Son las 21,48h, y me acabo de sentar tras un paseito con las peques por el parque.
Mil cosas han pasado, mil más han de pasar y mi futuro pudiera estar al otro lado del gran Atlántico...o apenas a dos paradas de metro de mi casa...y en eso estoy.
La frase que más repito últimamente es esta: esto de estar en el paro es un no parar...y es cierta. Sobrinas, familia, amigos desatendidos, o no, simplemente el verano vino y nadie supo como fue...y ahora toca volver a hacerse con las riendas del día a día. Y al ser quien se supone tiene más horas disponibles pues es de lógica que todos quieran disponer de ellas ¿cierto?
No pasa nada, después de todo es lo que me gusta, no parar, no tener tiempo para pararme a pensar, aunque ahora me encantaría tenerlo para perrear en la cama...o para pasar 6 horas en un autobús...o para tener la posibilidad de volver a la capital un martes en lugar de un domingo...
Me encantaría tenerlo para todo eso, que es relativamente nuevo, y para todo lo que siempre ha formado parte de mi vida...pero hay cosas a las que sé que me va a costar volver a cogerles el tranquillo, cosas a las que voy a dejar un poquito más de lado, cosas que aunque importantes no son imprescindibles en mi día a día... o tal vez si lo sean, pero sean más conscientes que yo misma del hecho de que no puedo hacerlo todo en tan solo 24 horas.
Tal vez sepan tener más paciencia conmigo de la que yo la tengo con ellas.
Tal vez puedan entender que ahora mismo necesito tiempo para mi, mucho mejor que de lo que yo lo hago.
Mil cosas han pasado, mil más han de pasar y mi futuro pudiera estar al otro lado del gran Atlántico...o apenas a dos paradas de metro de mi casa...y en eso estoy.
La frase que más repito últimamente es esta: esto de estar en el paro es un no parar...y es cierta. Sobrinas, familia, amigos desatendidos, o no, simplemente el verano vino y nadie supo como fue...y ahora toca volver a hacerse con las riendas del día a día. Y al ser quien se supone tiene más horas disponibles pues es de lógica que todos quieran disponer de ellas ¿cierto?
No pasa nada, después de todo es lo que me gusta, no parar, no tener tiempo para pararme a pensar, aunque ahora me encantaría tenerlo para perrear en la cama...o para pasar 6 horas en un autobús...o para tener la posibilidad de volver a la capital un martes en lugar de un domingo...
Me encantaría tenerlo para todo eso, que es relativamente nuevo, y para todo lo que siempre ha formado parte de mi vida...pero hay cosas a las que sé que me va a costar volver a cogerles el tranquillo, cosas a las que voy a dejar un poquito más de lado, cosas que aunque importantes no son imprescindibles en mi día a día... o tal vez si lo sean, pero sean más conscientes que yo misma del hecho de que no puedo hacerlo todo en tan solo 24 horas.
Tal vez sepan tener más paciencia conmigo de la que yo la tengo con ellas.
Tal vez puedan entender que ahora mismo necesito tiempo para mi, mucho mejor que de lo que yo lo hago.
5 comentarios:
Nunca sabemos qué va a depararnos el futuro. Como muy bien dices, tu destino puede estar a cualquier distancia. Pero vaya, la vida hay que vivirla día a día, y como mejor podemos en cada momento. Un abrazo.
el tiempo es un bien escaso, aunque parezca a veces que no. Poder tener las riendas de tu tiempo para usarlo sin parar en él, o haciendo paraditas, agusto del consumidor, es un gran lujo y placer. Disfrútalo.
Yo ahora me repito constantemente para autoconvencerme: "No hagas proyectos: haz caja." A ver si lo consigo (convencerme, para empezar)
muuuuuack
besos
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