Movimiento...

Conseguir que salga a la calle
Conseguir que vuelva a pintarse las uñas
Conseguir que apetezca movimiento
Después de caerle la del pulpo, muévete moza, muévete o te convertirás en estatua de sal

Y volver, después de la incomprensión, el trabajo y el calor

una semana es todo lo que me permito...

Y vuelta al ruedo...a trabajar, bailar, viajar...China...la revolución...o la re-evolución...esta vez no quiero oráculos...solo los ojos de mis 17...

Equilibrium...

Cuando uno vive solo a solas la mayor parte de las horas de sus días, las emociones son más intensas.
En soledad, no hay feedback, no hay mano extendida ante el horror de las pantallas, la desazón del no saber, el pensamiento circular y viciado, como hoy, como casi cada día.
Entonces la necesidad de actividad es acuciante, y cuando se retoma, es como un chute directo a los centros vitales, pasar del coma al frenesí. Así podría resumirse.
Pasar de mínimos a máximos, con los que conservar esos mínimos para que la energía siga alimentando el alma en esos largos periodos de letargo, de soledad sensorial.

Últimamente sumida en la filosofía del equilibrio tengo la sensación de que tengo que punturarme la mente casi cada semana para que mi yin y mi yang no se coman el uno al otro, y andado el tiempo sé que acabaré pagando tanto exceso, tanto subir y bajar, tanta montaña rusa...quien me iba a decir que echaría de menos un día a día de paseo en barca por un río suave, en movimiento pero sin rápidos.

Mi maestro de corazón debe tener mancuernas en lugar de meridianos de tanto hacerlo trabajar...

Socorro...

El problema de los periodos con mucha actividad puntual seguidos de un "nada que hacer" es que ese "nada" implica nada apetecible...

Los días pasan lentos y aquellos que se lo huelen huyen como alma que lleva el diablo...o eso parece...

Pensaba estas alegrías mientras observaba dormir al gato y deseaba convertirse en él. Su  única función en la vida era maullar cada vez que le daba por ahí y perseguirla por toda la casa como si hubiese olvidado su condición felina y la hubiese cambiado por la de perro pastor...salvo para ovillarse en sus piernas o saltarle encima en los 20 minutos de siesta....

La radio suena a rock duro y en la pantalla del televisor enganchado permanentemente al PC pasan continuamente imágenes de una vida pasada y aparentemente mejor...o tal vez solo diferente...

Repentinamente suena el teléfono...parece que alguien ha escuchado la llamada de socorro...

Cajas...

Cajas, otra vez cajas....la vida en cajas...

Otra vuelta del planeta, otra vuelta que nos damos...a un par de calles de aquí...pero con todo a cuestas, creo que debería perder la cuenta de las veces que he metido toda mi vida en una caja y me la he llevado de paseo...

Para bien, claro que para bien, más espacio, más comodidad...más chismes...supongo que eso es lo único que no llevo bien. 

Alguien que solo posee dos maletas, tres juegos de sábanas y cuatro de toallas, amén de ingentes cantidades de libros, suele ser resistente a tener que planificar una mudanza...chismes, solo veo chismes por todas partes...peeeeero, es lo que toca...

Ilusión, claro, mucha, reconstruir, rehacer, hacer tuyo un espacio nuevo, que permitirá acoger viajeros sin estrecheces, trabajar en espacio propio y disfrute de los de casa (de dos y cuatro patas) sin tropezarse o estorbarse...mucha ilusión, si.

Y poco más, supongo que estas líneas solo son un acercamiento, un toc toc a mi cabeza disoluta para que no se olvide que esta casa también tiene que renovarse y hacerse propia de cuando en cuando...