En media hora empezará a llegar todo el mundo. Hoy tocan albóndigas...cada vez que el Ogrito dice que va a cocinar hay overbooking...me encanta.
Hoy en la Ciénaga se come en el patio, no hace un día como el de ayer, pero al menos no llueve. Me pone contenta que esta comuna improvisada siempre tenga almas dispuestas a venir y compartirse, hoy por hoy es lo que me sigue demostrando que haya albóndigas o no, los personajes de este cuento sigan queriendo acercarse a decir hola...
Y anoche Friskies y Niebla se empeñaban en echarse la siesta conmigo de colchón, el pelirrojo y la negra disputaban un espacio entre mi vientre y el hueco de mis piernas, es como si notasen que ando algo floja, porque habitualmente suelen buscar el calor del Rubio, que es el macho alfa de esta familia...pero ayer no. Ayer me maullaban a mi, me ronroneaban a mi y me prestaban su lomo suave a modo de muñecos antiestres, como queriendo transmitirme energía felina...
Quien me lo iba a decir a mi, que a pesar de cabrearme cada vez que se me atasca la aspiradora por tanto pelo, que podría hacerme cojines con todo el que he sacado, que me peleo con ellos para que arañen cualquier cosa que no sean los sofás...quien me iba a decir que ellos iban a ser mis terapeutas...
Ah, y por fin han despertado instintos, ya llevan 3 ratones cazados...que se preparen los palomos robacomidas...tenemos tres lindos gatitos, y la Cati cada vez se parece menos a un Critter y más a una panterita con algo de sobrepeso...