Hoy es mi segundo día de mes sabático...han pasado cosas fantásticas y otras no tanto...¿sabático?...pues si, me hicieron una medio pirula en el curro que esperaba, así que actualmente estoy esperando mi finiquito y retomando todos aquellos proyectos que aparqué hace tres años...montarme por mi cuenta, y ahora con la oficialización del lenguaje de signos puede ser todavía más interesante el montarme algo en esa dirección.
También he barajado el prepararme unas oposiciones, o el trabajar el mesecito de agosto (tengo donde y con quien de verdad es serio en sus propuestas, y sabe que como yo pocas personas responden laboralmente...)
Sé que mucha gente a mi alrededor se pregunta como he podido arriesgarme a dejar un trabajo que adoro por la incertidumbre en la que me encuentro...la respuesta es sencilla, demasiada implicación, demasiado poco valorada por quien se supone que debe compensar los esfuerzos. La excesiva implicación deriva en un mal ejercicio profesional a la larga, la poca valoración implica desmoralización de las tropas, y a día de hoy creo que es mejor marcharme con la cabeza alta, cerrando un ciclo, que esperar a que en unos meses me inviten a hacerlo y por lo que sé, no de muy buenas maneras probablemente.
Pero he pasado otras muchas cosas preciosas y especiales, en el trabajo, y más en mi vida personal, con más quilómetros que un mapa en mi cuerpo, pero con los ojos llenos de anocheceres, de amaneceres y de risas compartidas, he crecido, y ya no me da miedo perder en unas cosas para ganar en otras.
Tengo un mes de vacaciones por delante, he de considerarme afortunada, no todo el mundo tiene la posibilidad de trabajar cuando quiera, aunque no sea en lo que le gusta. Aunque también es cierto que, si yo puedo permitírmelo, es porque me lo he currado a pulso desde los 17.
Felices vacaciones a mi.
También he barajado el prepararme unas oposiciones, o el trabajar el mesecito de agosto (tengo donde y con quien de verdad es serio en sus propuestas, y sabe que como yo pocas personas responden laboralmente...)
Sé que mucha gente a mi alrededor se pregunta como he podido arriesgarme a dejar un trabajo que adoro por la incertidumbre en la que me encuentro...la respuesta es sencilla, demasiada implicación, demasiado poco valorada por quien se supone que debe compensar los esfuerzos. La excesiva implicación deriva en un mal ejercicio profesional a la larga, la poca valoración implica desmoralización de las tropas, y a día de hoy creo que es mejor marcharme con la cabeza alta, cerrando un ciclo, que esperar a que en unos meses me inviten a hacerlo y por lo que sé, no de muy buenas maneras probablemente.
Pero he pasado otras muchas cosas preciosas y especiales, en el trabajo, y más en mi vida personal, con más quilómetros que un mapa en mi cuerpo, pero con los ojos llenos de anocheceres, de amaneceres y de risas compartidas, he crecido, y ya no me da miedo perder en unas cosas para ganar en otras.
Tengo un mes de vacaciones por delante, he de considerarme afortunada, no todo el mundo tiene la posibilidad de trabajar cuando quiera, aunque no sea en lo que le gusta. Aunque también es cierto que, si yo puedo permitírmelo, es porque me lo he currado a pulso desde los 17.
Felices vacaciones a mi.
PD (olvidé decir que me han regalado un estupendo catarro y una fiebre de 39 para acompañarme en mi semana de finalización del máster...como no, poniéndomelo fácil siempre...si es que no aprendoooooo)
2 comentarios:
...pues a disfrutar del mes sabático, o de las tres semanas sabáticas, o del tiempo sabático que al final puedas o decidas concederte.
intentaremos sabaticar contigo en la medida de los posible.
besitos
Pues felices vacaciones y que la fiebre no pueda contigo (que va a ser que no).
un abrazo
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