesito hasta que las quiero, y una vez mi necesidad termina, mi amor continúa con ellas, aunque no lo sepan, aunque para no dolerme tenga que echarme yo misma a un lado de la vida.

martes, noviembre 14, 2006

Pastillas para no soñar


Diciembre de 2010…relato.

Entró en el despacho con su traje sastre y sus zapatos de tacón. Llevaba el pelo recogido en la nuca, en un severo moño, como una bibliotecaria. Era alta, esbelta, aunque su cuerpo dejaba entrever una voluptuosidad que su sobria forma de vestir no lograba ocultar del todo.

La mesa de reuniones estaba pulcra y ordenada, todo estaba dispuesto para la cita semanal de departamentos, y era la primera en llegar.

Poco a poco los compañeros de los distintos despachos fueron llegando y dándole los buenos días de modo educado y distante. Sabía que contaba con su respeto, pero no con sus simpatías. Sabía que la llamaban el Cubito, y no precisamente porque les sugiriese una playa de arena para hacer castillos. Era para ellos un ser de hielo, una máquina imparcial, que lo mismo repartía ascensos que despidos. Felicitaciones o broncas con la misma expresión y sin alterar su tono de voz.

Y también se sabía deseada, por inalcanzable. Había oído cientos de veces los comentarios de los chicos de marketing en el baño mixto, cuando en algún momento habían olvidado mirar bajo las puertas, aunque probablemente tampoco les hubiera importado verla salir tras aquellas charlas, para ellos no era un ser de carne y hueso.

Rió para sí, al recordar como incluso dudaban que en algún momento de su vida hubiera perdido su virginidad, nadie la había visto fuera del trabajo nunca. No recibía llamadas personales ni visitas a la salida del despacho. Nadie. Nunca.

Lucas, el jefe de personal, entró disculpándose, era el último y se sentó en el único sitio que quedaba libre, junto a ella. La miró con una mezcla de miedo y curiosidad, llevaba a penas un mes en la empresa y había oído de todo acerca de aquella mujer estricta y, para él hermosa. Sus mejillas se encendieron ligeramente.
La reunión empezó con un rapapolvo para los chicos de administración, siguió con una propuesta de ampliación en I+D y se fijó una fecha para el próximo acto benéfico que se patrocinaría desde la entidad.

María llegó a casa y cerró la puerta, bajó de sus altos tacones y fue a desnudarse, buscando sus viejos vaqueros de la universidad y su camisola hippie. Al quitarse las medias sintió el frío del suelo del baño y la reconfortó. Descalza recorrió el pasillo hasta la cocina y sacó del frigorífico un plato con ensalada de pasta fría y una manzana.

Mientras veía una insípida serie americana, uno de los actores le recordó a Lucas, que unas horas antes se había ofrecido a llevarla a casa, vivía cerca de la suya y le quedaba de paso…había alegado en su defensa…porque aquello más que una petición había sido un atrevimiento inconsciente, o eso era lo que reflejaban los colores de sus mejillas. Ella declinó la invitación amablemente. Tenía que hacer un recado y tomaría el autobús. Muchas gracias, muy amable.
Le gustaba aquel hombre, sencillo, inteligente, atractivo. Ella lo había elegido entre 50 candidatos, a pesar de la oposición de sus colegas, no tiene experiencia, decían, no está preparado. Ella sabía que lo estaba, solo necesitaba una oportunidad.
Recordaba su cara el día en que le comunicó que el puesto era suyo. Ilusión, era la única palabra que podría describirlo, y miedo ante la responsabilidad que se le venía encima.

La verdad es que lo envidiaba, hacía tiempo que ella había perdido ambas cosas. Había eliminado aquellas emociones de su vida. En todos sus ámbitos, o por lo menos, no dejaba traspasar esas emociones más allá de su cabeza. Las racionalizaba, las asimilaba y seguía adelante.
Aquella tarde, un hombre que le gustaba le había pedido unos minutos de su tiempo y ella se los había negado. A él y a sí misma. Era la única forma de seguir adelante con su vida, de salvaguardar el único pedacito de corazón que le quedaba, guardado bajo un muro de educada frialdad y cinismo. El resto se lo habían ido repartiendo aquellos a quien lo había entregado tiempo atrás, y lo habían dejado secar en una esquina de cualquier cuarto antes de mudarse a otra vida más interesante.

Soy una cobarde, pensó para sí. Luego su cerebro tomó las riendas y le dio la razón, oh si, lo eres, pero estás viva y cuerda. Tienes una vida segura que te has ganado tú sola y sexo sin compromiso cada vez que lo quieres, con un cuerpo como el tuyo… cualquier noche…cualquier desconocido. Y eso está bien. Es una buena alternativa para alguien como tú. Alguien que tras entregarlo todo sin pedir nada a cambio, obtuvo exactamente lo que había pedido. Y sonrió. Pobre Lucas, ojalá fueses un desconocido.
No me quieras, no me busques, no me desees más allá de una noche, haré contigo lo que la vida y yo misma he hecho conmigo.

Cerró los ojos y se durmió. Y soñó, con Lucas y su cuerpo, no eres mala, le repetía una y otra vez, no lo eres, no, tú no, no te vayas. Despertó sobresaltada y buscó en el cajón de la mesilla, “pastillas para dormir”. Pastillas para no soñar.


Si a alguien se le ocurre inventar una continuación para María, adelante, no tiene más que decirlo. Lo empecé hace unos meses y se me resiste.

lunes, noviembre 13, 2006

Mi tocaya

Bienvenida tocayita. Desde el sábado pasado soy retía y arrastro tanta falta de sueño que ni dormir puedo. Pero ya estás aqui. Nos ha tocado el gordo otra vez.
Que más da que no duerma, que tengamos que meternos panzadas de kilometros, después de todo, es lo menos que se hace por la gente que uno quiere ¿no?.
Joder, no hace nada que estás aqui, no hace nada que os vi y ya os estoy echando de menos.
Millonaria, soy millonaria, y estoy hecha un trapo, un trapo con una sonrisa de oreja a oreja.

viernes, noviembre 10, 2006

Desvaríos varios


Sigo buscando en el baúl de los recuerdos y encuentro un escrito que utilizaba para entretenerme a mí misma y practicar mecanografía allá por mis 18 años….puede que fueran 20, no lleva fecha, así que no estoy segura, paso a transcribirlo, mayormente porque esta tarde en que he rechazado varias citas por retorcerme cual lagartija por dolores ováricos necesito distraerme. Puesto que el “endrogamiento” que llevo en el cuerpo no parece suficiente para hacerme olvidar el dolor que me corroe. Es un texto largo, pero esta es mi casa y enrollo mis persianas como me sale de los mismísimos.

El texto es el que sigue:

“Esto no es otra cosa sino unas meras prácticas de mecanografía para ir cogiendo velocidad con este chisme.
Pero aún así, podría escribir algo coherente, como que los elefantes tienen una gran memoria, para lo que quieren claro está, porque cuando se trata de ver a quien le toca hacer la guardia por la noche por si apareciese algún cazador o león (cosa bastante improbable, no son los reyes de la selva como se dice, y los elefantes no se dejan arrebatar los títulos nobiliarios así como así), parece que nadie recuerda quien hizo la guardia el día anterior, “uséase”, que tienen memoria selectiva como todo hijo de vecino.
Pero finalmente siempre se ponen de acuerdo, le toca al que tenga menos ojeras de la manada, cosa natural, puesto que se supone que las ojeras salen cuando uno uno duerme, y lógicamente será porque no ha hecho guardia desde hace tiempo, son unos bichos muy listos, ya se sabe, la madre Naturaleza no suele equivocarse con sus criaturas.
O por lo menos no con casi todas, hay una excepción, el hombre, o mejor dicho, para que no se me tache de machista o discriminatoria, la humanidad. ¿Por qué narices estamos aquí? ¿Qué milagrosa decisión tomó aquella noche la sabia Naturaleza para dejarnos sobre la faz de la tierra? ¿Estaría celebrando su creación y se agarró tal pedal que dotó (supuestamente) de una mente privilegiada al único animal que por sus dotes físicas estaba destinado a ser el buffet libre de los grandes carnívoros?

Misterios de la Naturaleza, un error que tal ve pague con la destrucción de un planeta azul que rebosa vida, hasta que el “ser racional” decida que es demasiado bello, inteligente, superior y egoísta como para compartir “su” planeta con el resto de los mortales.

