Tic, tac, tic, tac...
Los días son rojos en el calendario...
Las fiestas están aquí, a la vuelta de la esquina, y los ánimos a mi alrededor no lo reflejan, aunque el contagio sigue su camino.
Me pesan las horas, los párpados y demasiado poco los bolsillos.
Llueve y no es domingo, es lunes y martes, y viernes...todas las horas son las 3...y las 7, y las 8,30...
Y no puedo refugiarme en el alcohol, ni en el blando corazón de un cojín de plumas, toca ser acero...
No contar más que hasta 1...no bajar la guardia ni con 2...todo es frágil aquí, todo es frágil allí, la delicadeza para conmigo es un lujo que no siento que me dejen permitirme...
Y así vamos, rodando por la pendiente, con el freno pisado y reduciendo para no chocar en las curvas...
2 comentarios:
Sí, se acercan las fiestas y con ellas cierto nivel de euforia y alegría. Menos mal. Siempre me alegro de que existan en el año algunos días de forzada alegría. Besos.
Piensa que en esos días verás a tu gente, que el tiempo es sólo eso, que el presente, ese 1, es lo que cuenta y que eso es vivir un sueño, disfrutar de lo que se esta viviendo y de las decisiones que se toman.
Tranquila, la vida no es nunca como una la ha planeado, es mejor.
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