viernes, noviembre 30, 2007

Que ganas...

Tengo el estómago hecho un reguño.
Dentro de tres horas comienzo minivacaciones.
Las comienzo entre la incertidumbre.
La ansiedad de que den las 7.
La impaciencia de que mañana el viaje sea agradable, que lo será.
Y estos dedos torpes que se equivocan todo el rato sobre el teclado.
Estas manos nerviosas que retuercen mi chal con mangas para cubrir mi cuello descubierto y con frío.
Estos ojos que miran al frente y se ven en un espejo, y que en realidad solo buscan una figura a través de la puerta de cristal.

Estos oídos que escuchan la música y el parloteo alegre de las chicas alrededor, y anhelan el sonido del silencio compartido.
Que quieren esa voz que les saca las sonrisas a golpe de tonterías y la carcajada a pensamientos rápidos solo por verme desencajada de la risa sobre un sofá.

Me voy, me voy, me voy. 10 días. Que semana tan larga ha sido. Que días venideros tan cortos. Que ganas, que ganas, que ganas...de verte.

martes, noviembre 20, 2007

Escribir

La tarde adormecida y lluviosa transcurre tras el cristal.
La radio la acompaña con los ritmos de ayer y de hoy y la gente espera ser atendida.
Dentro de sus pensamientos solo hay una idea, escribir.
Escribir y escribir sin parar, lo que sea, como sea, en un archivo, en una servilleta, en un cuaderno…escribir como quien respira, como quien tiene hambre y saborea un trozo de pan.
Como quien añora una caricia que no llega y se recorre el brazo con un dedo lento mientras imagina que quien lo hace está a su lado. Que no es su propia mano la que suavemente se desliza por encima de su camisa.

Escribir, como siempre, como hace tiempo ya no hacía, salvo en su cabeza. Palabras no garabateadas, sin soporte, que al final se perdían igual que las gotas de agua que en ese momento golpean el cristal.

Escribir sobre amigos, sobre momentos, sobre cervezas, cepillos de dientes, olores conocidos y atrapados en un espacio al que se regresa, sabiendo que quien poseía ese espacio, quien lo llenó con su esencia no ha de regresar jamás. Sabiendo que a partir de algún momento sus olores se mezclarán con los que ella comenzará a crear, dando lugar una miscelánea de amor y recuerdos.

Escribir sobre el espacio que dos cuerpos ocupan, espacio de piel recorrida, espacio infinito de manos finitas, que se buscan, que se quieren multiplicadas para abarcar el infinito sin dejar un poro, un centímetro de piel, un átomo de tiempo sin tocar.

Escribir, para vivir, para morir, para creer, para dormir, despertar, soñar, ver, recordar, amar, contar hasta dos, hasta tres, hasta mil.
Escribir y volver a empezar.
Es lunes, es viernes y sábado y domingo, y martes y jueves. Y miércoles, por qué no.
Escribir sobre todo, bajo nada.
Sin techo y dejando que la lluvia empape las cuartillas.

Suena el teléfono, café y metro de vuelta a casa. Despierta y tan solo han transcurrido diez minutos, y a ella le ha parecido una vida.
Bajo las nubes que amenazan con dejar caer de nuevo su carga la veo cruzar la calle arrebujada en su abrigo negro. No lleva paraguas.

martes, noviembre 06, 2007

Me faltan páginas

Son las 17, 35 de la tarde y estoy en el curro. Se supone que debería estar haciendo algo, pero lo cierto es que llevo 3 días sin dormir….y claro, la neurona no funciona como debería.
Agotamiento.
Un puente increíble, me monté en la máquina del tiempo y volví a mis 17…después de cumplir un siglo que decía alguien…y genial. Me monté en la máquina del tiempo y me llevé conmigo almas del presente. Me monté en la máquina de tiempo y me hice un cóctel delicioso y una resaca cojonuda.

Creo que el caos llega a su fin, que por fin podré retomar las riendas de mi cotidianeidad…acaba de entrar la parejita china que no habla español…mi compañera trata de hacerse entender…al final vía telefónica se consigue un intérprete de andar por casa para indicar donde pueden aprender español…dos chicas más entran para la bolsa de empleo…y yo vagueo, y mi compañera siempre amable las atiende…debería despejarme y empezar con los seguimientos…pero no me sigue el resto del cuerpo…

Cuarenta páginas faltaban en la penúltima novela que me leí. Era de Lucía Etxebarría. No faltaban, realmente existían, pero desaparecían diluidas en otro capítulo y tras otras cuarenta aparecían de nuevo las cuarenta anteriores…al final va a ser que si que he perdido cuarenta páginas de mi novela…muy surrealista todo…

Y cuantos posts perdidos más…estaba aquel de la frigopoesía, sobre ese instante en que fui a buscar un yogur a la nevera de mi prima y me encontré con imanes de palabras…y se me olvidó a lo que iba, y escribí un poema en la puerta inspirado en ella…hasta fotos había…y también se me olvidó postearlas…

Y entre tanto un simpático chico brasileño pide consejo y cuanto se debe…sonríe, no se debe nada, esto es gratuito…ah, no, no, entonces están invitadas a mi pais…es bonito ver que a veces aunque solo sea por estar ahí consigues una sonrisa…

Claro que si me lo hubiera propuesto esta tarde tendría marido marfileño…o por lo menos una cita…bueno, la propuesta fue suya, imagino que decir que estoy fuera de circulación ha sido suficiente…es gracioso ver como cada persona se toma las negativas de forma distinta…algunos son muy elegantes…y me da por pensar que los tópicos son ciertos, cuando necesitas no hay y cuando no, te salen pretendientes de debajo de las piedras…o de Costa de Marfil…

Y ahora tengo que ir por mis billetes, para escaparme de nuevo de mi ciudad, a refugiarme en ti…
Y ahora tengo que seguir trabajando…o no…