miércoles, marzo 28, 2007

Hormiguitas

Acurrucada en el sofá viendo la tele, sentía la cercanía y el cariño.
Horas de asueto que necesitaba, pero que en realidad hoy, no sé si debiera haber dedicado a dejar volar mi mente.
El horóscopo no mentía esta mañana.
He sido rápida y convincente, profesional, emocional lo justo, para dar calor y apoyo.
Pero la tarde me ha traído el recuerdo de la niñez.
De esa niña pegajosa que fui, que sigue ahí.
Esa niña que aprendió que el espacio de cada uno hay que respetarlo.
Que aprendió que pedir un beso o un abrazo, o una caricia es algo que hay que dejar para mañana.
Que continúa sin poder dejar de rozar un brazo cuando habla, de dar un abrazo fuerte cuando le dejan.
Que sonríe siempre para abrir espacios y dejar entrar.
Y que hace mucho tiempo siente que cada vez sabe menos como hacerlo, como dar un achuchón y una caricia sin ser malinterpretada.
Y que sobre todo, echa de menos a alguien que se atreva a mimar, a sonreír, a abrazar, a dar una leve caricia.
A alguien no siempre pida y a quien no haya que llegar a pedir cuando las hormiguitas de la piel se adormecen y aletargan olvidando lo que es un mimo dado por nada.

viernes, marzo 23, 2007

Y poco más, que no es poco.

Semana agotadora, sip, pero parece que con final feliz, tengo a mis gordas en casa, he salido tarde casi todos los días y todavía tengo un trabajo de evaluación por entregar, pero eso da lo mismo, he llegado y he bailado meneando el trasero con un bicho de dos años con rizos, al ritmo de salsa y con una estupenda nota en mi segundo examen. Así que imagino cogeré el trabajo estudiantil con ganas, a enviar el domingo como muy tarde.
Propuestas varias y estupendas, viajes sobretodo, no sé que haré en vacaciones, y lo cierto es que estoy deseando que lleguen...no, no, no viene diciendo mi Gorda detrás de mí, mientras agarra las gafas de su abuela y flipa viéndome escribir en este chisme....

Y poco más, que no es poco.


Si el cansancio me vence ,bailo.
Si la tristeza me acosa, canto.
Si los días son largos y tediosos, leo, charlo,
trabajo y muevo el culo...

Si el mundo se para, me siento al borde
a ver como se pone el sol.

Si gira veloz y vertiginoso
me suelto el pelo y disfruto del paseo.

Cuando las cosas parecen ir deprisa.
Cuando las cosas parecen ir despacio.
Mientras la prisa no me pueda.
Y la lentitud no me pese.
Seré elástica, flexible, serena,
borracha, payasa, incansable,
dulce, tierna, pasional.
Constante con lo que quiero.
Intransigente con lo que daña.
Es genial mirarse al espejo y reconocer a una extraña.

domingo, marzo 18, 2007

Absurda

Soñando que tengo un hogar, por dos días descanso y veo la tele, y bajo a comprar el pan.

Soñando que será la última noche que vuelva a casa sola, salgo y me río y me tomo una copa o cuatro o ninguna, y maquillo mi mirada a sabiendas de que tal vez no vuelva sola hoy, pero seguramente sí mañana.

Soñando que mañana no tendré que madrugar me siento delante de la pantalla y escribo, y me río de mi misma, mientras el humo hace volutas delante de mis ojos, que esta tarde solo querían llorar, sin saber muy bien por qué...

Soñando que lo que se avecina será siempre bueno, con la certeza de que en realidad no necesito ser bruja para saber que no será así, escucho en silencio por si encuentro alguna señal que me demuestre que estoy equivocada.

Tal vez el cansancio y el olor a limpio de mi cuerpo, de mi pelo recién secado hacen de este domingo un domingo más que casual, en el que la casualidad no ha tenido cabida, un domingo en el que no ha habido llamadas inesperadas, encuentros deseados ni momentos acompañados.

Un domingo que precede a un lunes. Que dará paso a un martes. Que vendrá seguido de un miércoles y que en definitiva, es la sucesión de los domingos de mi vida, una vida que me gusta, aunque a veces parezca tan absurda como hoy.

miércoles, marzo 14, 2007

Caos o K.O.'s?


Lunes. Visita oficial. Sonrisas, dientes, cafés, bollos, chicas, hola hola, todo bien, aha, aha...¿entrevista para admisión? Tiaaaaaaaaaaa, que es mi primer diaaaaaaaaaaa...que te den, la haces y así refrescas.

