Hoy ha sido un día, sólo un día, ni más ni menos. Un día estupendo, y no tan estupendo, he ido al reconocimiento médico de la empresa y si…dos compañeras que había allí me han reconocido a la primera. Vale, es un mal chiste, pero es el único que se me ocurre hoy.
He tenido bronca con mi jefa, y sí, ella tenía toda la razón del mundo, así que se la he dado ¿Qué otra cosa podría hacer? ¿Decirle que estoy cansada? Ella también. ¿Qué he tenido ciertos problemas personales que me tenían en danza? Ella también. ¿Qué me toca los cojones que la/nos agobien con cosas ridículas cuando hay un mundo por hacer en lo que curramos nosotras? A ella también. Pero ella no ha dejado que todo eso impidiera que su trabajo saliera adelante. Mea culpa. Al salir nos hemos reído y quiere leer un cuento que esta tarde tenía pensado empezar a escribir…pero estoy haciendo esto, echando mi mierda fuera, para que no salpique. Lo empezaré, en serio, está prácticamente escrito, en mi cabeza.
Llevo leyendo muchas vidas esta semana, y parece que andamos todos afectados por el mismo virus, el desamor, o el amor, o el no encontrarlo, o el perderlo, o no ser correspondidos…amor físico, visceral, fraternal, a la humanidad, a los amigos, a los enemigos…amor animal, loco, tranquilo, desquiciado, oculto, voceado…amor, amor, amor…mire donde mire, es el tema central, aunque no quiera serlo. Amor a la música, odio al amor, amor al cine, a la literatura…todo es amable. Todo.
Hasta quien no cree ya en el amor escribe acerca de él, tal vez porque quiera creer, o porque en el fondo quiere dejar de hacerlo…porque ¿Cómo se puede dejar de creer en algo sin haber creído antes en ello? Y si no has creído nunca, ni si quiera sería necesario decir que no crees en él. Yo no nombro a quien no conozco. Pero eso yo. Los demás quien sabe. Quien sabe de los demás.
Y he llorado, y me ha sentado bien. Y estoy sudando. Y me sienta bien. Supongo que mis hormonas andan revueltas, el calor, el mes, el estrés, ¿el amor? Si, el amor a todo. A nada. A nadie. A todos y a ninguno. Pero amor.
Y yo quería regalarme una canción que adoro, pero no la encuentro. Kissing a fool, George Michael, no la encuentro porque no la he buscado lo suficiente. Y la he cantado tantas veces, de cabo a rabo, de arriba abajo, del derecho y del revés. Me la sé en sánscrito, idioma que habla mi alma, y por eso no la entiendo. Una canción que me regalé con 15 años, miento, 16 y un primer beso, besando a un tonto, besando a una tonta, escuchaste a la gente y…estás lejos. A muchos años de mi. Como yo. Como tantos, como todos, que hemos sido los tontos de alguien…y yo pienso, escucha a tu alma, pero solo me habla en sánscrito y yo no la entiendo. ¿Será que necesito un traductor? Supongo que primero debo aprender a entenderla yo, antes de pedirle a nadie que me diga si mi alma dice lo que creo que dice. Antes de que me lo diga nadie, debo decírmelo yo.
Y no sé si esto suena triste, o alegre, o todo a la vez, porque, no sé si ya lo he dicho (lo suficiente), pero mi alma habla un idioma que yo no entiendo, así que me duele, y me hace cosquillas, y me tira de las orejas, y me muerde el corazón para que le haga caso a lo que siento, porque yo no sé sánscrito, pero la muy jodida si sabe que sentimientos tengo y entiendo un poquito de ellos. A ver, como todos, aprendemos de los experimentamos. Así que de esta guisa andamos, mi alma y yo, buscando un punto de encuentro, para no meternos en demasiados líos la una a la otra.
He tenido bronca con mi jefa, y sí, ella tenía toda la razón del mundo, así que se la he dado ¿Qué otra cosa podría hacer? ¿Decirle que estoy cansada? Ella también. ¿Qué he tenido ciertos problemas personales que me tenían en danza? Ella también. ¿Qué me toca los cojones que la/nos agobien con cosas ridículas cuando hay un mundo por hacer en lo que curramos nosotras? A ella también. Pero ella no ha dejado que todo eso impidiera que su trabajo saliera adelante. Mea culpa. Al salir nos hemos reído y quiere leer un cuento que esta tarde tenía pensado empezar a escribir…pero estoy haciendo esto, echando mi mierda fuera, para que no salpique. Lo empezaré, en serio, está prácticamente escrito, en mi cabeza.
