Lo vio trepar a su cama, desnudo, vestido con una sonrisa. Sabía quien era, pero su rostro, su cuerpo no era aquel que recordaba. Sabía que no debía estar allí, y sin embargo lo acogió, lo abrazó y dejó que le hiciera el amor.
Había estado con él tan solo tres meses. Hacía ya mucho tiempo de aquello, él tenía su vida resuelta, y sin embargo lo admitió de nuevo en la suya, como si fuera lo más natural del mundo.
Después del sexo, la abrazó, le dijo “te quiero”, y ella no supo que contestar. Tienes tu vida, no puedes quererme, ¿Qué quieres que te diga?
No tienes que contestar lo mismo, sé que no es lo que sientes. Pero tenía que decírtelo.
Despertó, empapada en sudor, la música de la plaza se colaba por el balcón abierto, sonidos de fiesta, agosto, tenía 16 años. Quería decirle que si, que le quería…¿pero a quién? ¿Al muchacho alto y delgado o al chico que la miraba a través de sus ojos? ¿Eran el mismo? Tenía 16 años y aquello no podía ser, en aquel sueño ella pasaba de los 30, y la sensación de repetir un encuentro con un antiguo amante. Pero ella no tenía amantes. Tenía 16 años. No los tendría hasta tiempo después.
Volvió a dormirse. Abrió los ojos y el muchacho la observó, echado a su lado, con una sonrisa, no dijo nada. Y ella dijo “te quiero”.
Se giró y abrazó el cuerpo tendido a su lado. "Me das calor", gruño una voz, la niña a su lado no tendría más de 8 años. "Me das calor", repitió. "Lo siento", y se separó. Tenía 16 años, y soñó con un amor, o con dos, o con ninguno. Tal vez solo soñó que amaba.
Pero era tan real…con 16 años supo hasta su nombre, sin conocer su rostro. Nunca ha dicho “te quiero” con su propia voz.
Había estado con él tan solo tres meses. Hacía ya mucho tiempo de aquello, él tenía su vida resuelta, y sin embargo lo admitió de nuevo en la suya, como si fuera lo más natural del mundo.
Después del sexo, la abrazó, le dijo “te quiero”, y ella no supo que contestar. Tienes tu vida, no puedes quererme, ¿Qué quieres que te diga?
No tienes que contestar lo mismo, sé que no es lo que sientes. Pero tenía que decírtelo.
Despertó, empapada en sudor, la música de la plaza se colaba por el balcón abierto, sonidos de fiesta, agosto, tenía 16 años. Quería decirle que si, que le quería…¿pero a quién? ¿Al muchacho alto y delgado o al chico que la miraba a través de sus ojos? ¿Eran el mismo? Tenía 16 años y aquello no podía ser, en aquel sueño ella pasaba de los 30, y la sensación de repetir un encuentro con un antiguo amante. Pero ella no tenía amantes. Tenía 16 años. No los tendría hasta tiempo después.
Volvió a dormirse. Abrió los ojos y el muchacho la observó, echado a su lado, con una sonrisa, no dijo nada. Y ella dijo “te quiero”.
Se giró y abrazó el cuerpo tendido a su lado. "Me das calor", gruño una voz, la niña a su lado no tendría más de 8 años. "Me das calor", repitió. "Lo siento", y se separó. Tenía 16 años, y soñó con un amor, o con dos, o con ninguno. Tal vez solo soñó que amaba.
Pero era tan real…con 16 años supo hasta su nombre, sin conocer su rostro. Nunca ha dicho “te quiero” con su propia voz.
6 comentarios:
Iralow, que decir... como siempre precioso.
Nunca pierdas la oportunidad de decir " Te Quiero".
Un Beso
Edu
Sigh...
Edu: am, digamos que soy despistada e inoportuna,así que imagino que cuando lo dije, debió pensar el pescaero que estaba loca...
Sroja: ¿suspiráis? va mujer, quédate un ratooo
Pedro: Joé, últimamente no acierto con vos, o te estreso o te "mato"...a ver si vas a ser familia mia --
vale, que ya lo he entendío. Mi análisis es, que yo estaba espeso la otra noche, porque hoy lo he leído y entendido a la primera.
diagnóstico:pues no, no vas a estar como una berza, juas...
Me ha gustado tanto como lo escribes porque nos permites "vivirlo" mientras leemos. Precioso
:^*
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