martes, julio 11, 2006

Había una vez un circo


Había una vez un circo
Había una vez un circo de tres pistas
Había una vez un circo de tres pistas con domador
Había una vez un circo de tres pistas con domador y látigo
Y eso era lo único que había
Los payasos se habían muerto de la risa
Los trapecistas se llevaron las redes al mar
El mago echó un polvo y desapareció
La mujer barbuda se hizo la depilación láser y fue portada del Cosmopólitan

Y la tigresa de bengala encendió un mechero y se consumió.

Cuando las luces se apagaron, el mundo real empezó a serlo más
Cuando las luces se apagaron el mundo real dejó de ser oscuro
Cuando las luces se apagaron la fantasía se fue de paseo
Y los algodones dulces fueron pluriempleados en un hospital privado

Y yo me levanté de mi asiento
Y tú te levantaste de tu nube
Y viniste a buscarme a la salida de la carpa

Y montamos un consultorio para domadores locos


Creo que el calor me está derritiendo las neuronas…..

11 comentarios:

terminus dijo...

Si el calor provoca esos efectos en tí me parece que entonces te regalaré una estufa para la cabeza.
Jamás imaginé plantearme una vida como una atracción de feria, pero ahora veo que es igualita.

Besooo

Edu

PD: ¿Hace una cerveza fresquita?

Anónimo dijo...

pues a mi me ha encantado.
A cuidarse, besos.

p.d=>que cabrón el mago.

Maik Pimienta dijo...

Me pido ser tigre de Bengala incendiaria, estilo tifosi, para arder a lo grande.

Relato original cuanto menos! Un beso de bengala.

iralow dijo...

Edu, la vida es un circo de tres pistas...el tema es saber distinguir cuando estas bajo la carpa...

Sandman, ¿cabron? ¿Por qué? tal vez fuera un polvo mágico. O tal vez si sea un cabrón. Nunca se sabe con los magos.

Maik, se nota que todavia tenemos resaca futbolera ein? Besos con chispa

Anónimo dijo...

Los magos es lo que tienen (emos, ejem), que nunca se sabe si te dan ilusión o si te están engañando como a un imbecil...

Pero yo prefiero ser de los que nunca preguntaban donde estaba el truco, a pesar de saberlo.

Gacela dijo...

Los algodones de azúcar debería regalarlos la Seguridad Social. Endulzan la vida, y eso es un seguro.

(Aunque sospecho que 9 de cada 10 dentistas no los recomiendan. Sosos, que son unos sosos)

olimpia dijo...

Tienes razón, interesante relato.
Besos.

Anónimo dijo...

Qué vaaaaaa mujeeer, no hace caloooooooooor...creo que me voy derritiendo por momentos, pero sí.. puede que todo sea un circo, y puede que dentro de nada no sea nada más que un sueño...

iralow dijo...

Pues eso lo vamos a mandar con 100000 firmas Gacela! Por lo menos amenizarán la espera y endulzarán el ambiente hospitalario :)

Olimpia, bienhallada, no se si era un relato o una neurona recalentá :P

Carmen...esto no es calor...todavía no hay palabra para definirlo...un circo de función continua es esto sip.
Besito

Slv Vr dijo...

preciosas palabras señora.
yo me apunto en lo de regalarte una estufa para la cabeza. posts asi son realmente un regalo

un beso desde la jungla.

Carla de La lá dijo...

Me gusta....