Llevo leyendo muchas vidas esta semana, y parece que andamos todos afectados por el mismo virus, el desamor, o el amor, o el no encontrarlo, o el perderlo, o no ser correspondidos…amor físico, visceral, fraternal, a la humanidad, a los amigos, a los enemigos…amor animal, loco, tranquilo, desquiciado, oculto, voceado…amor, amor, amor…mire donde mire, es el tema central, aunque no quiera serlo. Amor a la música, odio al amor, amor al cine, a la literatura…todo es amable. Todo.
Hasta quien no cree ya en el amor escribe acerca de él, tal vez porque quiera creer, o porque en el fondo quiere dejar de hacerlo…porque ¿Cómo se puede dejar de creer en algo sin haber creído antes en ello? Y si no has creído nunca, ni si quiera sería necesario decir que no crees en él. Yo no nombro a quien no conozco. Pero eso yo. Los demás quien sabe. Quien sabe de los demás.
Y he llorado, y me ha sentado bien. Y estoy sudando. Y me sienta bien. Supongo que mis hormonas andan revueltas, el calor, el mes, el estrés, ¿el amor? Si, el amor a todo. A nada. A nadie. A todos y a ninguno. Pero amor.
Y yo quería regalarme una canción que adoro, pero no la encuentro. Kissing a fool, George Michael, no la encuentro porque no la he buscado lo suficiente. Y la he cantado tantas veces, de cabo a rabo, de arriba abajo, del derecho y del revés. Me la sé en sánscrito, idioma que habla mi alma, y por eso no la entiendo. Una canción que me regalé con 15 años, miento, 16 y un primer beso, besando a un tonto, besando a una tonta, escuchaste a la gente y…estás lejos. A muchos años de mi. Como yo. Como tantos, como todos, que hemos sido los tontos de alguien…y yo pienso, escucha a tu alma, pero solo me habla en sánscrito y yo no la entiendo. ¿Será que necesito un traductor? Supongo que primero debo aprender a entenderla yo, antes de pedirle a nadie que me diga si mi alma dice lo que creo que dice. Antes de que me lo diga nadie, debo decírmelo yo.
Y no sé si esto suena triste, o alegre, o todo a la vez, porque, no sé si ya lo he dicho (lo suficiente), pero mi alma habla un idioma que yo no entiendo, así que me duele, y me hace cosquillas, y me tira de las orejas, y me muerde el corazón para que le haga caso a lo que siento, porque yo no sé sánscrito, pero la muy jodida si sabe que sentimientos tengo y entiendo un poquito de ellos. A ver, como todos, aprendemos de los experimentamos. Así que de esta guisa andamos, mi alma y yo, buscando un punto de encuentro, para no meternos en demasiados líos la una a la otra.
6 comentarios:
Huy I. como andamos, como andamos ¿Verdad?. Siempre con el amor a vueltas y cuando decides que ya no quieres saber nada del dichoso amor siempre al alguien al acecho recordándolo.
Pero veo que te falta algo al final del post, ¿Te acuerdas? Seguro que si lo haces te sentirás mejor aún. Venga, hazlo por mi.
Un Beso
Edu
Edu: :)))))))
Bella: mira mi perfil...hay una olla de oro al final del arcoiris ;)
Besote
Eso de no entender a tu alma...somos todos tan perecidos sin hacer esfuerzos...que no me xplico a veces cómo no nos entendemos más...aunque si no nos entedemos nosotros mismos...en fin, dedícate a amar a discreción, que es una buena ocupación. Besos amorosos -como los osos-.
Supongo que todo el mundo se pierde alguna vez. No te preocupes, tarde o temprano aprenderás a entender a tu alma. Si tienes paciencia lo conseguirás.
Muchos besos y suerte en tu empeño.
Amor, amor, amor, amor...
Si hicieras más caso al ex-agente Smith... ;)
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