No soy valiente,
creo que nunca lo he sido, siempre necesitando una red
para subirme al trapecio, para saltar.
Siempre controlando las variables.
Las opciones, el espacio y el tiempo.
No soy valiente,
no al menos para hacer de mi
lo que siento, lo que me grito.
Hace tiempo dejé de escucharle,
de creer lo que refleja mi espejo.
No soy valiente,
no sé si puedo serlo.
3 comentarios:
El mal que esperamos agobiados, cuando llega, nos produce alivio.
Vale, entonces si tú no eres valiente el resto de los mortales somos menos que lombrices que se esconden bajo tierra.
Profesor,no es un mal, es solo incertidumbre...¿como lo espero?
Terminus, jajaja, tampoco es eso, simplemente estoy un poco acojoná...los pasos adelante sin red me dan...de todo...un abrazo enorrrrme...
Publicar un comentario