miércoles, septiembre 27, 2006

Cuando un amigo se va...


Cuando un amigo se va, algo se muere en el alma...eso dice la canción.
Cuando un amigo se va no lo entiendes.
Hoy junto al hombre maduro, abuelo ya, en el tanatorio de Madrid, miraba alrededor, y algo se moría también en mi alma. El abuelo trataba de no llorar, y tres hermosas y fuertes mujeres parecían querer consolarlo a él, que era amigo, siendo ellas esposa e hijas. Y yo no sabía que hacer, me sentía inútil. Pensaba, a mi se me fue un trocito de infancia, las sonrisas al escuchar “Hoy viene Jose, su mujer y las niñas, vienen al pueblo”. Se me ha ido un largo y feliz verano, se me ha ido el brillo de los ojos de mi padre cuando reencontraba a sus viejos amigos, los momentos de risas de esos dos adultos que fueron jóvenes con él, y con ella, y con nosotros.
Y he mirado a mi padre y parecía más pequeño, más frágil, y a mi me daba vergüenza pensar en mi trocito.
Si, se ha ido, como él quería, sin saber, de repente, y rodeado de los suyos, habiendo reído el día completo.
Perdida en el asiento del coche trataba de imaginar qué sienten los que se quedan.
No se puede, simplemente no se puede, y como una ironía en la radio sonaba Knocking on heaven’s door…

lunes, septiembre 25, 2006

Soplo


















Sentir su llegada como una ola,
sentir el mazazo de la ausencia repentina.
Nada de lo esperado.
Nada de lo advertido.
Cristal afilado de los latidos de un espejo
que devuelve una imagen sin reflejo.

Así ha llegado a mí la ausencia,
la falta de aliento.
El rojo, el negro y el blanco de un desierto.

Tenía un suspiro guardado en un cajón.
Pequeño y recóndito,
cálido y seco.
Sin llave ni sello.

Ese soplo de mis labios,
de mí, dentro,
se ha perdido,
extraviado corriendo tras el invierno.

Imagen obtenida en http://www.ramoncasanova.com/libros/aire/grandes/06.soplo.jpg

jueves, septiembre 21, 2006

Naturaleza Exuberante...

21 de Septiembre de 2006
Hoy sentirás la tristeza por la ausencia de algún miembro familiar o de tu pareja sentimental, , y tu naturaleza exuberante estará mucho más apagada que lo normal. Hasta podrías pasar todo el día frente al televisor mirando cualquier cosa. Será más productivo si vas hasta la librería y buscas algún material que te interese. ¡Al menos aprenderás algo mientras tu compañero no está!

Esto era mi horroróscopo esta mañana…mi naturaleza exuberante…que cosas más poéticas se les ocurren. Si bien es cierto que mi exuberancia ha estado más apagada, no ha sido debido a que lo diga el adivino de turno, más bien porque me he pasado la mañana pegada a la fotocopiadora…mientras un “señora” (no estoy muy segura de si era él o ella) limpiaba los altos de su armario, mostrando bajo sus pantalones de ciclista negros un par de columnas jónicas cubiertas de pelo que terminaban o bien en un embarazo docemesino (¡que valiente!) o bien en una hermosa protuberancia cultivada tras arduas tardes de cerveza y tapitas del bar….

Si eso no apaga cualquier naturaleza (exuberante o no), que me digan qué otra cosa puede haber un jueves por la mañana para encenderla después de tal visión celestial.

En cuanto a la tristeza se ha debido (en caso de que me haya percatado de tenerla) no por la ausencia, si no más bien por la no ausencia de esa ausencia familiar. ¿Pareja sentimental? Bueno, pues no sé, como no hablen de mi jefa que esta mañana tenía reunión fuera de la oficina y que me alegra las mañanas con su humor ácido…pues no sé…a ver que piense… Y no, no he ido a la librería, si, si he mirado la tele, viendo una peli tonta que me encanta (y eso ya la hace dejar de ser cualquier cosa) y tampoco he leído gran cosa. Pero mira, hoy mientras mi “compañera sentimental” me era infiel con otras de mayor rango que yo, si que he aprendido algo, como fotocopiarme la mano por las dos caras en un mismo folio. Interesante lección la de hoy.

