Menos da una piedra...

De nuevo el sol, de nuevo el vientecillo fresco de la mar hermosa.

Mientras baja la cuesta que lleva a la oficina de empleo lió un cigarrillo y observa a la gente que va y viene atareada en sus cosas, suspira y oculta su rostro con unas enormes gafas oscuras. Yo a lo mío. Una gestión más.

Esperando que septiembre llegue cargado de parabienes piensa en lo duro que resultará este agosto, planificar y tomar decisiones que no le parecen asumibles para una novata en ciertas lides...y que si puede evitar no asumirá.

Entra en el estanco y pregunta por un tabaco que no tienen...tienen euromillón y gordo...menos da una piedra.

Volverá a poner sus ilusiones en esa suerte en la que no cree, en esa que ella considera que no se labra con esfuerzo...puede que esta vez acierte en equivocarse...

Y se termina otra semana dura, llena de trabajo no recompensado y sonrisas sacadas de sus ojos verdes...desearía poder regalarle las suyas en cada momento, para que supiera que ella no se rinde, solo saca fuerzas de la ira...low