viernes, enero 08, 2010

Suma y sigue...

Al abrir la puerta de casa, tras un día aburrido y helador encontró su nota:
"Ponte cómoda, abre la nevera y saca una botella de vino que hay abierta, enciende las velas, pulsa el botón rojo del mando y siéntate a disfrutar de la nevada. En un ratito te veo.
Te quiero."
Siguió las instrucciones al pie de la letra.
Fue directa a la habitación, se cambió, en la nevera estaba, efectivamente, la botella de vino y, al abrir la puerta del salón encontró una mesa con una copa, un plato con algo de picoteo y un bombón para postre, amén de un cigarrito para pensar en verde como alternativa o complemento.
La persiana del ventanal del salón estaba completamente subida y el sofá había sido girado para mirar por él, en lugar de hacia la televisión, oculta bajo una tela para la ocasión.
Pulsó el botón rojo del mando y acto seguido la música suave puso la guinda al pastel.
Encendió las velas, sirvió el vino, encendió un cigarrillo y marcó su número.
"Hola tontorrón, te quiero"