El caso es que acabo de salir del baño canturreando algo así como “…queeeeee horroooor, tener que compraaaaaar el horóscopo en el kiosko de aaaaaalaaaaaaadoooooo…queeeee horrooooooor porculpadeeeeeeeee algún electroduende malvadooooo…”

Y luego me he quedado con una canción que a mi entender, deberían aprenderse todos los creyentes en la raza humana del mundo, como un padrenuestro, ya que dicen que no hay libro de instrucciones para entender a los géneros…creo que por lo menos, ésta letra ayuda para que algunos sepan que no todo es matemático y cuadriculado, y otras recordemos que no tenemos que ser como se supone que tenemos que ser…

Bitch
( versión de Alanis Morissete, letra de Meredith Brooks)

I hate the world today
You're so good to me
I know but I can't change
Tried to tell you
But you look at me like maybe
I'm an angel underneath
Innocent and sweet

Yesterday I cried
Must have been relieved to see
The softer side
I can understand how you'd be so confused
I don't envy you
I'm a little bit of everything
All rolled into one

[Chorus:]
I'm a bitch, I'm a lover
I'm a child, I'm a mother
I'm a sinner, I'm a saint
I do not feel ashamed
I'm your hell, I'm your dream
I'm nothing in between
You know you wouldn't want it any other way

So take me as I am
This may mean
You'll have to be a stronger man
Rest assured that
When I start to make you nervous
And I'm going to extremes
Tomorrow I will change
And today won't mean a thing

[Chorus]
Just when you think, you got me figured out
The season's already changing
I think it's cool, you do what you do
And don't try to save me

[Chorus]
I'm a bitch, I'm a tease
I'm a goddess on my knees
When you hurt, when you suffer
I'm your angel undercover
I've been numb, I'm revived
Can't say I'm not alive You know
I wouldn't want it any other way

lunes, septiembre 18, 2006

Otro domingo casual



Un domingo cualquiera de octubre. Espero a Lola en el café Madrid y como siempre, se retrasa. Sentada en una mesa pequeña de mármol, mi carpeta del trabajo, el móvil y un paquete de Chester sobre la mesa. Un cigarrillo encendido humea en el cenicero de cristal transparente que hay junto a una vela retorcida.

La puerta se abre y alguien entra, se para en el umbral, con el sol a su espalda y echa un vistazo al local. Se dirige a la barra y se sienta en un taburete. Saluda a la camarera y pide una cerveza.

Leo en mi espera, y alargo la mano para coger el cigarro que se consume en el cenicero, doy una calada, mi mirada se cruza con la de la persona que ha entrado hace diez minutos, es un chico larguirucho, moreno y desaliñado, con una sonrisa de medio lado en el rostro. Vuelvo a mi libro, y sonrío.

Cinco minutos después vuelve a sonar la puerta, es Lola, curiosamente se dirige con cara compungida hacia la barra, y pide disculpas de manera teatral al chico desaliñado. Los miro desde mi mesa y sonrío de nuevo, apagando mi cigarrillo. Lola se gira buscando a alguien más, me ve y comienza de nuevo su actuación…le saco la lengua y gesticulo como diciéndole “excusas, excusas…”

“Lo siento, lo siento, lo siento…” dice Lola con su mejor cara de culpable de todo.

“¿Esperabas a esto?” dice el larguirucho con una sonrisa socarrona. “No lo entiendo, no entiendo que alguien pueda esperarte todavía Lola”.