Después de haber despotricado a gusto contra el homo sapiens, especie a la que parece ser pertenezco, aunque lo que se dice sapiens, sapiens no me considero, no es que sepa mucho, mi corta experiencia como ser vivo, mi poco rodaje en estos tiempos que corren (si no vuelan), voy a perder un poco más el juicio, y a perder de paso el hilo de lo que estaba diciendo. ¿Qué se supone que estaba tratando de explicar?
¡Ah! Sapiens, eso, pues lo dicho, que yo no es que sea muy sapiens que digamos, pero los hay que lo afirman de forma rotunda y, personalmente creo que no deberían ser tan categóricos en sus afirmaciones, no sin antes haberse mirado al espejo y reconocerse en él de forma absoluta, pues ya se sabe que, el que dice todo aquello que piensa no suel pensar demasiado en lo que dice.

Y esto es lo que quería decir, o por lo menos lo que me ha salido, puede que yo tampoco haya dicho exactamente lo que había pensado.

Por otro lado, podríamos hablar de la sexualidad del berberecho salvaje en cautividad, que si en su estado natural suele ser más bien escasa, pueden ustedes imaginarse lo que es que te coarten y te vigilen las únicas tres veces al año en que puede mantener algo más que una agradable conversación entre burbujas con la hermosa berberecha que tienes a tu lado, roca con roca, tu vecina de al lado como quien dice. Y como digo hermosa berberecha digo berberecho de rompe y rasga que se pasa un año a tu vera luciendo concha y tu esperando la época de celo, porque como es bien conocido por todos, el gran respeto que los berberechos (tanto salvajes como civilizados y comedidos) tienen por sus costumbres y tradiciones es muy grande, algo de tal vez lleguen a arrepentirse algún día, puesto que también es bien sabido que la represión de los impulsos naturales puede llevar a grandes desequilibrios psicológicos. Ese fue el caso de un conocido berberecho, muy bien situado en su comunidad, tan respetuoso de las tradiciones como el que más, al que se le vino a vivir una prima lejana que se había quedado huérfana después de una mariscada clandestina en las rías bajas. El caso es que la berberecha en cuestión era bastante voluptuosa y lozana, con una hermosa concha irisada que ella lucía con frescura por todo el bloque de edificios (los berberechos viven en una especie de urbanizaciones, todos juntitos y apiñados, comprenderán por qué ese estricto control natal, y moral, si no fuese así…¿de dónde creen que viene la famosa frase “cualquier hijo de vecino”?) y claro, nuestro angustiado berberecho se comía la concha (la propia) cada vez que algún otro se le acercaba con insinuaciones y para colmo fuera de la época de cría, así que tanto deseaba a aquella preciosa berberecha que no comía, no dormía, no trabajaba (claro, claro dirán, ¿y en que se supone que trabaja un berberecho?, pues no se crean que es poco trabajo el mantenerse pegado a una parcela todo el santo día y con el peligro de que pueda venir cualquiera y te la usurpe), sigo, y lógicamente con tanto estrés nuestro amigó adelgazó tanto que murío de anorexia nerviosa, y ni siquiera pudo conseguir que su prima tuviera la deferencia de esperarle hasta la época de cortejo, lo cierto es que ésta se había enamorado de un mocetón alpinista que se dedicaba a escalar de balcón en balcón y que casualmente se coló una noche calurosa en el lujoso apartamento de la susodicha.

Cambiando de tema, no sé a que tema cambiar, creo que el cerebro no me da para mucho más, o puede que me de para bastante más pero hoy esté remolón y no quiera hacer más esfuerzos por continuar con esta charada, o lo que quiera que sea esto. Espero que su lectura les haya resultado agradable, o por lo menos haya llenado ese tiempo vacío e insípido que todos tenemos y tememos en algún momento del día, por lo menos a mi me ha resultado estimulante su redacción.

Esperando que no necesiten más de estas mis estúpidas y extrañas disertaciones, se despide:

Larra Gaña

Supongo que he conseguido el mismo fin que buscaba hace 12 años cuando lo escribí, y la verdad es que funciona…he olvidado durante 20 minutos el intenso dolor.

jueves, noviembre 09, 2006

Creo que encontré mis cerillas

Ven, voy a quemar el mundo,
voy a hacerlo estallar en mil pedazos.
Voy a estrujarlo, reventarlo, hacerlo gemir,
llorar, reír, gritar.

Ven, voy a apagar la luz del sol,
voy a soplar sus llamas
hasta que no quede rescoldo alguno,
solo cenizas.

Ven, voy a volar el universo,
ha hacerlo grava tan fina
como la arena que nunca pisé,
como la arena que nunca quise.
Para que se cuele por las rendijas de la casa de Dios
y le escueza en los ojos.

Tal vez así se de cuenta de que los tiene.
Tal vez así se entere de que hay que saber mirar,
ver, entender porqué voy a hacer desaparecer el planeta.
Este planeta de mentiras piadosas,
de susurros ahogados
que se sueñan gritos,
y que no se dejan atar por cadenas.
Ni por reglas.
Ni por metas.
Ya una vez me lo dije
y no me lo creí.

Yo no soy medio,
soy fin y destino.
Ahora me creo, te creo y voy a devorarlo entero.


Y de seguido un meme musical que me pasaron hace unos días. Se trata de escoger un autor y responder con títulos de sus canciones.
Gacela, lo prometido es deuda ahí va. Es más complicado de lo que parece en principio, así que escogeré canciones de varios autores, si te parece.
1.- ¿Eres hombre o mujer? Irene. (Caetano Veloso)
2.- Descríbete: Drops of Júpiter (Train)
3.- ¿Qué sienten las personas acerca de ti? I’ll see you soon (Cold Play)
4.- ¿Cómo describirías tu anterior relación sentimental? She’s only happy in the sun (Ben Harper)
5.- Describe tu actual relación con tu pareja: Don’t you forget about me. (Simple Minds)
6.- ¿Dónde quisieras estar ahora? Sunny afternoon (The Kinks)
7.- ¿Cómo eres respecto al amor? Angel Gabriel (Lamb)
8.- ¿Cómo es tu vida? Armando’s Rumba (Michel Camilo)
9. ¿Qué pedirías si tuvieras un solo deseo? No me canso (Carlos Chaouen)
10. Escribe una cita o frase sabia: si lo que vas a decir no es más bello que el silencio…
11. Ahora despídete: She’s leaving home (The Beattles)

Cerillas, necesito cerillas

Se me caen las pestañas al suelo, me vence la televisión,
y esta mañana ganaba la batalla la excavadora de la calle diagonal.
Es una noche oscura y el humo me rodea y se cuela en mi cuarto
y hay un payaso desnudo que ríe y canta para mi,
pero no me hace gracia.
De pequeña amaba a los trapecistas
Los payasos me daban miedo, no entendía que se pudiera llorar
con una sonrisa tan amplia en la cara. Le habían cortado un dedo por favor!

Y luego salió el barco pirata, y yo decía:
“ya no piparan mamá, ya no piparan”,
y los petardos me hacían arrebujarme
buscando el algodón dulce que era mi madre ¿recuerdas?

A veces parece que el circo nunca se fue de la ciudad,
y que mis amados trapecistas,
a cuya especie creo pertenezco, no han bajado del trapecio.
No han querido elevarme con ellos aún.
Y parece que los payasos se empeñan
en falsear mis expresiones.
Que ría por fuera si dentro ando llorando.
Pero lo único que yo quiero aprender de ellos
es a llorar de la risa
A caerme de culo…y ser recogida al vuelo por los trapecistas.

Voy a encender una cerilla, creo que se me han fundido los plomos.
Ah, Gacelita, el próximo número de circo es vuestro.
Palabrita de aprendiz de trapecista.

miércoles, noviembre 08, 2006

Todavía

De vuelta a los ruedos hace unos días y ya se le concede uno de descanso…se siente afortunada.
Tiene mil cosas, mil deberes que atender esa tarde, pero se deja acunar en los brazos de la pereza y duerme, despierta, escucha, sonríe, vuelve a dormir y de nuevo a escuchar que ya no llueve tras los cristales.

Alguien la ha estado llamando desde la pantalla, alguien la ha echado de menos, o la ha visto casualmente y ha hecho toc toc tímidamente en su puerta virtual para ver si estaba.

Poco después de repasar mentalmente los quehaceres que ha dejado a un lado durante unas horas decide sentarse y saludar. Hola. Ya estoy aquí.

