viernes, noviembre 24, 2006

Es curioso...

Es curioso ver que algo que al principio parecía que iba a detenerte en el tiempo al final lo que hace es empujarte a avanzar.
Es curioso saber, que puedes sentir algo hermoso, eso es un regalo, un regalo que se hace uno a sí mismo, o que te hace la vida. Y es bueno saber que tienes el valor suficiente para apreciarlo y aceptarlo.
Es curioso como a lo largo de mi vida me he topado con gente estupenda, toda, no exagero, todas esas personas, me hicieran felíz o no tanto, me han enseñado a apreciar lo que tengo, y verlo todo como un milagro.
Es curioso saber, que hay gente que cree que los milagros ocurren todos los días. Solía estar de acuerdo, y puede que aún lo esté, pero en esta vida existen muchos matices…y los milagros, como los regalos, cuando ocurren y te dejan algo, hay que cuidarlos. Porque las cosas hermosas, aunque sean fuertes, se deterioran con el tiempo y las inclemencias del clima. Y puede que los milagros ocurran todos los días si, pero el mismo milagro no suele repetirse jamás. Un jarrón puede caer al suelo y romperse, y puedes pegarlo, pero nunca lucirá tan hermoso como el día que llegó a ti, salvo que lo cuides o lo mejores con nuevos dibujos.
Es curioso como a medida que crezco encuentro más gente a la que le encantan los regalos, por el disfrute de la sorpresa, y que no los valoran más allá del momento de recibirlos, como si cada día, cualquier desconocido, fuera a entregarles algo valioso sin más.
Es curioso, porque si eso fuera cierto, tal vez el mundo iría por otro camino, si tal generosidad fuese algo diario, no existiría el hambre, ni la pobreza…
Es curioso que habiendo tanto egoísmo en el mundo, haya personas todavía que sigan pensando que los regalos les lloverán a todas horas.

3 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

ciertamente el mayor regalo, que es el más ignorado, es que haya alguien que te acepta y decide estar a tu lado, como amistad, familiar, pareja o lo que sea. Un saludo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Hoy muchas personas creen que se merecen todo, los regalos, la felicidad, los buenos trabajos y salarios, el pasarlo bien... sin que por su parte hayan de hacer ningún esfuerzo: se lo merecen, nada más. Apreciar esos "regalos" de la vida, cuando llueven del cielo, no es fácil. No se aprecian lo suficiente, no complacen más allá del instante de destaparlos, como tu muy bien señalas. En fin, nuestra sociedad está ahora en eso, en obtener todo sin arriesgar ni esforzarse nada. Besos.

pcbcarp dijo...

En principio no nos merecemos nada pero, a veces, nos lo ganamos. ¡Huy, lo que he dicho...! Besos