El otro día una amiga me llamó para reirse conmigo de algo que le había pasado, el chico más estupendo que conocía desde hace tiempos remotos (estupendo en todos los sentidos que abarque la palabra), la habia acompañado a casa después de una "estupenda" noche de fiesta.
Lo que sigue es más o menos lo que aconteció:Hay algo peor que volver a casa escoltada (simplemente escoltada) por un tio imponente, que solo te considera una amiga, cuando no la hermana que nunca tuvo? Pero eso ya esta asumido.
Hay algo mucho, mucho peor, y es eso de...¿quien era esa chica con la que hablabas? ¿Me la presentas? (En ese momento es cuando te ves a ti misma volándote la cabeza, porque esa chica es una tia imponente, como él, a la que aprecias, es decir, una de esas que si no fuera tu amiga la odiarias...;))
Mas? Puede empeorar? No? Piiiiiiiiii!!!! Respuesta incorrecta. Claro que puede...y de hecho ERES TU la que al final se pega el tiro de gracia, porque le hablas de ella, de lo estupenda que es y lo genial que sería que se conociesen...haces la mejor labor de marketing de tu vida...para otro.
Y aqui se acaba la historia, yo me reí con ella, pero en el fondo sé que solo buscaba alguien con quien reir...por no llorar, alguien que ha pasado por lo mismo, y que ha usado la ironía para enfrentar situaciones crueles...la Crueldad Intolerable.
PD: Por cierto, que esta versión se da en ambos sexos, porque "Noches de Bourbon" como la pasada las he tenido con amigos y amigas, y todos, absolutamente todos hemos pasado por este episodio.
C'est la vie
Como se me ha quitado el sueño, voy a seguir escribiendo cositas, es algo que tambien se me ocurrio hace un par de siglos, cuando pensaba mas con el inquilino del pecho y menos con la casera de la azotea. Tenía que ver con los sentimientos provocados por mi alguien "estupendo".
DESENRÉDAME
Desenrédame amor,
deshaz la maraña de mi alma
para enredarte después a mi cuerpo.
Desnúdame amor,
desviste mis sueños dormidos
para cubrirme después con tus besos.
Desátame amor,
rompe las cadenas que sujetanmi corazón y mi vida
para atarme después a tu pecho
y vivir, enredada, desnuda y libre para yacer en tu lecho.
Son las 2,30 de la madrugada
Dulces sueños a quien pueda dormir