Martes, congreso, por la mañana, por la tarde, teléfono, teléfono, todo bien? Oye que no que mañana, ¡tres veces te he dicho que mañana!, teléfono, teléfono, joder que tengo que escuchar la conferencia en inglés! Necesito concentración!....casaaaaaaaa, siiiiiii, joderrrrrr nooooo, tengo claseeeeeeee, uy! Son las 9! A cenarrr!!!! Hola mamá, hola papá, si, si, todo bien, si si ¿eh? Si, mañana otra vez, si me voy a dormir, hola guapo...no, me voy a dormir....zzzzzzzzz

Miércoles, llego tarde ¿café? Claro, como no, oye mientras engullo el Donut y antes de entrar a la conferencia llamo a la chica ¿no hay teléfono? ...pera que lo pido ¿no está?...mierda no tengo batería!...te doy otro número, este no es el del curro....conferencia...esta vez todo tranquilo...intermedio, zumito de naranja y 3 cigarritos...conferencia, teléfono, 8 llamadas, no puedo coger, ya dejaran mensaje, 10 llamadas...y esta tía sigue conferenciando en francés...salgo ¡estoy en un congreso! Es urgente? No...perdona, te llamo yo cuando termine...la gente no considera raro llamarte 8 veces para algo que no es urgente...me pierdo media conferencia, así que teléfono y oye...para que me habías llamado tú? Nos mandan otra chica...lo siento, no hay plazas, hace 8 llamadas que se adjudicó...vuelvo con la francesa...que interesante este último cuarto....fin...a comer a 25 km de la conferencia ¿Qué no hay comida? No pasa nada, arroz, tomate y huevos hay no? Pues eso, puchero, ajos, sartén y cocinilla con mandil....comida, me falta esto, y esto puedo hacerlo? Tienes 3 años? Por qué me preguntas eso?...jajaja, uy! Llega el grupo de voluntarios...¡cuanta gente! Presentación, despedida, presentación, despedida...adiós, adiós...¡hola! la chica nueva? Que niño más guapo! Pasa, monta cuna, da instrucciones, suena el teléfono ¿una factura? Si si claro...esto p’a ti, esto p’a mi....¿ya te has instalado? Que bonito todo, que bien nos va a ir aquí....¡mierda! no llego a clase!
7,30....se cambia la hora de la tutoría....fssssssssssss....me deshincho....leo, suena el teléfono, ¡Cuánto tiempo! Siiiiii, vienes? Aquí te espero, avisa el día que llegas...si, si, agotada, si mucho, si, yo a ti también...si, estoy sonriendo...¿por qué? Pues no sé, imagino que en una de estas me he dado cuenta de que este caos delicioso me hace feliz.

Está muy claro ¿no? Y así va a ser mi día a día de ahora en adelante...salvo que lo remedie, que no creo.

domingo, marzo 11, 2007

Bajando al super...


Y entonces qué. Para qué, de que sirve volver atrás, si no es para rebañar los restos de la copa de chocolate.
¿Para qué quiero yo unos restos cuando tengo un super debajo de casa y puedo volver a comprar una y otra y otra y otra más?
Claro que hay mil y una copas de chocolate, igual que hay mi y una noches para disfrutar, que decía el cuento.
Igual que hay mil y una sensaciones por vivir.
¿Qué necesidad hay de regodearse en lo buena que estuvo aquella copa cuando sabes que tienes 1 euro en el bolsillo?
¿Y si tienes un millón?
Lo único que pueda explicar un comportamiento tan estúpido es que aquella copa fuera única...pero claro, todas las copas son únicas, y diferentes desde que abres la tapa y metes la cuchara. Pero no significa que no vaya a haber más ¿cierto?
Todos tenemos derecho a ir al super de la esquina. Y si el trago es costoso y amargo, a veces no hay ascensores o la copa está reservada para alguien, pues le preguntas a la copa o a la cajera o a quien se preste y te das una vuelta entre los estantes a ver si hay alguna reservada para ti.
Yo soy una copa. Y charlo con otras cada día, y todas se reciclan y piensan, en lo buenas que estuvieron, y en a qué saben ahora. Piensan en cuando preguntaban ¿llevas papelillos? ¿Trajiste el Jhonny Walker?. Piensan en que ahora preguntan ¿llevas tú cambiador? ¿y bibes de repuesto?
Y a veces no se dan cuenta de que estuvieron buenísimas, y ahora se llenan con nuevos sabores, mezclados y diferentes. No mejores ni peores.

Y sé que te gusto niño, y a ti también, pero tú a mi no, y tú si, y a aquel no le apetezco, y a este le creo adicción, y para aquel soy remedio. Y este para mí es risa, y sin embargo me cobra caro, y aquel es solaz y fresquito, como un helado, y se me regala cuando menos me lo espero.