De vuelta a los ruedos, con cabeza y corazón en ristre, dispuesta a lidiar con lo cotidiano, con las cifras y las letras, y con las sensaciones que el día a día seguramente le tiene preparadas, le gusten o no.

Y todavía deseando. Todavía soñando. Todavía queriendo vivir. Sentir. Crecer. Como antes. Como siempre.

sábado, octubre 28, 2006

Inciso vacacional

Esperando que la Gorda termine de cenar, me dedico unas líneas a mi misma, porque esto de escribir ha sido siempre mi peor droga...miento, el tabaco es la peor, esta es la más adictiva.
Estoy en un inciso vacacional, disfrutando del clima suave de levante y de la familia, la que hay y la que está por venir...puede que incluso venga a este mundo hoy...nunca se sabe.
Pues eso, que tenía que decir cuatro cosas, aunque fueran de refilón, que me hacían falta estos días y los venideros junto al lejano mar del norte, para retomar lo que viene siendo mi vida desde hace unos 4 meses, papeles, papeles y más papeles...echo de menos tratar personas en lugar de números, echo de menos llegar hecha cisco al final de un día largo y lleno de problemas tan reales que se tomaban el café contigo, y hecho de menos el hablar de ellos con naturalidad, el que me apetezca hablar de ellos...puede que si la situación no cambia a la vuelta, cumpla con mi deber y después decida cambiarla yo. Para estar "administrando" por la mitad de dinero y de mala gana no he dejado yo de "administrar" por el doble, que no nací administradora y sí nací ser social. Y el que me entienda, que me compre.
Me voy a cenar que ya va siendo hora.

domingo, octubre 22, 2006

Ayer

Burbujas y risas frescas,
lluvia y viento en la cara,
música, y ritmos arcanos.
Sábados y amigos lejanos se mezclan
en mi memoria reciente.

El día de ayer,
la noche de ayer,
fueron fiesta y besos,
y abrazos y encuentros furtivos
de pasos escasos, aderezo de licor.

Medicina para la memoria
que enferma de ligero olvido,
trastorna la mente, y un cuerpo
termina dolorido y tenso.

La mañana de mañana
arrastrará los pasos pesados
por un camino de hierro y fuego.
Hacia la rutina.
Hacia el final.
Hacia el descanso.
El descanso de la lucha
cuerpo a cuerpo contra el fracaso.

jueves, octubre 19, 2006

No soy yo, es Terminus

No era yo, aunque suscriba lo que el texto anterior explica, no es mi escrito, fue un intercambio que nos hicimos Terminus y yo. Nos gustó la idea, de hablar de algo que ya habíamos comentado entre cervezas, decir lo que ambos habíamos pensado alguna vez, lo que nos ha sugerido cualquier momento de charla, con las palabras del otro.

Así que si os gustó, estéis de acuerdo o no, ya sabéis donde encontrarlo, un tío estupendo donde los haya, un amigo en el camino. El que os hablaba el post anterior, que nos regala sonrisas y Guinness en cualquier momento.

Y yo hoy he seguido a la caza y captura de mi lugar en esta gran ciudad, pero todos los teléfonos comunicaban, así que me he tomado un algo en Comendadoras, en buena compañía y nos hemos dedicado (la compañía y la yo) a deleitarnos con las vistas de dos patas que paseaban por la ciudad otoñal, arrebujaditos en sus chaquetas, con una medio sonrisa, supongo que porque mañana es viernes.

A la vuelta a casa, en el autobús, me he dado cuenta que el Boss comenzaba hoy su gira por estas tierras, y me lo ha confirmado una señora que en los 20 minutos que llevabamos de trayecto nos ha desvelado (a mi y al autobús entero), los misterios de su vida como abuela, la guardería, lo cerquita que le queda a su hija de casa, la chica tan fantástica que han conseguido para cuidar al peque…y al pasar por delante de la Plaza de Toros de las Ventas ha sentenciado: “…uy si, un montón de gente, que lo he visto hoy en el telediario, que han dicho que cantaba hoy aunque lloviera, un tal Esprin...güilis”.

Y ná, que me ha jodío recordar que no tenía entradas para ver a mi amado Espringüilis.

martes, octubre 17, 2006

El Camino

“Caminante no hay camino…” Así comenzaba Machado o “El camino” de Delibes. Ambos hablan del camino, el primero con un camino místico a través de la vida. El segundo el camino que cruza el umbral de la niñez.

¿Quién nos guía en ese camino? Cuan largo y a la vez breve se nos hace el caminar por la vida. Es fácil perderse en ese caminar, es fácil equivocarse en los muchos de los cruces que nos salen al encuentro.

A veces nos damos cuenta y retrocedemos, otras simplemente o no nos percatamos o por pereza o miedo no desandamos lo recorrido.

Con que nitidez vemos los rumbos ajenos, desde lejos es fácil distinguir la senda pero… ¿Y la nuestra? Nunca estamos seguros cual es la nuestra y a veces… casi con demasiada frecuencia encontramos que no somos nosotros, que no soy yo.

Y hoy menos que nunca.

jueves, octubre 12, 2006

Kissing a fool

Los primeros compases de la canción la hicieron sentir bien. El piano suave, solo, introducía una voz melosa y susurrante de hombre. Un hombre que canta a un amor perdido, a un amor mentiroso, a un amor cobarde, vanidoso.
Y se pregunta como puede amarse a alguien que quiere de esa manera.
“No puedes cambiar a la forma de sentir de la gente” continúa la canción, y su piel recuerda como es sentir el calor de un cuerpo, esa respiración al oído, esas miradas de cristal, esas caricias que abrasan.

Se recoge el pelo sobre la nuca, y pasa suavemente la mano por el hueco de su cuello y canta…no lo hace bien, pero lo hace con la voz ronca, sabiendo que esa es su canción. O lo fue, o lo será.

“..y la gente siempre hará que un enamorado se sienta un idiota, pero tu sabías que te quería, pudimos enseñarles a todos…darararara…” sigue cantando al compás de la música, y comienza a bailar, lentamente, abrazando el vacío de su habitación. Y es curioso, porque sonríe…. Ella canta a la pérdida y sonríe.

Y yo que la observo a través de mi ventana trato de comprender como una mujer tan hermosa puede cantar al amor perdido y sonreír como ella lo hace.

Una sensación de incomodidad me recorre, como si estuviera cometiendo un acto oscuro con ella, violando un momento que parece tan íntimo, me avergüenzo y decido dejarla sola Tengo que afeitarme antes de salir, mis amigos esperan en el bar de abajo.
Decido dejar de mirarla, pero no lo consigo, no puedo, no quiero, está de espaldas, con el pelo recogido, mostrando un esbelto cuello. Lleva puesta una enorme camisa de hombre y nada más. Quiero tocarla. Quiero tenerla debajo de mi, sobre mi, hacerla reír y preguntarle como puede tener una sonrisa como la que hace unos segundos iluminaba su cara mientras canta una canción tan triste.

Pero está claro que eso nunca ocurrirá, no va a volver a besar a un tonto, al mismo tonto que la hizo sentir transparente una vez. Y entonces me doy cuenta, no es solo su canción, también es la mía, yo la he hecho mía, con un amor mentiroso, cobarde y vanidoso.

Suena el teléfono, tengo que bajar al bar, “hay unas pibas acojonantes” chilla la voz al otro lado del hilo, “baja ya cabronazo, esta noche vamos de caza”.

lunes, octubre 09, 2006

Simón


Cuando era pequeño adoraba destripar todos los aparatos que caían en sus manos, fuesen juguetes que los Reyes le dejaban bajo la cama de sus padres o viejas cámaras de fotos llenas de polvo que se apilaban en los cajones del taquillón, en aquel enorme salón con ventanas que daban al mar.
Aprovechaba cuando sus padres echaban la siesta y se sentaba en la alfombra, junto a la mesa de madera y mármol. Comenzaba la operación armado con un pequeño destornillador. El abuelo se lo había dado a escondidas, con un guiño travieso, el mismo día en que su madre le contaba un poco alterada la afición del niño. “Nada escapa a sus manos, tengo que tenerlo todo bajo llave”.

