martes, enero 29, 2013

...exhausta...

Estoy cansada. Cansada no, exhausta.

Sé que no he sido buena compañía este último mes, encerrada en el que ha sido mi hogar los últimos dos años, desmantelándolo...para volverlo a construir tal y como lo encontré...y hoy, a dos días de terminar, tengo la impresión, desagradable, de que no quiero otra cosa que salir corriendo de aquí...

Sé que no es agradable hablar con alguien que está de mal humor, que se pasa solo todo el día entre cubos, trapos, cajas, trastos propios y ajenos, sacando bolsas de basura interminables...lo sé, lo tengo más que asumido...y a pesar de los continuos viajes para trasladar todo, de las incontables ventanitas que han parpadeado en mi PC, de los mensajitos y conversaciones...me he sentido más sola que nunca este mes...

Simplemente estoy sacando la basura otra vez...quejándome otra vez, básicamente, el noventa por ciento de mis conversaciones han sido consecuencia de una llamada de atención por mi parte...supongo que a partir de febrero mi vida volverá a ser normal, y volveré a tener llamadas perdidas....

Ni puto caso, necesitaba contar lo que siento, lo que no implica que sea la realidad que me rodea, seguramente no lo es.

lunes, enero 14, 2013

Espabila...

Pues hala, ya estamos sumergidos de nuevo en la antigua y por desgracia vieja conocida rutina de...te veo el viernes, me voy el domingo/lunes por la mañana...

La novedad es que mi tiempo a solas no está lleno de idas y venidas, marrones laborales y cañas miercoleras...está lleno de cajas, papeles de periódico, mecagoentóloquesemenea...cuanta mierda se almacena en medio metro cuadrao...¿esto que coño es? ¿y esto de donde sale? ¡Anda, si estaba aquí el chisme inservible que llevaba buscando dos años!!!

Y tener que fijarme horas para, ahora empaqueto, ahora limpio, ahora recoloco...ahora me da un sofocón de llorar, ahora tengo un ataque homcida hacia la gatamanta que no para de berrear en la ventana...ahora achucho al gato rubio porque es guapo y cabrón y me recuerda a su dueño...ahora me enfurruño con el mundo, me enfado y no respiro...

Más tarde sorbo los mocos llorosos y me imagino mi nueva vida bajo esa luminosidad sureña, y se me va la chola pensando en la cantidad de cosas maravillosas que podré hacer a partir de marzo y las personas divinas que van a cruzarse en mi camino...

Y entre subida y bajada del tiovivo emocional, me siento, fumo e intento hacerme la valiente frente al espejo, mientras por el rabillo del ojo las ochopocientas cajas hechas y por hacer se ríen de mí a carcajadas y me gritan...¡venga, venga, que no tenemos patas! ¡ilusaaaaaaaaaa! Espabila...