Y así andamos por el super, todos compramos y deseamos, y a su vez somos mercadería sin precio y preciosa, gratis y costosa, regalo y fruslería prohibitiva.
Aunque algunas hemos sido fruta prohibida casi siempre, furtiva, de esa que se prueba porque se sabe que no se puede tener, no porque la manzana no desee ser saboreada hasta el final, si no porque a veces, quien compra, sólo lo hace por el placer de saberse dueño de aquello que no puede permitirse salvo de modo furtivo.
Y otras hemos sido comprador caprichoso y tozudo, empeñado en aquello cuyo precio nos deja desnudos en plena Siberia.

Comprando y probando, regalándote y vendiéndote caro, así aprendes que en el mercado de las copas de chocolate, la mejor es la que tú quieres, y no la que te venden después del telediario. Y eres la mejor cuando eres la que quieren, no porque te vendas después de la novela.

jueves, marzo 08, 2007

De nuevo en las trincheras


Ya es oficial. Vuelvo a mi antiguo puesto de trabajo. Sin cambio de condiciones, mismo sueldo, mismas horas. A petición propia, vuelvo a las trincheras, a trabajar con “mis chicas y mis niños”, a lidiar con colegios, ayudas, pisos y demás líos para conseguir que todos vuelvan a ser parte integrante y de pleno derecho del mundo en que vivimos.
No es que en mi actual puesto no hiciera nada por conseguir esto, pero lo hacía de lejos, desde la frialdad de un despacho, y me hacía perder la perspectiva de a quien beneficiaban mis horas enterrada entre papeles y números. Ha sido mi decisión egoísta, quería volver al campo de batalla, a la primera línea, a reír y llorar con ellas, a desesperarme y a hincharme como los pavos cuando salieran por la puerta rumbo a una vida mejor...o eso espero.
Y es que como iba viendo desde hace unos meses, no estoy hecha para encerrarme 8 horas entre cuatro paredes con una pantalla y una silla que conseguía que mi trasero comenzara a parecerse a lo que un día fue...la Catedral de Burgos, y el problema no sería tan grande si mis alas no estuvieran tomando las mismas proporciones, y no en cuanto a tamaño, sino en cuanto a tono gris y lastre, no se puede volar con unas grandes alas de rígido plomo, salvo que seas un B52...y no es el caso.

Así que después de dos duros meses, duros a todos los niveles y que agradezco en su mayoría se hayan resuelto como esperaba, por fin y a pesar del tremendo dolor de ovarios del día de hoy, hay una sonrisa plena en mi cara. Y la había echado mucho de menos. Hacía tiempo que el agudo dolor de un retraso menstrual (si, hasta ese punto nos afectan a las chicas los problemas y el estrés) no había sido tan bien recibido en esta mi casa.

Y en aquello por lo que no puedo hacer nada salvo esperar lo mejor, pues eso, esperaré siempre lo mejor, deseando que quien sea que mande en el destino no nos dé otra pedrada en el corazón.

domingo, marzo 04, 2007

Cicatrices


Este fin de semana he vuelto a mi tierra, he recorrido sus paisajes tintados por esta primavera impaciente y he vuelto a recordar por qué me sigue emocionando mirarla.
Ancha es Castilla sí, y hermosa. Unos amigos presentaban un libro sobre una pequeña parte de los miles de rincones que esconde esta Alcarria; esta Serranía; esta Mancha; y recordaban que a pesar de sus cicatrices y arrugas, aquí el dicho es doblemente cierto, la arruga es bella.
Y he sentido que, a pesar de mi vida totalmente urbanita, de mi visión de adorar los tumultos y el bullicio, la gente que va y que viene, las mil cosas que hacer y las 48 horas que a veces creo debería tener un día, mi alma es como Castilla, como mi Alcarria, como mi Serranía, como mi Mancha.
Mi alma necesita espacios cuyo final la vista no alcanza, cielos rasos y estrellados, donde la luna llena, eclipsada como anoche, ilumina los campos salpicados de matorrales, de pinos, de olivos. Donde solo se oye el silencio.
Mi alma es llana, llena de colores rojizos, amarillos y tiernos verdes, salpicada por puntos oscuros y, donde menos lo esperas, surcada por barrancos profundos, cortados a cuchillo, en cuyo fondo corren ríos de vida.
La cicatrices de mi tierra se parecen a las de mi alma, profundas, duras y peligrosas. Cicatrices que nacieron de algo hermoso y terrible, y que esconden ríos, y riveras llenas de remansos frescos donde descansar y sonreír, donde sestear cuando el calor del verano aprieta y la única música que acompaña es el sonido del agua y el canto de la cigarra.