viernes, marzo 13, 2009

Don Creique y Don Penseque...

Como una oooolaaaaa...hola, hola, caracolaaaa....

Más o menos así resuena mi lavadora, hueca o solitaria, un poco distorsionada y demasiado centrifugada en poco tiempo.
Y ahora la "nesecito toa", y no sé si la tengo como debiera...creo que el programa de lavado ha sido demasiado exhaustivo, y aunque finalmente la ropa a salido sin mácula, creo que las telas están bastante más frágiles...¿que aguantarán muchos años sabiendo que debo cuidarlas? Pues sí, pero a veces te das cuenta de que el proceso de limpieza ha sido más agresivo de lo necesario y que tal vez no te apetezca volver a repetirlo...no porque no se pueda, si no más bien porque no se quiera o no se crea necesario...

Madre mía...ya está el tambor dando más vueltas de la cuenta, y mira que siempre me lo digo, que no, que no le dejes, que las cosas son sencillas, que las prendas no tanto y algunas menos que tanto.
Y no son mejores ni peores unas que otras, pero mi madre me enseñó que cuando lavas, para cuidar las cosas, hay que separar por colores, o lavar a mano , y lavar a diferentes temperaturas y echar suavizante, según sea la prenda...que meterlo todo en batiburrillo no siempre es bueno...que el desteñido unas veces queda chulo y la inmensa mayoría deja la ropa color "panzaburra" y luego solo se puede usar para andar por casa, nada de sacarla de farra, o de cocktail o de boda...

La que se me ha montado por no mirar bien el programa de lavado...voy a ver si termina entre que leo las instrucciones, para no repetir a ciegas en la próxima colada.

Que ya lo decía aquel...Don Creique y Don Penseque....

jueves, marzo 05, 2009

La delgada linea rosa...

Hace una semana lo que voy a escribir parecía tener mucho más sentido e importancia de lo que hoy, 7 días después, tiene. O tal vez solo me lo parece.
Hace 7 días me tocó mear en un palito.
No es que tuviera motivos reales, es que me parecía imposible que un retraso de 15 días fuese producido por el estrés...hecho del que me dí cuenta, por cierto, cuando ya hacía una semana que la visita mensual debía haber llegado, así que me tiré otros 7 días hiperhormonada e imaginando toda serie de alternativas, llorando a moco tendido con los anuncios de coca cola, incluso imaginando a quien se parecería aquel imposible...
Así que cuando la delgada línea rosa no confirmó mis imposibles, comencé a preocuparme más, hasta que tres días después, mi cuerpo decidió que ya era momento de volver a la naturalidad...eso sí, con unos dolores de tres pares de cojones...ovarios en mi caso.
He de confesar que me decepcionó la negatividad de la prueba, he de confesar que mis hormonas fueron en gran parte culpables de esa decepción, he de confesar que por primera vez en mi vida, me sorprendí a mi misma tranquila con la probabilidad de cambiar de status...he de confesar que con todo y con eso, sigue sin ser algo que desee en este momento de mi vida.
Lo único que este episodio me ha vuelto a demostrar es que el día 31 de este mes, cuando finalice la locura de proyecto laboral en el que estoy envuelta, las cosas van a tener que cambiar mucho, por cojones o por política, pero van a cambiar, eso si lo tengo claro, y eso, depende exclusivamente de mi.
La delgada línea rosa...esa delgada línea se ha hecho tan clara en tantos aspectos... un niño que se fué un domingo en la plenitud de su vida, otro que no ha existido salvo en mi imaginación desbordada, mi niño al otro lado del atlántico, ajeno a todo por mi exceso de celo...y todo porque a alguien, algún día se le ocurrió que había cosas más importantes en la vida que vivir...cuán equivocado estaba, y qué idiotas fuimos muchos al creerle...
Menos mal que la ceguera en muchos casos solo es temporal...menos mal que mi corazón sigue imponiéndose a mi cabeza cuando se vuelve fría y orgullosa.
Menos mal que mis pituchis me siguen diciendo "tía, no vayas a trabajá" y siguen negándose a perdonarme cuando cambio por un capricho egoísta, tanto me da que sea propio o ajeno...
Menos mal que sigue habiendo sábados concierteros para reunir a 30 locos rumbo a un domingo...¿casual?
No, yo diría que no.

domingo, marzo 01, 2009

De madrugada...

Son las 4 y 27 minutos de la madrugada. Insomne y tras un atracón del burguer trata de decidir si dormir o ver la insípida película del canal autonómico, la única que a esas horas emiten, con la salvedad de las porno de tercera con anuncios de pitonisas y mamadas gratis en tu ciudad...
Mira su fotografía y se pregunta que estará haciendo ahora. Hace siglos que no se ven. Tal vez debería llamarla. Pero a esas horas solo conseguiría asustarla.
Su cabeza regresa a la última vez que la vió. Aunque ella no le vió a él. Cruzaba la calle con una niña morena de la mano, sonreían ambas y parecía que le contaba algo de lo más interesante.
No podía llamarla, seguramente se había casado hacía tiempo y aquella niña era su nueva aventura, la que le duraría toda la vida.
Carlos descolgó el auricular y marcó un número que probablemente ya no le serviría de nada, y mucho menos a las 5 de la madrugada...un tono, dos tonos...
¿Si?
¿Claudia?
Si...quien es...¿Carlos?
Si...perdona que te moleste...
¿Que...que hora es? ¿Estás bien?
Si, lo siento...no deberia haberte llamado..yo, no sé muy bien porque lo he hecho...
Vaya...no te preocupes, estaba despierta...
Oh...¿que hacías despierta a estas horas?...
Claudia ríe brevemente y responde...
Pues verás...acababa de recordar tu número y reunía el valor para marcarlo...


Joder, como te hecho de menos. El lunes te vas a enterar...en cuanto aterrices