Hay quien...

Hay quien busca información sobre sexo y encuentra un bombardeo de páginas guarras, sitios donde te pueden informar y alguna que otra página seria con una información que te permite saber. Pero no como enseñar.
Tras dos citas, hay quien encuentra que hay profesionales de este tema y que se ofrecen voluntariosos, a pesar de su apretada agenda, a echarte un cable con tus “alumnos”…

Hay quien se pregunta todavía como viviendo en el país que vivimos y en la época en la que estamos, pueden producirse tantos abortos clandestinos, embarazos adolescentes y aumento de enfermedades de transmisión sexual…
Hay quien se responde, que a pesar de lo llenita que tienen la boca los que están para la foto, de la cantidad de campañas y recursos que han puesto los azules o los rojos, o los verdes o los amarillos, en la realidad solo hay cuatro mulos de carga, corredores de fondo, que intentan hacer llegar esa información de primera mano, sin cobrarte por lo que te van a contar, sacando tiempo y ganas de donde no las hay, para que por lo menos uno de cada 10.000 seres humanos no tenga que enfrentarse a ninguna de estas situaciones.

Y hay quien sabe que a la hora de hablar de fútbol, de trabajo, incluso de violencia de género mucha gente levanta la voz y opina, y demuestra que ve los telediarios, lee los periódicos y discute sanamente con su gente. Quien sabe también que por desgracia, todavía se susurra para hablar de sexo, se sube los colores para comprar condones y se bromea frívolamente para pasar de puntillas por algo tan natural e importante como es nuestra sexualidad, para no tener que enfrentar los problemas o la toma de decisiones sobre un área de nuestras vidas que puede condicionarnos a todos los niveles.
Sigue encerrada en el dormitorio, en el asiento trasero del coche, en los portales a oscuras, y es estupendo que sea algo privado, pero no lo es tanto que esté amordazada, relegada al ámbito de la “guarrerida española”, del “a mi no tiene nadie que enseñarme nada de eso, que ya tengo pelos en los webos…” o de “niña, eso no se pregunta, y menos en la mesa”…

Por suerte también hay quien se atreve a cuestionar todo esto, a mover a la gente a salir de su armario particular, tanto da que sea hetero, gay o lesbiana, porque a la hora de hablar y saber de sexo, hay muchos más armarios de los que nos pensamos, donde metemos nuestras inseguridades y dudas para no afrontar aquello que, por educación o vaya usté a saber, nos resulta embarazoso y hasta vergonzoso…

Y también hay quien se dedica a romper camas y descojonarse de la risa, queriendo romper alguna más, y tabúes, y armarios y seguir aprendiendo y encontrando mulos de carga tan estupendos como los que hoy se han ofrecido a echarme un cable para hablar abiertamente con otra gente de lo que más nos divierte y preocupa en cuestión de sexo…