“Estoy acostumbrada, son muchos años. Soy Irene, hola”

“Gabriel, amigo de Lola, aunque no sé si por mucho tiempo…”

Lola se revuelve en su asiento, sigue disculpándose, parlotea sin parar, y hace las presentaciones para pasar de largo por el tema de su retraso, “…fotógrafo, acaba de volver a Madrid, siempre me llama cuando menos tiempo tengo, menos mal que se vuelve a Túnez en un mes…”

Escucho por encima lo que cuenta, mientras Gabriel sonríe pacientemente, en espera de que Lola termine su disertación sobre el desconocido que ha dejado de ser para mí. Diez minutos después Lola se levanta azorada, “…lo siento, lo siento chicos, tengo que irme, el jefe, ya sabéis, no puede vivir sin mi…oye, no os importará pagar el café…el miércoles quedo contigo y el jueves contigo…yo invito…perdón, perdón, perdón…”


Son casi las 12 y la tarde ha pasado volando, desde que Lola nos abandonó a nuestra suerte, me da la impresión de que nos hemos sentido de todo menos abandonados. Gabriel es divertido, habla y escucha, con pasión, con atención, parece beberse la vida, me enseña las fotos que hizo al llegar a Madrid, pregunta, su curiosidad es deliciosa, sus ojos están hechos para ver, para mirar sin perder un detalle, y esta tarde, yo soy el centro de su objetivo. Quiere fotografiarme, “no, por favor…”. Sonríe de nuevo, y acepta mi negativa. “En otra ocasión pues…”. Son las 3 de la mañana, y trabajamos ambos al día siguiente. Dos besos de cortesía y el taxi arranca en dirección desconocida.


Octubre, una mañana cualquiera, me levanto de la cama y la boca me sabe a alpargata…me dirijo al baño a lavarme los dientes y a intentar sacudirme la somnolencia debajo de la ducha…algo que sé que no conseguiré antes del café, o de las 10 de la mañana, según le dé a mi organismo ese día. Por el momento huele a café recién hecho en la cocina, eso es buena señal.

Salgo de la ducha, todavía dormida, me visto, vaqueros y camisa (uniforme “de vestir”, hoy toca ronda de visitas), me pongo la espuma en el pelo y acto seguido (10 pasos hasta el salón) me derrumbo en el sofá.

“Arriba dormilona”, una taza de café se agita delante de mi cara…
“Ñé…” es todo lo que consigo articular.
“ Me voy volando niña, salgo para Barcelona en menos de dos horas…no sé si volveré hoy o mañana…puede que tenga que quedarme más”.
Depositan un beso ligero sobre mi cabeza mojada, un soniquete de llaves y el crujido de la puerta al cerrarse.

Dos horas después, en medio de una reunión reacciono con fastidio, “…soy idiota, no le has dado un beso al marcharse, jodida narcoléptica…y tal vez esta noche duermas sola”. Ya me he jodido el día yo sola. Soy única para eso, nadie es capaz de hundirme un día como yo misma.

Llego a casa a eso de las 9, no tengo ganas de nada, estoy muerta, vuelvo a dejarme caer en el sofá después de una ducha rápida, tampoco consigo sacudirme la melancolía…suenan llaves en la puerta.
Gabriel entra sonriendo, aunque su cara denota el cansancio de un día largo…” hola marmota, que tal día has tenido”, se sienta en un hueco del sofá y me besa en los labios, un beso largo, un beso de hola, te he echado de menos mala mujer…

“Apestas…” le digo sonriendo como la mala mujer que se supone que soy.
“Me voy a la ducha…pero la cena la preparas tú…”, salta por encima del sofá para escapar de la nalgada que mi mano cree que merece, pero no lo consigue.

Cenamos pasta, con tomate natural y mozzarella, un poquito de albahaca, aceite y sal, hablamos sin dejar de mirarnos, y de repente nos entran unas ganas terribles de irnos a la cama. “¿Tienes sueño?” me pregunta mientras su pie acaricia al mío por debajo de la mesa.