Simón recordaba aquellos días con cierta nostalgia, si bien su pasión por conocer las cosas por dentro le había llevado profesionalmente donde estaba, investigando en nuevas tecnologías, ya no lo hacía con la misma curiosidad de entonces. Todo tenía protocolos, reglas, normas, métodos de actuación. Todo estaba previsto. Los resultados eran anticipados y por norma, solían coincidir en la realidad con las hipótesis planteadas.
Ya no había sorpresas, no tenía que adivinar para qué servía cada componente, o como adaptarlo para que sus funciones fueran útiles según el medio al fueran a aplicarse.

El mundo de los adultos era demasiado pequeño, demasiado previsible, como si poseyera una bola de cristal en la que podía ver todo lo que ocurriría, antes de que pasase. Aplicando las mismas leyes científicas a su vida diaria podía provocar toda clase de reacciones. Sabiendo que, al igual que en sus investigaciones, los resultados confirmarían totalmente las hipótesis aventuradas.

Y se acostumbró a ello, y fue perdiendo poco a poco al niño que fue, tratando de ignorarlo, dedicaba sus horas libres a todo aquello que en cierto modo, elevaba su mente y su adrenalina, aunque en el fondo sabía que eran meros estímulos artificiales, un placebo, para acallar esa voz infantil que clamaba en su interior.

El domingo se presentaba tranquilo y soleado, y decidió ir a correr al parque, a pesar de la monumental resaca que le había producido la noche anterior. Oxigenar los pulmones y el cerebro le vendrían bien. Se calzó las deportivas y la ropa vieja de deporte y salió en dirección a la arboleda junto a la fuente vieja.

Después de una hora, deshizo el camino andando, y al llegar de nuevo a la fuente, pudo observar a una niña que manipulaba un tostador, probablemente sacado de la basura. Junto a ella había otra serie de chismes aparentemente viejos, un reloj de campana, un muñequito andador, un trozo de lo que parecía haber sido un avión de juguete…

Simón se acercó a ella y le ofreció su ayuda para arreglar el tostador. Soy un experto, le dijo.
La niña lo miró divertida, con unos vivos ojos castaños, y le dijo. “Ah, ¿pero es que está roto?”.
Simón sonrió a su vez, sorprendido en mucho tiempo, y preguntó “¿Acaso no lo está? ¿Te has tostado el pan esta mañana con él y te lo has traído de paseo?”

Lo miró de hito en hito, como si estuviera loco. “¿Tostarme el pan con esto?. Perdona, pero esto no es un tostador”.

“¿Entonces, qué es lo que es?”, volvió a preguntarle.

“¡Tsk! Hay que ser así de viejo para no verlo, esto es una caja de sorpresas, para los amigos. Mira, metes caramelos, o flores o lo que tu quieras, bajas la palanca y cuando se los quieras regalar a alguien, le das al botón y todo salta a las manos de tu amigo.”

Simón la miraba perplejo, y encantado, aquella visión de lo que podía ser un tostador era algo que él no se habría planteado nunca, por lo menos no ahora. “Así que no necesita arreglo, bueno, entonces te dejo con tu caja de sorpresas….”

La niña dio unos golpecitos con su mano en la piedra de la fuente, como indicándole que se sentara. “Tengo muchas más cosas aquí, a lo mejor alguna necesita arreglo y tú puedes ayudarme…”

“¿Cómo te llamas? Yo soy Simón”, se presentó.

Sonrisa ladeada, y pecas, respondieron a la pregunta “Elena, me llamo Elena, y aquella es mi máma”. Simón vio a una mujer que esperaba pacientemente en un banco, sin dejar de observar la escena que se producía junto a la fuente.
“¿No se enfadará tu mamá porque hables con alguien tan mayor? Vamos a presentarme, ¿quieres?”

Elena volvió a sonreír, mostrando una ortodoncia que hacía que su forma de hablar tuviera un ligero ceceo. “No pasa nada Simón, ella me ha dicho que seguro que tú podrías ayudarme con mis cacharros.”

Un escalofrío recorrió su espalda, y en cuestión de segundos un millón de sensaciones olvidadas acudieron a su cuerpo, la curiosidad, el nerviosismo, la emoción de lo espontáneo, el miedo deliciosamente desconocido, el vértigo, el estómago en la garganta…y el valor que se necesitaba para vencer todo eso y ganar. O perder, pero seguir ganando, no quedarse con la incertidumbre final.

Volvió a mirar a Elena, pero esta vez más detenidamente, observó su carita redonda, su sonrisa ligeramente de lado y el modo casi adulto en que le había explicado su realidad.
La miró y supo. Supo quién era él, supo en qué momento había dejado de serlo, supo por qué se había hecho desaparecer. Supo que si volvía a anticipar hipótesis no habría camino de regreso.
Levantó la mano y saludó a la mamá de Elena, “cuanto tiempo…demasiado” pensó.
La mujer esbozó una sonrisa, correspondió a su saludo y continuó la lectura que había dejado pendiente de aquel encuentro. Siguió sonriendo largo rato después del saludo.

Simón y Elena se afanaban y discutían qué estaba roto y qué no lo estaba, y reían bajo el sol dominical.

sábado, octubre 07, 2006

Hierro 3

Es difícil decir algo tan hermoso sin palabras. Acabo de ver una película en la que sus protagonistas eran los únicos que no hablaban. Hierro 3.
No creo que pueda extenderme mucho más, solo sonrío y decido escribir. Hay veces en que solo hacen falta las palabras justas, cuando son dichas desde dentro.
Esta noche saldré a buscar silencios y belleza, entre la multitud que abarrota la ciudad y que se pierde entre ruidos y gritos...que no significan nada.

jueves, octubre 05, 2006

Sin ganas

Esta semana que me la borren del calendario, que me la borren por favor, quisiera saber donde se consigue un borrador de momentos, una máquina del tiempo, para deshacer lo que ha pasado en estos últimos 4 días.
Creo que pocas ocasiones he deseado esto. Cuando una cosa va detrás de otra no te paras a pensar, actúas como un animal, por instinto y te defiendes de los golpes, de los reales y de los que no lo son. Y te proteges, pero también dañas, y es horrible.
Mierda, yo quería poder escribir algo divertido, alegre y espontáneo.

miércoles, octubre 04, 2006

Caerse del guindo

Hoy es un dia especial, he tenido una estupenda jornada de trabajo, recuperando archivos perdidos de casi un año de trabajo, mi cita para comer se ha anulado, el piso que tenia que recoger sigue en lugar y descanso porque he cogido frio a la vejiga y solo he podido que ir del sofá al baño y del baño al sofá. Pero estaba contenta, porque preparaba unas vacaciones estupendas junto al mar para final de mes. Me las merezco, me las he ganado, son mias.
Así que será lo que haga, me iré junto al mar con las personas que me quieren de verdad y que me cuidan y que procuran que me sienta bien cada vez pueden. Levante allá voy.
Puede que estas no sean las que tenía planeadas en un principio, más que nada, se me ha caido un guindo de proporciones bíblicas en la cabeza, esta noche, y claro, pues como no se puede ganar siempre (a ver cuando Zeus, Odin o los extraterrestres deciden que me toca ganar a mi en algo) y se me han ido los planes a tomar por culo, para variar cuando se trata de hacer planes conjuntos con quien no conoces bien. Siempre surje algo. Así que voy a hacer los mios propios, olvidarme del resto del mundo y pensar en mi, que para eso es mi vida.

domingo, octubre 01, 2006

Descanso

Cansada, cansancio, dulce.
Chocolate, salado, deseo caramelo
sobre mis labios.

Mil labios, partidos, rotos, almibarados.
Agujetas en el alma,
agujetas en los brazos.
Agujetas con pestañas
quien necesita un descanso…


Y despues de estas cuatro frases lanzadas al azar, asociación de palabras, creo que me voy a dormir un ratito…largo, y desde mañana hasta el viernes, las horas extras me pareceran eternas, o un paseo por el parque, depende de la nube en la que me dé por quedarme.

miércoles, septiembre 27, 2006

Cuando un amigo se va...


