lunes, febrero 15, 2010

Autocrítica y refuerzo positivo...

Es curioso como aún reconociendo los propios errores, determinados elementos te hacen abrir los ojos.
Si hay algo que tengo claro es, que aunque me cuesta encajar las críticas, suelo ser mi peor censor...algo así como mi propia madre, y las requiero y solicito de todo aquel a quien considero lo suficientemente sincero como para decírmelo.
Pero de ahí, a aceptar y entonar el mea culpa absoluto de los problemas va un trecho grande, y ahí es, cuando te das cuenta de que la autocrítica es un ejercicio dificil, y que habitualmente, quienes más ven las pajas en los ojos ajenos son los más incapaces de ver las vigas en el propio.
Cuando se reclama algo a cualquiera, con razón o sin ella, salen a la luz los "yo cumplo", " yo nunca", "pues a ver por qué ha pasado esto" de los dedos acusadores...y pasas a pensar que tal vez, el ser una fan del refuerzo positivo te haya llevado a crear monstruos exigentes que no ven lo que se les ha liberado en sus atribuciones, aún teniendo expresa orden de no hacerlo, o bien, a decisión propia, cuando las cargas impuestas a los demás, a una servidora le parecían más que injustas...
Pero claro, cuando llevas 8 meses sintiéndote un puto refuerzo administrativo, prospector, orientador (la mayor carga en número es mía, comprobable al 100%), pivote en medio de la tempestad, escuchador de quejas interminables, apaciguador de fieras, mediador a jornada completa y parapeto el 110% del tiempo...descubres que, todo eso es lo que se supone que debes hacer porque es tu trabajo...si, realizar un trabajo que habitualmente se realizaría entre 4 personas...y siendo tratado como un mero apoyo administrativo al que la mesa se le llena de papeles porque no tiene una hora seguida para hacer nada entero de una vez...
...y entonces te preguntas ¿y mi refuerzo positivo?, ¿yo no hago nada bien nunca?.
Pues parece que no, y si esto es así, sentido y expresado en voz alta, por las altas altas voces reforzadas positivamente de continuo pues...tal vez pegue un puñetazo encima de la mesa, me dedique ha hacer lo que expresamente me corresponde por mi puesto y en cuanto pueda, me piro a pastar en prados más verdes, porque, cuando uno refuerza de contínuo y no recibe feedback por ninguna parte, ni en ningún momento en 8 largos meses, pasa a pensar como en el dicho:
"si en una reunión de personas no detectas al pardillo...párate a pensar que el pardillo eres tú" y yo añadiría, "manque te duela" porque tan agustito y orgullosa de las personas con las que trabajaba hacía tiempo que no estaba...pero una cosa es eso y otra matarme yo porque todo el mundo se llamó andana cuando se dejó flexibilidad y libertad para organizarse.
Claro que la culpa es mía, por creer que estaba entre personas adultas y responsables, por actuar como consideraba que me gustaría que me tratasen a mi, para descubrir que lo que tenía que haber sido es una madre-maestra-jefa hijadeputa...me hubiera ido mejor...o no, pero por lo menos no me dolerían tanto los riñones y la conciencia...
Sí, ya sé que solo estoy desahogando, pero a veces pienso que me paso de lista...o de tonta, según se mire...

martes, febrero 09, 2010

Tengo prisa...

Mira que eres linda...
a pesar de que hoy llueva
y mis vaqueros arrastrados inunden mis pies.

Mira que llevo mochila grande...
para que quepan dentro todas las ganas,
todas,
las que me siguen regalando
los que todavía las tienen.

Mira que hoy no quiero que llegue mañana,
ni pasado,
pero me apresuro en las manillas del reloj,
en los eclipses del calendario,
quiero ver a junio,
redondo y cálido
con su mirada verde de niño
viéndome por dentro,
sobre mí,
en mí,
pero sobre todo conmigo.

Creo que tengo que dormir, pero no sé si recordaré como hacerlo, silbaré por si Pepito Grillo quiere hacerme de conciencia...o lo que buenamente quiera.