“Tengo un sueño terrible…”, le digo, tiempo que me levanto de la mesa y le guío de la mano por el pasillo…” terrible, si…vas a tener que inventarte algo para que no me duerma…”

Seguramente en el patio se oyen nuestras risas, apagadas por el sonido de la música que nos acompaña desde el reproductor de CDs que está a los pies de la cama.


Duende, sé que ya te lo sabes, pero tu vuelta me lo ha recordado, y no quería olvidarlo…bien sabes que los nombres son los originales de aquel cuento improvisado…el resto tal vez venga desdibujado por el tiempo y mi mala cabeza. Va por ti, porque el tuyo se plasme en las cuartillas de la vida.

sábado, septiembre 16, 2006

Qué
















La Bruja Avería y los Electroduendes me cantaban esta mañana:
..”y vuelvo a ver, elefantes rosas alrededor y vuelvo a ver…”
Después un cuarteto de cuerda interpretó a Mozart.
Fumando puros en mini,
sin nicotina suficiente para apagar al bicho que me pica,
sin sabor suficiente para adormecer mis papilas gustativas.

Qué cosas hacen que una mañana llegue a tarde,
qué la tarde a noche,
qué la noche a madrugada,
qué la madrugada a madriguera,
qué la madriguera a hogar.

Se me apagan los humos tóxicos
por hacer volar mis dedos,
Y en un espacio que ni mío es ya
mi madre grita “cierra la puerta que se escapa el gato”…

Me parece que esto que fumo, no van a ser puros.
Que el gato se quiere escapar y yo no lo dejo,
que la gata se sigue buscando detrás del espejo,
que quiere maullar, y salir, y saltar
Y correr, y bailar y no parar nunca
Pero, siempre hay un pero…
Creo que la Bruja Avería debe tener algún filtro.
¡Ánodos, catios y electrones! ¡Que alguien me la busque
y me devuelva mis sinrazones!

Joder que tarde llevo, creo que me voy a vestir, tirar los puritos estos (que ya no me quedan por cierto) y salir a que me dé un poco el aire.

Me da que me he vuelto una mezcla entre Gloria Fuertes y Marilyn Manson…

miércoles, septiembre 13, 2006

Jane y Doe

Llevaba desde la noche anterior pensando que la había oído susurrar.Mientras el autobús la llevaba a sus gestiones de trabajo, el sol brillaba, y ella llevaba una chaqueta y su chal azul. Tenía frío, 25 grados en el exterior.
Al volver a la oficina la realidad la golpeó como un mazazo, Mina se marchaba, harta del puteo constante, decidió ir en busca de prados más verdes. Se alegró por ella, se entristeció por la pérdida de una de sus alegrías diarias.
Jane terminó su jornada y llegó a su casa con un nudo en el estómago, la discusión sorda flotaba en el ambiente. Había ganas de batalla, y ella solo quería dormir.
Tomó una ensalada y se sentó frente al ordenador. Suspiró y comenzó a escribir, sin percatarse de nada, al minuto se había quedado sola en el apartamento. Los dedos volaban sobre el teclado.
¿De que sirve? ¿Para qué? ¿Especial? ¿Por qué? No quiero, no lo quiero, yo no quiero esto, no lo pedí, duele, llévatelo de aquí por favor, una manta, que me cubra entera, no quiero sentirlo, nada, nada.Pensar que nada dura, que todo es efímero, solía tener fé, creer en el momento, pero al final no hay consuelo, no lo hay, solo excusas, que uno se pone para seguir adelante.
Pensó en Mario, en aquella noche, condujo toda la noche para estar con ella unas horas. Deseó haberlo amado, deseó haber podido elegirlo. Deseó volver a sentirse lo primero para él, amándolo. No pudo engañarse, lo quería, no lo amaba. Lo protegía, no lo deseaba. Deseó saber como hubiera sido de haber existido un sentimiento mutuo. Y perdió la fé.
El timbre de la puerta sonó. Se levantó y abrió la puerta. Doe estaba allí. Se apartó y la dejó entrar.
Caminó a lo largo del pasillo hasta la habitación, y se acostó. Doe se sentó a su lado en la cama, y la miró con sus ojos acerados. Ambas se miraron, y Doe fue descendiendo lentamente hasta su boca, la besó largamente en los labios. Jane notó como el frío se apoderaba de ella, congelando sus sentidos, su memoria, sus sentimientos, dejándose llenar por la nada, hasta escuchar el clic final.
Doe se levantó, “te dejaré la radio encendida, te hará compañía”, y una sonrisa gélida llenó su rostro. “Ya estoy aquí, como pediste”.
Jane estaba fría, solo le llegaban algunos ecos de la radio. Cindy Lauper cantaba.
Had to escape
The city was sticky and cruel
Maybe I should have called you first
But I was dying to get to you