Cuando un amigo se va, algo se muere en el alma...eso dice la canción.
Cuando un amigo se va no lo entiendes.
Hoy junto al hombre maduro, abuelo ya, en el tanatorio de Madrid, miraba alrededor, y algo se moría también en mi alma. El abuelo trataba de no llorar, y tres hermosas y fuertes mujeres parecían querer consolarlo a él, que era amigo, siendo ellas esposa e hijas. Y yo no sabía que hacer, me sentía inútil. Pensaba, a mi se me fue un trocito de infancia, las sonrisas al escuchar “Hoy viene Jose, su mujer y las niñas, vienen al pueblo”. Se me ha ido un largo y feliz verano, se me ha ido el brillo de los ojos de mi padre cuando reencontraba a sus viejos amigos, los momentos de risas de esos dos adultos que fueron jóvenes con él, y con ella, y con nosotros.
Y he mirado a mi padre y parecía más pequeño, más frágil, y a mi me daba vergüenza pensar en mi trocito.
Si, se ha ido, como él quería, sin saber, de repente, y rodeado de los suyos, habiendo reído el día completo.
Perdida en el asiento del coche trataba de imaginar qué sienten los que se quedan.
No se puede, simplemente no se puede, y como una ironía en la radio sonaba Knocking on heaven’s door…

lunes, septiembre 25, 2006

Soplo


















Sentir su llegada como una ola,
sentir el mazazo de la ausencia repentina.
Nada de lo esperado.
Nada de lo advertido.
Cristal afilado de los latidos de un espejo
que devuelve una imagen sin reflejo.

Así ha llegado a mí la ausencia,
la falta de aliento.
El rojo, el negro y el blanco de un desierto.

Tenía un suspiro guardado en un cajón.
Pequeño y recóndito,
cálido y seco.
Sin llave ni sello.

Ese soplo de mis labios,
de mí, dentro,
se ha perdido,
extraviado corriendo tras el invierno.

Imagen obtenida en http://www.ramoncasanova.com/libros/aire/grandes/06.soplo.jpg

jueves, septiembre 21, 2006

Naturaleza Exuberante...

21 de Septiembre de 2006
Hoy sentirás la tristeza por la ausencia de algún miembro familiar o de tu pareja sentimental, , y tu naturaleza exuberante estará mucho más apagada que lo normal. Hasta podrías pasar todo el día frente al televisor mirando cualquier cosa. Será más productivo si vas hasta la librería y buscas algún material que te interese. ¡Al menos aprenderás algo mientras tu compañero no está!

Esto era mi horroróscopo esta mañana…mi naturaleza exuberante…que cosas más poéticas se les ocurren. Si bien es cierto que mi exuberancia ha estado más apagada, no ha sido debido a que lo diga el adivino de turno, más bien porque me he pasado la mañana pegada a la fotocopiadora…mientras un “señora” (no estoy muy segura de si era él o ella) limpiaba los altos de su armario, mostrando bajo sus pantalones de ciclista negros un par de columnas jónicas cubiertas de pelo que terminaban o bien en un embarazo docemesino (¡que valiente!) o bien en una hermosa protuberancia cultivada tras arduas tardes de cerveza y tapitas del bar….

Si eso no apaga cualquier naturaleza (exuberante o no), que me digan qué otra cosa puede haber un jueves por la mañana para encenderla después de tal visión celestial.

En cuanto a la tristeza se ha debido (en caso de que me haya percatado de tenerla) no por la ausencia, si no más bien por la no ausencia de esa ausencia familiar. ¿Pareja sentimental? Bueno, pues no sé, como no hablen de mi jefa que esta mañana tenía reunión fuera de la oficina y que me alegra las mañanas con su humor ácido…pues no sé…a ver que piense… Y no, no he ido a la librería, si, si he mirado la tele, viendo una peli tonta que me encanta (y eso ya la hace dejar de ser cualquier cosa) y tampoco he leído gran cosa. Pero mira, hoy mientras mi “compañera sentimental” me era infiel con otras de mayor rango que yo, si que he aprendido algo, como fotocopiarme la mano por las dos caras en un mismo folio. Interesante lección la de hoy.

El caso es que acabo de salir del baño canturreando algo así como “…queeeeee horroooor, tener que compraaaaaar el horóscopo en el kiosko de aaaaaalaaaaaaadoooooo…queeeee horrooooooor porculpadeeeeeeeee algún electroduende malvadooooo…”

Y luego me he quedado con una canción que a mi entender, deberían aprenderse todos los creyentes en la raza humana del mundo, como un padrenuestro, ya que dicen que no hay libro de instrucciones para entender a los géneros…creo que por lo menos, ésta letra ayuda para que algunos sepan que no todo es matemático y cuadriculado, y otras recordemos que no tenemos que ser como se supone que tenemos que ser…

Bitch
( versión de Alanis Morissete, letra de Meredith Brooks)

I hate the world today
You're so good to me
I know but I can't change
Tried to tell you
But you look at me like maybe
I'm an angel underneath
Innocent and sweet

Yesterday I cried
Must have been relieved to see
The softer side
I can understand how you'd be so confused
I don't envy you
I'm a little bit of everything
All rolled into one

[Chorus:]
I'm a bitch, I'm a lover
I'm a child, I'm a mother
I'm a sinner, I'm a saint
I do not feel ashamed
I'm your hell, I'm your dream
I'm nothing in between
You know you wouldn't want it any other way

So take me as I am
This may mean
You'll have to be a stronger man
Rest assured that
When I start to make you nervous
And I'm going to extremes
Tomorrow I will change
And today won't mean a thing

[Chorus]
Just when you think, you got me figured out
The season's already changing
I think it's cool, you do what you do
And don't try to save me

[Chorus]
I'm a bitch, I'm a tease
I'm a goddess on my knees
When you hurt, when you suffer
I'm your angel undercover
I've been numb, I'm revived
Can't say I'm not alive You know
I wouldn't want it any other way

lunes, septiembre 18, 2006

Otro domingo casual



Un domingo cualquiera de octubre. Espero a Lola en el café Madrid y como siempre, se retrasa. Sentada en una mesa pequeña de mármol, mi carpeta del trabajo, el móvil y un paquete de Chester sobre la mesa. Un cigarrillo encendido humea en el cenicero de cristal transparente que hay junto a una vela retorcida.

La puerta se abre y alguien entra, se para en el umbral, con el sol a su espalda y echa un vistazo al local. Se dirige a la barra y se sienta en un taburete. Saluda a la camarera y pide una cerveza.

Leo en mi espera, y alargo la mano para coger el cigarro que se consume en el cenicero, doy una calada, mi mirada se cruza con la de la persona que ha entrado hace diez minutos, es un chico larguirucho, moreno y desaliñado, con una sonrisa de medio lado en el rostro. Vuelvo a mi libro, y sonrío.

Cinco minutos después vuelve a sonar la puerta, es Lola, curiosamente se dirige con cara compungida hacia la barra, y pide disculpas de manera teatral al chico desaliñado. Los miro desde mi mesa y sonrío de nuevo, apagando mi cigarrillo. Lola se gira buscando a alguien más, me ve y comienza de nuevo su actuación…le saco la lengua y gesticulo como diciéndole “excusas, excusas…”

“Lo siento, lo siento, lo siento…” dice Lola con su mejor cara de culpable de todo.

“¿Esperabas a esto?” dice el larguirucho con una sonrisa socarrona. “No lo entiendo, no entiendo que alguien pueda esperarte todavía Lola”.

“Estoy acostumbrada, son muchos años. Soy Irene, hola”

“Gabriel, amigo de Lola, aunque no sé si por mucho tiempo…”

Lola se revuelve en su asiento, sigue disculpándose, parlotea sin parar, y hace las presentaciones para pasar de largo por el tema de su retraso, “…fotógrafo, acaba de volver a Madrid, siempre me llama cuando menos tiempo tengo, menos mal que se vuelve a Túnez en un mes…”

Escucho por encima lo que cuenta, mientras Gabriel sonríe pacientemente, en espera de que Lola termine su disertación sobre el desconocido que ha dejado de ser para mí. Diez minutos después Lola se levanta azorada, “…lo siento, lo siento chicos, tengo que irme, el jefe, ya sabéis, no puede vivir sin mi…oye, no os importará pagar el café…el miércoles quedo contigo y el jueves contigo…yo invito…perdón, perdón, perdón…”


Son casi las 12 y la tarde ha pasado volando, desde que Lola nos abandonó a nuestra suerte, me da la impresión de que nos hemos sentido de todo menos abandonados. Gabriel es divertido, habla y escucha, con pasión, con atención, parece beberse la vida, me enseña las fotos que hizo al llegar a Madrid, pregunta, su curiosidad es deliciosa, sus ojos están hechos para ver, para mirar sin perder un detalle, y esta tarde, yo soy el centro de su objetivo. Quiere fotografiarme, “no, por favor…”. Sonríe de nuevo, y acepta mi negativa. “En otra ocasión pues…”. Son las 3 de la mañana, y trabajamos ambos al día siguiente. Dos besos de cortesía y el taxi arranca en dirección desconocida.


