martes, julio 29, 2008

...co la imaginación...

Que calor. Derretirse es la premisa del día.
Mi Gorda tiene un nuevo amigo. Se llama algo así como Vikeni. Y existe en su imaginación. Yo también tenía uno, de hecho creo que todavía lo tengo, y ha crecido conmigo como un Pepito Grillo que en muchas ocasiones hace que no te sientas sola, aunque seas plenamente consciente de que Pepito es parte de ti, tuyo y solo tuyo, como tu mano o tu pie.
Y me hace gracia, “Vikeni disfasado e dragón”, “Vikeni disfazado e gallina” (una marioneta dragón y un guante con los dedos desparramados sobre su mano). Su última contestación para todo es”…co la imaginación”…y de eso a mi Gorda no le ha faltado nunca. Que me gusta que invente, que me gusta que imagine, que me gusta que con poco más de 3 años siempre tenga algo que decir, aunque no se le entienda de la misa la mitad. Ella si que se entiende, y por el momento, eso es mucho más de lo que cualquiera con cualquier edad, ya sean 18, 30 ó 60 años podemos decir.
Y detrás lleva un bicho rubio que todo lo repite…que me gusta que le enseñe a imaginar y a contar y contarse cosas, sin importar si tiene un significado para nadie, porque como ella dice “…co la imaginación…”

jueves, julio 24, 2008

Bichos bola....

Estoy como una bola…como un bicho bola.
Me encantaría poder hacerme rodar por el lado de la enorme bañera de plomo con patas que había en el patio de la abuela de mis primas, en Vitoria.
Todos metidos dentro jugando a Dios sabe qué, y haciendo rodar a los bichitos bola por el borde, a ver quien ganaba. Por lo menos sabría lo que es un deporte de riesgo…o simplemente un riesgo.
Digo yo que siendo bicho bola puedes rodar a cualquier parte, o encoger tus 100 patitas y encorvarte hasta volverte una minipelota gris y hermética, y echarte una buena siesta sin que nadie te moleste. Nadie salvo unos niños tocapelotas que te hacen rodar por el lado de una bañera de plomo…

Que tendrán los bichos bola, que siempre que vuelvo a ver alguno, me entran ganas de saber como se verá el mundo escondido en un terrón de tierra, entre briznas de paja y compartiendo camino con miles de bichos como tú, rodando y caminando unos sobre otros…ahora que lo pienso, se debe parecer bastante al metro…con la excepción de que si me diera por encogerme hasta los límites de lo permitido por la física, haciendo que mi columna me diera la posibilidad de ocultar brazos y piernas y rodar escaleras abajo en pleno metro de Madrid, la gente de a pie no iba a reaccionar con mucha normalidad…lo que me podría reír…Y sé de alguno (muchos) que siempre ha pensado que sería estupendo tener tanta flexibilidad en la columna, no para rodar, más bien para otros menesteres…probablemente querrían la fórmula mágica para convertirse en bicho bola.

Me imagino a mi jefe o mis compañeros pidiéndome esto y lo otro y de repente, ¡zas! Iralow es una enorme pelota gris "aostrada" sobre su silla…¡apartaos chicos, o sabréis lo que se siente siendo un bolo tras un pleno! ¡¡¡¡Brrrrrouuuuum!!!! Y salgo rodando mientras atravieso los cristales de la puerta rumbo a mi bañera particular…

