Dos y dos...

Las mañanas con sonrisa tienden a contagiar el resto del día. 

A ver si hay epidemia y conseguimos contagiar lo que queda de año...o de vida, esa es una pandemia a la que no me importaría contribuir...

Y hoy, a seguir haciendo de profe para esos bichos que me alegran sin esforzarse...que me quieren sin condiciones y que hacen que las noticias me parezcan ridículas frente a su lógica aplastante, dos y dos son cuatro tía...que me lo han enseñado en el cole...

Pues eso, dos y dos, cuatro...y dos seis...y así sucesivamente...