I was dreaming while I drove
The long straight road ahead, uh, huh

Could taste your sweet kisses
Your arms open wide
This fever for you is just burning me up inside

I drove all night to get to you
Is that alright

I drove all night
Crept in your room
Woke you from your sleep
To make love to you
Is that alright
I drove all night

What in this world
Keep us from tearing apart

No matter where I go I hear
The beating of your heart

I think about you
When the night is cold and dark

No one can move me
The way that you do
Nothing erases the feeling between me and you

I drove all night to get to you
Is that alright

I drove all night
Crept in your room
Woke you from your sleep
To make love to you

Is that alright
I drove all night

“Espera...” exhaló en un suspiro de su boca, una pequeña chispa había escapado a la era glacial que acababa de comenzar. El recuerdo de aquella noche, de Mario, de sus niñas. “Espera..”
Doe se miraba en el espejo, esperando ver el progresivo cambio de sus ojos, de transparente acero a castaño oscuro. Una vez hubo comprobado que no existía fisura alguna en su disfraz, cogió el chal de Jane y salió a la calle. La vecina la saludó sin advertir que no era Jane.
“Espera…” el susurro quedaba flotando en el aire de la habitación, no había ya oídos que prestasen atención a sus palabras. “Espera...”

domingo, septiembre 10, 2006

Ciencia ficción



El otro día me dio por pensar que los espías supersecretos hoy en día no pueden serlo tanto. Que el cine tiene una imaginación sobrenatural (algo que ya sabía desde hace siglos) porque no hay quien se crea que el robo de información pueda hacerse tan rápida, limpia y sigilosamente como quieren hacernos ver los Bournes y los Misioneros Imposibles.

A ver, llevo toda una semana de papeleos, justificaciones técnicas y económicas de proyectos y elaboración de memorias y planes de actuación y todo ello, obviamente, está informatizado…hasta ahí todo perfecto.
Un hacker cualquiera accede a tu PC y se lo lleva, como quien coge una florecilla de un jardín privado en el que la única protección existente es un cartel que dice “prohibido pisar el césped” o “Propiedad Privada”.
Pero, a la hora de demostrar que esos archivos (robados) pertenecen a quien dices se los has sustraido, para probar en un juicio que alguien a cometido cualquier fechoría ¿Quién le dice al juez que esos archivos no los has elaborado en tu propio PC? Ahí es donde empiezan los problemas, porque, señor hacker, en este bendito país, si no se toca, no se huele y no lleva firma de boli bic del funcionario de turno y sello estampado de empresa o ministerio, sus benditos CDs de última generación no le valen a un leguleyo más que para colgarlos en su ciberhuerto y espantar a los gorriones…


Volví a ver la película La Tapadera (The Firm) y en ese elaborado final en el que Tom y sus secuaces deciden pillar a los malos abogados por facturar de más a sus clientes, y como prueba, roban todos los archivos de facturas y los fotocopian, mientras la Tripplehorn de turno seduce al pobre y más que madurito, pocho, Gene Hackman. Pretenden hacer todo esto, sacar facturas, que por el tamaño de las cajas ocupaban un camión pequeño, fotocopiarlas y devolverlas a su lugar de origen en lo que una mujer hermosa de 30 años y un abuelo de 70 echan un polvo…o lo hace polvo ella a él.