Si, creo que en este momento, me gustaría mucho poder hacer de bicho bola…

viernes, julio 18, 2008

Blandita

Ando blandita esta semana.
Sensiblona y ñoña hasta decir basta.
Me emociono hasta con los anuncios del McDonald's, y eso ya es en sí misma una aberración.
Creo que lo de trabajar una tarde a la semana en verano me mata. La tarde del jueves para ser más exactos. La que no me permite salir el próximo puente rumbo al sur unas horas antes.
La que me obliga a decirle a la gente que está chungo volver a casa, y encima cuando lo hacen vencidos por las circunstancias.
Se me ha muerto el ordenador del curro, y el informático, esa joya personal a la que no vemos el pelo en todo el año, que nos trata como si fuerámos analfabetos digitales, todavía no ha respondido al email.
Y el gato, el puto gato, que me da el coñazo y me crispa los nervios, y que me solivianta la culpabilidad porque se pasa el día solo.
Hoy por fin, después de hacer que me trajeran la plancha de casa de mis padres, he descubierto que estaba escondida detrás de la ropa de planchar.
Me voy que ha llegado mi cita de las 9, para un café y una charla, y luego ponernos a buscar curro como dos locas.

jueves, julio 10, 2008

...desde...hasta...

Remoloneando frente al teclado, abriendo una ventana y otra y otra y otra…el calor aplastaba las voluntades en aquel local de escasa ventilación e inexistente aire acondicionado.
Internet no ofrecía ninguna evasión refrescante aquella tarde, hastiado de buscar viajes que nunca realizaría a través de las ofertas de vuelos baratos, vuelos desde…que al final resultaban ser vuelos insulsos, inservibles para una rutina irrompible ¿volar un martes?¿regresar un miércoles?....vuelos “desde”. Sus ahorros le permitían vuelos “desde”, pero su tiempo disponible solo le llevaban hacia los vuelos “hasta”…imposible, en esos días su huída se presentaba imposible.

El tintineo de la campanilla de entrada rompió el ensueño, tarde de agosto, “la hora de los toros”, pensó para sus adentros, “aquí irrumpe el primero de la tarde”, y dibujó una sonrisa profesional en su cara…

Tras 10 minutos de cordial atención aquella persona salió con un montón de información y una sonrisa triste dibujada en su cara…retornar a su país, vencido, pero al menos no dormiría en la calle aquella noche.

Vuelta a la pantalla del PC, una ventanita azul parpadeaba en la esquina derecha, no había nombre “¿Quién eres?”, pensó….y escribió.
“Tu hada madrina”, respondió “Te concedo un deseo, sin fecha de caducidad”
“¿Quién eres?” volvió a preguntar
“Formula tu deseo”, contestó sin más
“…esto tiene que ser una broma…”
“Formula tu deseo”, insistió
“…no me gusta que me tomen el pelo…”
“¿Qué tienes que perder?. Formula tu deseo…”

Meditó unos segundos y llegó a la conclusión de que fuera quien fuese tenía razón, no estaba haciendo nada de provecho, no tenía planes de nada en meses y nada le esperaba en casa, nada le había provocado la menor emoción hasta hacía dos minutos…cuando aquella ventanita saltó en el lado derecho de su pantalla…

“…está bien…”

Un pequeño smily fue la respuesta que le llegó del otro lado.

“Deseo…”, no lograba encontrar las palabras para plasmar lo que deseaba, es más, ni siquiera tenía la noción de desear nada en ese mismo instante…

“¿Deseas?...”, volvió a parpadear el hada
“Deseo…” se dio cuenta de que tal día como ese lo único que se le pasaba por la cabeza desear era saber quien le había sacado por la fuerza de su rutina…
“Deseo saber quien eres” escribió por fin.

De nuevo el smily se encendió en su pantalla…”..concedido…”, y desapareció del programa de mensajería instantánea.

“Que contrariedad, justo ahora que se ponía interesante se va la red…mierda de día, mierda de suerte…”
La campanilla volvió a tintinear. “Esta vez que atienda Raquel, no estoy de humor”

Una mujer de mediana edad se acercó a la puerta de su despacho, y tocó con los nudillos en el quicio de la puerta …”Miguel, esto…hay alguien que pregunta por ti…dice…dice que es tu hada madrina…”
Miguel levantó una ceja en señal de incredulidad, se puso en pié y caminó hacia la pequeña sala de espera. Observó la figura que lo esperaba sentada en uno de los viejos butacones, colocados de espalda a los puestos de trabajo para no interferir en los quehaceres diarios salvo a petición de los profesionales.

