martes, agosto 22, 2006

Payasadas


Me revienta la gente sin sentido del humor, no puedo evitarlo. Esta tarde viendo programas de la tele (que para lo que hay que ver…) y navegando por estos mares, me he dado cuenta que lo que falta en este mundo es sentido del humor. Y así nos va.

Perdónenme las disculpas, pero quien se toma a sí mismo demasiado en serio no puede ser feliz, quien toma las ironías prestadas porque no tiene ideas propias debe llevar una vida de lo más insulsa. Y quien no tiene la capacidad de sacar una sonrisa de nadie sin recurrir al ridículo ajeno debería mirarse un poquito al espejo y empezar a reírse de sí mismo, a ver si así aprende algo.

Hay muchas cosas está claro de las que uno no puede reírse aunque lo intente, pero la risa, las sonrisas del mundo, el saber sonreír es una de las mejores terapias para afrontar las cosas más duras de la vida, todas. Sin dejar una.

Así que voy a empezar a repartir sonrisas, a ver si regalando la mía, consigo que esta vida tan seria sea un poco más luminosa.

Porque desde hace unos días, me da la ligera impresión de que hay demasiada gente que piensa que para ser feliz hay que sufrir, que la amistad, el amor, la familia, los amigos, se valoran en base a las lágrimas que uno derrama por ellos…perdónenme las disculpas de nuevo, pero no se puede valorar a nadie por eso, ni por nada, no es un término cuantificable, pero si hubiera que poner una vara, yo elegiría el número de veces que me ha hecho sonreír, reírme a carcajadas por cualquier cosa, en los buenos y en los malos momentos. Eso si que no tiene precio.


Foto sacada de www.payasosdepuertorico.com

3 comentarios:

terminus dijo...

Ahí le has dado, no te digo más. Y... ahora mira como muevo las gafas, jejeje.

Un Besoo

Edu

Alunizado dijo...

Completamente de acuerdo,tú lo has dicho todo.Es la mejor de las varas posibles y además lo aconsejan ocho de cada diez médicos,los otros dos eran mi uróloga y mi dentista que se parten cada vez que me ven por la consulta,ja!

Besos.

olimpia dijo...

Yo siempre le digo a mi niño que lo que más me gusta de él es que me haga reir. Aunque la verdad es que para que yo me ría tampoco hay que correr mucho... me río hasta de mi sombra.
Un post muy bonito y muy acertado.
Besos.