Oxidada.
Estoy oxidada.
Hace tiempo que no disfruto en demasía cuando me releo, no al menos como lo hago cuando veo mis comienzos.
No sé que ha podido pasar, mis amigas comentan que mi bola de cristal tiene grietas, que no acierto en mis predicciones...ya no podré poner esa línea de tarot que me prometía dinero a espuertas...estoy totalmente desolada.
Aunque si lo pienso bien, el radar y el disfrute epistolar parecen haberse atascado para lo ajeno, porque en lo propio me equivoco a sabiendas, suene esto como suene.
Imagino que como no disfruto igual de esto que del sexo desenfrenado o del amor con mayúsculas pues busco más emociones fuertes...algo así como una apuesta conmigo misma, apuesto a que me equivoco...y últimamente me gano siempre...lástima que no tenga dinero con qué pagarme, a estas alturas hubiera resuelto el problema monetario ante la imposibilidad de poner una línea de pitonisa a altas horas de la madrugá...
Me salen poesías por las orejas, relatos por las costuras y pajas mentales por todas partes...pero se esfuman con la misma rapidez con la que aparecen...va a tener razón mi Gorda, "levadura, levadura, échale mas levadura, tiaaaaaaaa", porque el pastel no sube...
Me he convertido en mí, y creo que echo de menos a mi caricatura, creo que me tomo demasiado en serio. Me agrado y me respeto...pero como que no me hago mucha gracia últimamente...voy a ver si encuentro mi nariz de payasa en algún cajón de la mesita...junto a los condones y los recibos de la compra...