Octubre, una mañana cualquiera, me levanto de la cama y la boca me sabe a alpargata…me dirijo al baño a lavarme los dientes y a intentar sacudirme la somnolencia debajo de la ducha…algo que sé que no conseguiré antes del café, o de las 10 de la mañana, según le dé a mi organismo ese día. Por el momento huele a café recién hecho en la cocina, eso es buena señal.

Salgo de la ducha, todavía dormida, me visto, vaqueros y camisa (uniforme “de vestir”, hoy toca ronda de visitas), me pongo la espuma en el pelo y acto seguido (10 pasos hasta el salón) me derrumbo en el sofá.

“Arriba dormilona”, una taza de café se agita delante de mi cara…
“Ñé…” es todo lo que consigo articular.
“ Me voy volando niña, salgo para Barcelona en menos de dos horas…no sé si volveré hoy o mañana…puede que tenga que quedarme más”.
Depositan un beso ligero sobre mi cabeza mojada, un soniquete de llaves y el crujido de la puerta al cerrarse.

Dos horas después, en medio de una reunión reacciono con fastidio, “…soy idiota, no le has dado un beso al marcharse, jodida narcoléptica…y tal vez esta noche duermas sola”. Ya me he jodido el día yo sola. Soy única para eso, nadie es capaz de hundirme un día como yo misma.

Llego a casa a eso de las 9, no tengo ganas de nada, estoy muerta, vuelvo a dejarme caer en el sofá después de una ducha rápida, tampoco consigo sacudirme la melancolía…suenan llaves en la puerta.
Gabriel entra sonriendo, aunque su cara denota el cansancio de un día largo…” hola marmota, que tal día has tenido”, se sienta en un hueco del sofá y me besa en los labios, un beso largo, un beso de hola, te he echado de menos mala mujer…

“Apestas…” le digo sonriendo como la mala mujer que se supone que soy.
“Me voy a la ducha…pero la cena la preparas tú…”, salta por encima del sofá para escapar de la nalgada que mi mano cree que merece, pero no lo consigue.

Cenamos pasta, con tomate natural y mozzarella, un poquito de albahaca, aceite y sal, hablamos sin dejar de mirarnos, y de repente nos entran unas ganas terribles de irnos a la cama. “¿Tienes sueño?” me pregunta mientras su pie acaricia al mío por debajo de la mesa.

“Tengo un sueño terrible…”, le digo, tiempo que me levanto de la mesa y le guío de la mano por el pasillo…” terrible, si…vas a tener que inventarte algo para que no me duerma…”

Seguramente en el patio se oyen nuestras risas, apagadas por el sonido de la música que nos acompaña desde el reproductor de CDs que está a los pies de la cama.


Duende, sé que ya te lo sabes, pero tu vuelta me lo ha recordado, y no quería olvidarlo…bien sabes que los nombres son los originales de aquel cuento improvisado…el resto tal vez venga desdibujado por el tiempo y mi mala cabeza. Va por ti, porque el tuyo se plasme en las cuartillas de la vida.

sábado, septiembre 16, 2006

Qué
















La Bruja Avería y los Electroduendes me cantaban esta mañana:
..”y vuelvo a ver, elefantes rosas alrededor y vuelvo a ver…”
Después un cuarteto de cuerda interpretó a Mozart.
Fumando puros en mini,
sin nicotina suficiente para apagar al bicho que me pica,
sin sabor suficiente para adormecer mis papilas gustativas.

Qué cosas hacen que una mañana llegue a tarde,
qué la tarde a noche,
qué la noche a madrugada,
qué la madrugada a madriguera,
qué la madriguera a hogar.

Se me apagan los humos tóxicos
por hacer volar mis dedos,
Y en un espacio que ni mío es ya
mi madre grita “cierra la puerta que se escapa el gato”…

Me parece que esto que fumo, no van a ser puros.
Que el gato se quiere escapar y yo no lo dejo,
que la gata se sigue buscando detrás del espejo,
que quiere maullar, y salir, y saltar
Y correr, y bailar y no parar nunca
Pero, siempre hay un pero…
Creo que la Bruja Avería debe tener algún filtro.
¡Ánodos, catios y electrones! ¡Que alguien me la busque
y me devuelva mis sinrazones!

Joder que tarde llevo, creo que me voy a vestir, tirar los puritos estos (que ya no me quedan por cierto) y salir a que me dé un poco el aire.

Me da que me he vuelto una mezcla entre Gloria Fuertes y Marilyn Manson…

miércoles, septiembre 13, 2006

Jane y Doe

Llevaba desde la noche anterior pensando que la había oído susurrar.Mientras el autobús la llevaba a sus gestiones de trabajo, el sol brillaba, y ella llevaba una chaqueta y su chal azul. Tenía frío, 25 grados en el exterior.
Al volver a la oficina la realidad la golpeó como un mazazo, Mina se marchaba, harta del puteo constante, decidió ir en busca de prados más verdes. Se alegró por ella, se entristeció por la pérdida de una de sus alegrías diarias.
Jane terminó su jornada y llegó a su casa con un nudo en el estómago, la discusión sorda flotaba en el ambiente. Había ganas de batalla, y ella solo quería dormir.
Tomó una ensalada y se sentó frente al ordenador. Suspiró y comenzó a escribir, sin percatarse de nada, al minuto se había quedado sola en el apartamento. Los dedos volaban sobre el teclado.
¿De que sirve? ¿Para qué? ¿Especial? ¿Por qué? No quiero, no lo quiero, yo no quiero esto, no lo pedí, duele, llévatelo de aquí por favor, una manta, que me cubra entera, no quiero sentirlo, nada, nada.Pensar que nada dura, que todo es efímero, solía tener fé, creer en el momento, pero al final no hay consuelo, no lo hay, solo excusas, que uno se pone para seguir adelante.
Pensó en Mario, en aquella noche, condujo toda la noche para estar con ella unas horas. Deseó haberlo amado, deseó haber podido elegirlo. Deseó volver a sentirse lo primero para él, amándolo. No pudo engañarse, lo quería, no lo amaba. Lo protegía, no lo deseaba. Deseó saber como hubiera sido de haber existido un sentimiento mutuo. Y perdió la fé.
El timbre de la puerta sonó. Se levantó y abrió la puerta. Doe estaba allí. Se apartó y la dejó entrar.
Caminó a lo largo del pasillo hasta la habitación, y se acostó. Doe se sentó a su lado en la cama, y la miró con sus ojos acerados. Ambas se miraron, y Doe fue descendiendo lentamente hasta su boca, la besó largamente en los labios. Jane notó como el frío se apoderaba de ella, congelando sus sentidos, su memoria, sus sentimientos, dejándose llenar por la nada, hasta escuchar el clic final.
Doe se levantó, “te dejaré la radio encendida, te hará compañía”, y una sonrisa gélida llenó su rostro. “Ya estoy aquí, como pediste”.
Jane estaba fría, solo le llegaban algunos ecos de la radio. Cindy Lauper cantaba.
Had to escape
The city was sticky and cruel
Maybe I should have called you first
But I was dying to get to you

I was dreaming while I drove
The long straight road ahead, uh, huh

Could taste your sweet kisses
Your arms open wide
This fever for you is just burning me up inside

I drove all night to get to you
Is that alright

I drove all night
Crept in your room
Woke you from your sleep
To make love to you
Is that alright
I drove all night

What in this world
Keep us from tearing apart

No matter where I go I hear
The beating of your heart

I think about you
When the night is cold and dark

No one can move me
The way that you do
Nothing erases the feeling between me and you

I drove all night to get to you
Is that alright

I drove all night
Crept in your room
Woke you from your sleep
To make love to you

Is that alright
I drove all night

“Espera...” exhaló en un suspiro de su boca, una pequeña chispa había escapado a la era glacial que acababa de comenzar. El recuerdo de aquella noche, de Mario, de sus niñas. “Espera..”
Doe se miraba en el espejo, esperando ver el progresivo cambio de sus ojos, de transparente acero a castaño oscuro. Una vez hubo comprobado que no existía fisura alguna en su disfraz, cogió el chal de Jane y salió a la calle. La vecina la saludó sin advertir que no era Jane.
“Espera…” el susurro quedaba flotando en el aire de la habitación, no había ya oídos que prestasen atención a sus palabras. “Espera...”

domingo, septiembre 10, 2006

Ciencia ficción



El otro día me dio por pensar que los espías supersecretos hoy en día no pueden serlo tanto. Que el cine tiene una imaginación sobrenatural (algo que ya sabía desde hace siglos) porque no hay quien se crea que el robo de información pueda hacerse tan rápida, limpia y sigilosamente como quieren hacernos ver los Bournes y los Misioneros Imposibles.

