Venía pensando si estabamos en pleno diciembre o si por el contrario en lugar de un autobús me había subido a una máquina del tiempo y había regresado a la primavera...joé que caló.
Encontramos a padre e hija, pasándoselo bomba...en una hormigonera...un camión hormigonera lleno de lucecitas y tamaño micromachine...que hacía tirutituriiii, chinchin, poooom...iuiuiuiuuuuuuuuuuuuuiiiiiiiiiiii...y la yo, con los ojos como platos. No daba crédito ¿una hormigonera? Joé, pues ya que nos ponemos en plan clase obrera, pues no sé, un bulldozer, que mola más ¿no?
En fins, que la cursi que soy, después de pasárselo como los indios también con la hormigonera, se dedicó a sacar fotos a las hermosas florecillas del paseo y a espantar arañas del vestido de la Gorda, que todavía no entiende que su pasión por las hojas y los palos conlleva ciertos riesgos...
Todavía me cuesta creer que de aquí al miércoles vaya a realizar un sueño que he estado aplazando desde los 16, lo siento, pero hasta que no pase, no lo creeré....estoy tan emocionada que podría...contarlo...nop, no puedo, que se jode, que ya sé que las supersticiones no son buenas, pero cada vez que he adelantado algo en estas páginas, al final se me ha jodido...
Y mientras mi Gorda, tras romper algo que no debía, sale corriendo, y pone su mejor sonrisa de "que mona soy ¿verdad?" para que no la regañe...y yo pienso en un título documental "run rabbit run..." que ya te pillaré...pero claro, es una niña...no piensa que pueda tener que aprender a ser responsable de lo que rompe algún día...
2 comentarios:
ya saben el refrán. "Nunca es tarde si la dicha está en hormigonera"
petons
benditos bichos, cuánta guerra dan pero luego con esa sonrisilla lo arreglan todo. felicidades
Salud
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