Son las 9 de la noche cuando abro la puerta de mi casa, después de un exceso de trabajo, demasiado habitual en los últimos tiempos.
Es una tarde de lluvia, y debería sentirme triste y melancólica por que hoy no he visto la luz del sol...debería, pero no es así.
Tal vez hoy haya empezado a apreciar las tardes lluviosas, tal vez hoy haya agradecido el frío repentino y la humedad, tal vez hoy me haya sorprendido la existencia del mundo fuera de las cuatro paredes del despacho que es mi universo desde hace algunos meses.
Tarde de lluvia. Despertar.
4 comentarios:
bienvenida.
si puedes escribir lo que te apetezca, y vaciarte la cabeza, el cuerpo, el subconsciente...
estoy de acerdo contigo, es genial.
un saludo desde la jungla berlinesa.
te continuare leyendo, si me lo permites.
Estas en tu casa, pasate cuando quieras y si sabes donde está la nevera y hay algo más que un poco de cerveza y pan de molde puedes servirte, ja!
Gracias por leerme y vuelve cuando quieras.
Aunqe parezca que nadie lo va a leer siempre hay alguien paseando por la red.
Solamente mandarte un saludo y sigue escribiendo.
Hey!
Felicidades por no ser como todas/os las/os demás. Es cierto: volvemos a descubrir el valor de las cosas sencillas que siempre nos han hecho felices. Un saludo y por favor... a más horas de trabajo que le eches, cuando te sientas agobiada , pásate por mi blog y me insultas :D Te aseguro que te quedarás como nueva. Funciona (te lo aseguro).
Publicar un comentario