martes, abril 28, 2009

Échame más levadura....

Oxidada.
Estoy oxidada.
Hace tiempo que no disfruto en demasía cuando me releo, no al menos como lo hago cuando veo mis comienzos.
No sé que ha podido pasar, mis amigas comentan que mi bola de cristal tiene grietas, que no acierto en mis predicciones...ya no podré poner esa línea de tarot que me prometía dinero a espuertas...estoy totalmente desolada.
Aunque si lo pienso bien, el radar y el disfrute epistolar parecen haberse atascado para lo ajeno, porque en lo propio me equivoco a sabiendas, suene esto como suene.
Imagino que como no disfruto igual de esto que del sexo desenfrenado o del amor con mayúsculas pues busco más emociones fuertes...algo así como una apuesta conmigo misma, apuesto a que me equivoco...y últimamente me gano siempre...lástima que no tenga dinero con qué pagarme, a estas alturas hubiera resuelto el problema monetario ante la imposibilidad de poner una línea de pitonisa a altas horas de la madrugá...
Me salen poesías por las orejas, relatos por las costuras y pajas mentales por todas partes...pero se esfuman con la misma rapidez con la que aparecen...va a tener razón mi Gorda, "levadura, levadura, échale mas levadura, tiaaaaaaaa", porque el pastel no sube...
Me he convertido en mí, y creo que echo de menos a mi caricatura, creo que me tomo demasiado en serio. Me agrado y me respeto...pero como que no me hago mucha gracia últimamente...voy a ver si encuentro mi nariz de payasa en algún cajón de la mesita...junto a los condones y los recibos de la compra...
Y encima estoy viendo a Marujita Díaz con 33.000 años menos a las casi 4 de la mañana...lo que yo te diga...y encima en la dos...panda de degenerados...

martes, abril 21, 2009

Cuidado con lo que deseas...

Eran las 12, y el coche negro la dejó en su portal. "Buenas noches Cenicienta" pensó...
Revisó el buzón y encontró dos cartas, facturas y publicidad. "No te olvidamos", sonrió para sí.
En el ascensor la subida al séptimo piso se le hizo eterna, y abrió la puerta del piso con suavidad, su compañera de piso dormía casi seguramente. "Dulces sueños" dijo para sí, y envidió el poder dormir tranquila.
Había sido una tarde agradable, un buen amigo, unas cañas y un picoteo ligero, los dos años de "come lo que te surja" habían terminado ese mismo día.
Tras desnudarse en silencio se tumbó en el sofá del salón y puso la tele, más como compañía que por ver la insulsa programación. "Y mañana a reinventarse el día".
La rutina nunca le había gustado, pero reconocía que la ayudaba en cierta medida a no pensar demasiado, demasiadas cosas que cobraban importancia cuando en realidad no la tenían...no pensar, no pensar. Disfrutar más de su nueva situación, dejar atrás todo aquello que había sido su locura unos meses atrás.
En realidad solo se tenía miedo a sí misma, a haber olvidado como se disfruta el tiempo para uno mismo, el esfuerzo que requiere el ralentizar la vida, y verla sin distorsiones...el miedo a vivir sin estar pendiente de un reloj.
"Ten cuidado con lo que deseas porque podrías conseguirlo", y sonrió, saboreando el miedo y el vértigo que jugaban con el deleite de poder decidir como iba a ser cada momento a partir de ahora.

viernes, abril 17, 2009

Reset...

Cogh, cogh, cogh...cof, cof, cof, cooooof....ahúm!!!
Llegó el trancazo vacacional, que bien, que bieeeeen...por lo menos me ha pillado en casita con los pies en altoooo...
Qué viajes da la fiebre, madreeeeeee...creo que me voy a pasar de la maría a los virussss...
En fin, que tengo que volver a planificarme mi vida sin curro, con mucho que estudiar y el tonelaje extra que perder con vestido para boda incluido en el que meter mi grandioso trasero...
Lista de la compra...fruta, yogur, verduras, verduras, verduras, y mucha moral.
Resetearme para dejar de fumar
Resetearme para dejar de pensar a velocidades ultrasónicas
Resetearme para dejar de resetearme
Dejar de acostarme a la hora de levantarme
Dejar de dejarme, en definitiva.
O dejarme más sin dejarme dejarme...
Que me jode que no me sean claros...joder

miércoles, abril 01, 2009

Anillada

Como las palabras vuelven a mis manos,
como mis huesos descansan por fin,
como mi boca silenciosa acusa el esfuerzo,
el tiempo va a jugar a mi favor, curándome los excesos.

Jugada, enredada, cosida y recosida por mi mano inexperta
de costurera sin dedal, que ya se sabe...

No me gustan los remiendos,
no soy buscadora de juicios ni miedos.
Pero los encuentro, y me veo forzada a hilar complicaciones ajenas
Implicada y acusada, sojuzgada, "hasta los webos".

Pero la recta final ya recorrida me regala una mañana,
y una tarde de nada.

Esperanza, esperando, espera, espero ligera,
el plomo que de nuevo lastraba mis alas quedó atrás.
He de cuidarme bien de no dejar que ,otra vez,
ningún coleccionista de caprichos anille mis ganas.


Hala, ahora a hacer de maruja y a poner orden en la casa, que refleja exactamente el paso de un huracán laboral y emocional.
Voy a disfrutar de mi merecido descanso unos días, pero primero, vamos a lavarnos la cara.