A ver, llevo toda una semana de papeleos, justificaciones técnicas y económicas de proyectos y elaboración de memorias y planes de actuación y todo ello, obviamente, está informatizado…hasta ahí todo perfecto.
Un hacker cualquiera accede a tu PC y se lo lleva, como quien coge una florecilla de un jardín privado en el que la única protección existente es un cartel que dice “prohibido pisar el césped” o “Propiedad Privada”.
Pero, a la hora de demostrar que esos archivos (robados) pertenecen a quien dices se los has sustraido, para probar en un juicio que alguien a cometido cualquier fechoría ¿Quién le dice al juez que esos archivos no los has elaborado en tu propio PC? Ahí es donde empiezan los problemas, porque, señor hacker, en este bendito país, si no se toca, no se huele y no lleva firma de boli bic del funcionario de turno y sello estampado de empresa o ministerio, sus benditos CDs de última generación no le valen a un leguleyo más que para colgarlos en su ciberhuerto y espantar a los gorriones…


Volví a ver la película La Tapadera (The Firm) y en ese elaborado final en el que Tom y sus secuaces deciden pillar a los malos abogados por facturar de más a sus clientes, y como prueba, roban todos los archivos de facturas y los fotocopian, mientras la Tripplehorn de turno seduce al pobre y más que madurito, pocho, Gene Hackman. Pretenden hacer todo esto, sacar facturas, que por el tamaño de las cajas ocupaban un camión pequeño, fotocopiarlas y devolverlas a su lugar de origen en lo que una mujer hermosa de 30 años y un abuelo de 70 echan un polvo…o lo hace polvo ella a él.

A ver señores, un poquito de seriedad, a la que suscribe le lleva una mañana desgrapar justificantes de pago de la factura enviada, sin contar con que esa factura debe llevar sello, firma y datos fiscales de la entidad que la emite y de los que van a pagarla, datos que hay que comprobar factura por factura… y eso siendo nada más que las facturas que caben en un archivador (de los gordos). Y una vez desgrapados y comprobados, hay que fotocopiarlos, contando con que normalmente cada factura tiene el tamaño de su padre y de su madre que no tiene nada que ver con el que tiene el justificante de pago, que a su vez no tiene ni por asomo parecido con el tamaño del cajetín de fotocopia automática de la bendita fotocopiadora tamaño avión supersónico que tienes en la oficina. Que sí, que mucho botón, mucho grapado automático, mucha bandejita para tamaño de papel…pero a la hora de hacer un A4 y acto seguido un A5 o lo haces a mano o la muy cabrona te espera silbando a Bisbal a que le sobes la tapa y le cambies a mano el siguiente original, eso cuando no te dice que no reconoce el tamaño y que te busques un amanuense que te lo haga en letras góticas…

Así que si en este dichoso mundo hay algún superespía industrial o abogado honradoquetecagasyonohagoesoniborracho que pretenda pillar algun secreto de empresa u otro delito flagrante, que se vaya armando con un buen desgrapador y una fotocopiadora inteligente (esto es, una cojo secretaria administrativa con callos en las manos) y si quieren entretener a alguien para fotocopiar un camión de facturas, que nada de un polvo….que planeen un noviazgo largo, una ruptura, una reconciliación, una petición de mano con reticencia por parte de la novia, una boda gitana de las que duran tres días y un matrimonio con 5 hijos todos ellos problemáticos para mantener entretenido al pardillo al que quieren espiar o meter en el talego. Porque cualquier otro planteamiento, eso, eso si que es pura ciencia ficción, el señor Asimos podría esforzarse al máximo y no encontraría ficción que superase a cualquier realidad de este jodido circo empresarial.

Imagen obtenida de http://personales.upv.es/~jaherval/Imagenes/mortfilemon.jpg

miércoles, septiembre 06, 2006

Empezar una página


Trato de empezar una página.
La borro, la rehago, puedo volar pero…
y vuelvo a borrarla.
Supongo que esta tarde de lluvia me ha puesto el carácter melancólico y dulce.
Puede que después de la ducha caliente me sienta más limpia, por dentro y por fuera.
Sunny Road suena en mi altavoz, y estudio nuevas vias de trabajo, complementarias, para poder tal vez pronto, tal vez más tarde, colocar ese altavoz, estas páginas, y la melancolía dulce, en un pequeño espacio, que sea mío. Seguramente la única planta que pueda poner en él sea un cactus…o un nenúfar permanentemente flotando en una maceta de cristal y agua.

Me ha dado por imaginarme el sitio en el que me gustaría vivir.
Dos son las opciones, y si, soy una clásica urbanita, una pequeña buhardilla con vigas de madera vistas, tragaluz sobre la cama y escuetamente decorada. me gustaría que tuviera una bañera…donde poder estirar mis músculos al final del día. Probablemente lo único que adornase el diminuto espacio serían montones de libros, discos y películas. Algún cenicero, un quemador y velas. Y revueltas, igual que en mi memoria, en un corcho, fotos, postales, recortes (si, en mi habitación ya existe algo así), pendientes largos que suenan al caminar colgados de las chinchetas que sujetan las imágenes de todo lo que quiero.

O tal vez un espacio diáfano, loft que se dice ahora, sin paredes, con amplios ventanales y sin limites a la vista, vale, una puerta en el baño no estaría mal, y si, sigo encontrando mi bañera en él.
El resto de las cosas que pondría en él son las mismas que las de mi buhardilla, con la diferencia de que aquí es más que probable que los colores de muebles, paredes y complementos fueran colores puros, contrastes, blanco, negro, rojo….

Para mi es fácil imaginarlo, tal vez un segundo piso, un altillo con barandillas y escalera metálica, mi dormitorio, un futón o tal vez el contrapunto de una vieja cama de hierro forjado, como en las que dormía en el pueblo, enormes, firmes…y de las que si te caias cuando aún no medías mas de metro veinte te aseguraban un cardenal y el no poder subir sin despertar a tus padres…

Es genial volver a imaginar como sería, a pesar de saber que no podrá ser, por lo menos no ahora, no mañana….

lunes, septiembre 04, 2006

Traigo vino del bueno


Traigo vino del bueno.
Así empezaba realmente el post “Sin más” de hace un par de entradas.
Es lo que tiene la escritura automática, que siempre olvidas que has olvidado algo.
El caso es que al releerlo tuve esa sensación de “aquí hay algo que no cuadra…juraría que había una frase que ahora no está”

Y volviendo a los apuntes que tengo en el PC ha aparecido…con esto me pasa un poco como con mi vida en los últimos dos meses…algo no cuadra, antes tenía algo que ahora no tengo…no sé si bueno o malo, pero noto el agujerito, aquí justo en el centro del estómago.

Tal vez viva la vida igual que escribo, vida automática, según sale, según la siento…puede que el agujerito que me falte sea el exceso de autocontrol adquirido a lo largo de los pasados 5 años. Y la verdad, si es eso lo que no encaja…me parece bien, porque creo que en su momento, lo metí con calzador, y tal vez fuese útil en esa temporada, pero ahora mismo, en que mi vida va hacia delante, no tengo demasiadas ganas de volver a ponerme esos zapatos…

En contra de muchas opiniones, mis viñas han sido cosechadas, la uva pisada hace tiempo y su caldo ha madurado en barrica de roble. Todos los catadores tienen sus preferencias, y toda sugerencia es bien recibida y tenida en cuenta, aunque quien ama realmente el resultado es quien lo ha cuidado desde que solo era un pequeño esqueje.
Y si, es cierto, traigo vino del bueno.

domingo, septiembre 03, 2006

A mi burro


A mi burro, a mi burro, le duelen las pestañas
con tanta juerga a cuestas
no llega hasta mañana…

A mi burro, a mi burro, le duelen los riñones
si no pasa este mes
le corto las cuestiones….

