miércoles, abril 01, 2009

Anillada

Como las palabras vuelven a mis manos,
como mis huesos descansan por fin,
como mi boca silenciosa acusa el esfuerzo,
el tiempo va a jugar a mi favor, curándome los excesos.

Jugada, enredada, cosida y recosida por mi mano inexperta
de costurera sin dedal, que ya se sabe...

No me gustan los remiendos,
no soy buscadora de juicios ni miedos.
Pero los encuentro, y me veo forzada a hilar complicaciones ajenas
Implicada y acusada, sojuzgada, "hasta los webos".

Pero la recta final ya recorrida me regala una mañana,
y una tarde de nada.

Esperanza, esperando, espera, espero ligera,
el plomo que de nuevo lastraba mis alas quedó atrás.
He de cuidarme bien de no dejar que ,otra vez,
ningún coleccionista de caprichos anille mis ganas.


Hala, ahora a hacer de maruja y a poner orden en la casa, que refleja exactamente el paso de un huracán laboral y emocional.
Voy a disfrutar de mi merecido descanso unos días, pero primero, vamos a lavarnos la cara.

3 comentarios:

terminus dijo...

Pues descansa por que no paras.

Que no te corten las alas.


Besoooooo

Edu

PD: Cuando sepas el día que vas a estar por aquí me avisas para poder estar yo

Anónimo dijo...

... ¡y cuidado con los cazadores de patos también!..

Isabel Barceló Chico dijo...

Disfruta de las vacaciones y descansa mucho. Seguro que si llega un nuevo huracán no te pilla en casa... Besotes.