“Buenas tardes, ¿en que puedo servirle?” dijo Miguel todavía si conocer la identidad de de quien lo reclamaba…

La figura se levantó y se giró para dar a conocer su rostro a Miguel, sus ojos negros revelaban una chispa de complicidad, y la mueca de media sonrisa en su boca implicaba familiaridad…”…hola Miguel…¿tomamos un café y te lo explico?”
“Verás, estoy ocupado, es horario laboral ¿sabes?”, no sabía si estaba sorprendido o enfadado, le parecía reconocerla, pero no estaba seguro de quien era ni de donde la había visto.
“…vamos Miguel…15 minutos, aquí hace demasiado calor para hablar de esto…salvo que prefieras hablarlo en Santo Domingo, desde…” su cara era la de la picardía personificada…hizo una pequeña pausa y solo dijo “…hasta…”

Fue entonces cuando se dio cuenta…era imposible…pero, era exacta a la guía virtual que se había fabricado para hacerle de compañía en tardes como aquella, tal había sido su nivel de aburrimiento…abrió la boca como los peces de colores en un acuario de cristal sin poder articular palabra…

Finalmente logró decirle a Raquel que saldría un momento, mientras agarraba a la muchacha del brazo, casi más por asegurarse de que era real que por sacarla de aquel lugar…

“No puede ser…¿quien diablos eres?”
“Te lo he dicho, soy tu hada madrina…y tu deseo” añadió.
“Pero…¿Cómo?” balbuceó
“Dímelo tú Miguel, estoy aquí por ti, y te lo agradezco”

Miguel sonrió, ella le dijo su nombre, él volvió a sonreír, no recordaba haberle imaginado nombre alguno, lo que significaba que o bien tenía identidad propia, cosa que le parecía estupendo….o bien era una chica muy muy lista, muy muy creativa y por su puesto muy muy interesada en él…lo que le parecía más estupendo aún…
“Esto sí que es un viaje “desde” y “hasta”, todo en uno, y lo mejor, es que es desde aquí hasta no se sabe dónde…”pensó, y un escalofrío de placer recorrió su espalda, haciéndole sentir vivo de nuevo…


sábado, julio 05, 2008

Quien teme al lobo feroz...

Quien teme al lobo feroz...al lobo, al lobooo...ese lobo feroz que es el día a día. Despertadores, metros, autobuses, atascos, ocho horas de trabajo, metros, autobuses, atascos.
Capitanes intrépidos y una tarde de piscina, un bañito y una charla con la generación de los años 40, gente con hipoacusia y mucha vida, mucho viaje o muy poco porque alguien decidió que quería una chacha sexual gratis, que se libera cercana a los 70 por su cuenta y riesgo y que por cuenta ajena sigue siendo acosada.
Es lo que tienen las charlas de piscina y viernes, los conocidos desconocidos, que bajo una sombrilla de paja te asombran y se abren a ti, haciendo que como siempre la realidad supere a la ficción.
Y llega, sonrisa y un beso que se escapaba por mi nuca es atrapado en el momento justo.
Un baño, más risas, mas sordera melódica y dejarle al gato todo lo necesario para un fin de semana, salvo compañía. Animalico. Culpabilidad.
Y aqui estan los minutos, que corren raudos hacia las notas de The Police, que piensan en ese desfile de colorín y que desearían poder aunar ambos para ver la explosión de colores y música.

Quien teme al lobo feroz...yo le temo, pero ese miedo es el que desde siglos nos mantiene vivos y alerta, ese miedo es el que hace que enfrente la rutina lanza en ristre, y que me ría cada vez, y en su cara a cada dentellada que esquivo...al fin y al cabo sé que me ganará la guerra...no saldré viva de ella, pero por el camino...