A mi burro, a mi burro, le duele el corazón
el médico le ha dado
jarabe y colocón

No llega hasta mañanaaaa
le corto las cuestioneeees…
jarabe y colocón

A mi burro, a mi burro ya no le duele nada
pueda ser que mi burro
se quede acojonada…

¡Ay va! que no, que rima pero no encaja
¿Cambiaré el último verso?
No lo tengo yo muy claro…¿Qué rima con nada?
Que rime y que vaya con el género “a mi burro”…
Pensemos un final para esta canción…

se quede hasta mañana…
se vuelva a ir de farra…
haga una melonada…


Ná, que no me gusta ninguna, si cantara a mi burra, encajaría todo, pero el caso es que me mola más así…mi burro, mi burro, ha hecho tararí.

Y yo solita “mentiendooooo”, o eso, o es que todavía me duran los vapores etílicos.

sábado, septiembre 02, 2006

La mujer perfecta

Ayer por la tarde me preparé para una noche flamenca, vaqueros viejos, camiseta negra, lisa y lasa y la cara lavada y recién peiná (que ya lo dice la canción…)

El camino al metro desde mi casa es una calle larga, recta y de barrio barrio, así que paro un momento en un chino, hay que comprar un par de cosas para mis anfitriones en ese día. Se debe añadir entonces a mi look casual, una bolsa de plástico fino (sin veneno en la piel) que mostraba a quien quisiera verlo, el resultado de mis gestiones en el lejano oriente.

Y al salir de la tienda el mundo cambió. Un hombre desde un coche blanco saca la cabeza por la ventanilla y deja en el aire un “…ciosaaaaaaaaa!!!”. Mirar a un lado y al otro, nada, todo eran niñas de no más de 3 años, aguerridos deportistas y una abuela que salía de su casa buscando algo en su bolso.

Sigo caminando, un aguerrido deportista tropieza por no mirar por donde va, sus ojos alternaban entre mi mano derecha y casi casi mis ojos. Y continuo mi caminar, pensando en qué momento he olvidado peinarme o he combinado mal mis pendientes y mi pulsera.

En el metro, lleno hasta los topes, tres chicos dicen “aquí tio aquiiii…., con esta, mira….”. Y continúo analizando el capítulo de “The Twilight Zone” en que se ha convertido la tarde, vuelvo a mirarme en el reflejo de la ventanilla del vagón, “Algo llevo, algo llevo…”, mi mirada tropieza con la de un ejecutivo que sorprendentemente me sonríe.

No hay duda, en algún momento entre el ultramarinos y el metro me he convertido en la mujer perfecta. Y entonces caigo en la cuenta.
Es sencillo convertirse en mujer perfecta, basta con unas tetas premenstruales dentro de una simple camiseta y seis latas de cerveza en la mano derecha. Un imán.

viernes, septiembre 01, 2006

Enriquecida

Son las 12,18 del día despues.
Y estoy como un poco asi.
Es un dia especial, hoy ha sido un día como ninguno.
Porque tú lo consigues. Porque tú lo llenas.
Todos el mundo debería sentirse como yo en este momento.
Todo el mundo debería sentarse y escuchar.
Quien sabe observar gana un mundo.
Quien no tiene la capacidad de no ser ombligo la pierde.
Tú seguirás sorprendiéndome, con la esperanza de ser lo mismo para vos.
Vos hermoso por los cuatro costados, vos amor, dolor, pasión, risa, corazón, cabeza, vientre, víscera, indignación, condenación, autenticidad.
Porque no cabe otra cosa en el mundo que ser quien uno es.
Y a tí, solo me queda decirte, que más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Y tú eres diablo, y viejo , y bello, solo deseo continuar enriqueciendo mi vida.
Eh, niño lindo, ¿hace otra cerveza? Paga la vida.

miércoles, agosto 30, 2006

Dormir


Como no me vaya a dormir se me va a morir la imaginación,
3 horas de sueño en 24 son demasiado pocas para alimentar ideas.
Como no me vaya a dormir se me va a divorciar la mente,
que no disociar, que eso hace tiempo que sucedió y de ahí vienen…
todas mis soluciones.
Como no me vaya a dormir se me va a resbalar la razón,
que tropieza con mis deseos de salir corriendo y vender collares ibicencos.
Como no me vaya a dormir se me va a caer la alegria,
y luego a ver quien la tranquiliza y le sopla la rodilla diciendo: tranquila, la Mercromina no pica
Como no me vaya a dormir se me va a quedar tonto el impulso,
y sin gasolina para ir hacia adelante acabaré empeñando el reloj en Repsol,
y perderé mi tiempo
Me voy a dormir, si, creo que me voy a dormir.

Imagen sacada de www.artehistoria.com

martes, agosto 29, 2006

Que le den por culo a la gente profunda

Empezando por mi, cuando me pongo, no soy profunda, soy abismal.
Y digo yo que ya me vale, que si la niña que me ha llamao hace un rato quiere tirarse por un barranco, pues que lo haga. ¿A mi que más me da?

¿Que a que viene esto? Pues a una entrada que he colgado en plan madre Teresa. Que no joder, que ya está bien, que ya tengo bastante con mis barrancos propios para preocuparme de los de los demás. Aparte, a ti quien te ha pedido nada ¿so pedante de los cojones?

Pues eso, que he escapado del frenopático y estoy aqui...para quedarme...hahaha

lunes, agosto 28, 2006

Sin más


Traigo manzanas verdes, amargas, casi cítricas.
Traigo pulpa dulce de melocotón.
Traigo palabras.
Traigo sentidos.
Traigo alas de insectos en los bolsillos.
Traigo dos ventanas sin cerrojos.
Traigo y dejo cosas sin sentido.
Qué es de la lista de la compra lo que dejé olvidado.
Qué debería quitar, qué poner
Qué debería manejar con cuidado.

En mi casa no hay pestillos,
ni llaves, ni anillos,
ni jaulas para grillos.

En mi casa pasa el viento, silbando por los pasillos.
Entra y sale a su antojo, se queda cuando apetece
y cuando no quiero verlo, tiene deseo de mí.
Pero no importa, es libre.
Yo soy libre de quererlo o sacarlo al oreo.

Quien quiere pasa sin llamar.
Quien quiere llega sin avisar.
Quien quiere deja la ropa limpia,
la nevera llena.
Nunca una nota de agradecimiento,
solo algo olvidado,
una pequeña excusa
para algún día volver a recogerlo.

Tengo una casa abierta
que no necesita puerta,
ni cadenas,
ni sogas,
ni grilletes,
si entras y te quedas, será porque quieres.

Esta casa por ser tanto, ni siquiera es mía, es de ella,
de sí misma, y de todo el que quiera quererla.

sábado, agosto 26, 2006

Una noche cualquiera

En un bar.

Mesa 1: dos tias

Chica a: oye,¿ que tal van tus amoríos?
Chica b: psé, simplemente no van.
Chica a: es que tu eres muy exigente, y no estás abierta a nuevas experiencias.
Chica b:….
Chica a: que pasa, ¿que no quieres enamorarte? Hace mucho que no me cuentas nada con cara de gilipollas.
Chica b: exacto, no me importaría enamorarme, lo que no me gusta es hacer el gilipollas.
Chica A: ¿no es lo mismo?
Chica b:…pues no sé, a me da la impresión de que no me dejan, ni lo uno, ni lo otro, cada vez que he empezado a soltarme me dan tal ostia que no solo no me enamoro, sino que la cara de gilipollas es doble.
Chica a: ¿y eso como es?
Chica b: a ver, yo no suelo emocionarme con los tíos, y hasta la fecha, la mayoría de los tíos con los que he estado se han emocionado como bestias conmigo en cuestión de segundos, como si tuviera un efecto axe…debería saber de donde viene, para neutralizarlo. Porque cuando me decido a dejarme llevar, pues eso…que la que se lleva la ostia soy yo.
Chica a: …sagerá eres tia. Alguno que te gustase se habrá quedado contigo.
Chica b: jajaja, ¿sabes lo que me dijo mi mejor amigo cuando le conté mi última batalla?
Chica A:…
Chica B: dijo “¿otra veeeeez?”
Chica a:..ya…
Chica B: pues eso.

Sentada en la barra no podía dejar de preguntarme, si nos habían parido siamesas y nos habían separado.
O eso, o todos los hombres son iguales.
Yo personalmente prefiero pensar que las confusiones en las salas de neonatos son una estadística en alza…por la cuenta que nos trae a todos.