A ver señores, un poquito de seriedad, a la que suscribe le lleva una mañana desgrapar justificantes de pago de la factura enviada, sin contar con que esa factura debe llevar sello, firma y datos fiscales de la entidad que la emite y de los que van a pagarla, datos que hay que comprobar factura por factura… y eso siendo nada más que las facturas que caben en un archivador (de los gordos). Y una vez desgrapados y comprobados, hay que fotocopiarlos, contando con que normalmente cada factura tiene el tamaño de su padre y de su madre que no tiene nada que ver con el que tiene el justificante de pago, que a su vez no tiene ni por asomo parecido con el tamaño del cajetín de fotocopia automática de la bendita fotocopiadora tamaño avión supersónico que tienes en la oficina. Que sí, que mucho botón, mucho grapado automático, mucha bandejita para tamaño de papel…pero a la hora de hacer un A4 y acto seguido un A5 o lo haces a mano o la muy cabrona te espera silbando a Bisbal a que le sobes la tapa y le cambies a mano el siguiente original, eso cuando no te dice que no reconoce el tamaño y que te busques un amanuense que te lo haga en letras góticas…

Así que si en este dichoso mundo hay algún superespía industrial o abogado honradoquetecagasyonohagoesoniborracho que pretenda pillar algun secreto de empresa u otro delito flagrante, que se vaya armando con un buen desgrapador y una fotocopiadora inteligente (esto es, una cojo secretaria administrativa con callos en las manos) y si quieren entretener a alguien para fotocopiar un camión de facturas, que nada de un polvo….que planeen un noviazgo largo, una ruptura, una reconciliación, una petición de mano con reticencia por parte de la novia, una boda gitana de las que duran tres días y un matrimonio con 5 hijos todos ellos problemáticos para mantener entretenido al pardillo al que quieren espiar o meter en el talego. Porque cualquier otro planteamiento, eso, eso si que es pura ciencia ficción, el señor Asimos podría esforzarse al máximo y no encontraría ficción que superase a cualquier realidad de este jodido circo empresarial.

Imagen obtenida de http://personales.upv.es/~jaherval/Imagenes/mortfilemon.jpg

miércoles, septiembre 06, 2006

Empezar una página


Trato de empezar una página.
La borro, la rehago, puedo volar pero…
y vuelvo a borrarla.
Supongo que esta tarde de lluvia me ha puesto el carácter melancólico y dulce.
Puede que después de la ducha caliente me sienta más limpia, por dentro y por fuera.
Sunny Road suena en mi altavoz, y estudio nuevas vias de trabajo, complementarias, para poder tal vez pronto, tal vez más tarde, colocar ese altavoz, estas páginas, y la melancolía dulce, en un pequeño espacio, que sea mío. Seguramente la única planta que pueda poner en él sea un cactus…o un nenúfar permanentemente flotando en una maceta de cristal y agua.

Me ha dado por imaginarme el sitio en el que me gustaría vivir.
Dos son las opciones, y si, soy una clásica urbanita, una pequeña buhardilla con vigas de madera vistas, tragaluz sobre la cama y escuetamente decorada. me gustaría que tuviera una bañera…donde poder estirar mis músculos al final del día. Probablemente lo único que adornase el diminuto espacio serían montones de libros, discos y películas. Algún cenicero, un quemador y velas. Y revueltas, igual que en mi memoria, en un corcho, fotos, postales, recortes (si, en mi habitación ya existe algo así), pendientes largos que suenan al caminar colgados de las chinchetas que sujetan las imágenes de todo lo que quiero.

O tal vez un espacio diáfano, loft que se dice ahora, sin paredes, con amplios ventanales y sin limites a la vista, vale, una puerta en el baño no estaría mal, y si, sigo encontrando mi bañera en él.
El resto de las cosas que pondría en él son las mismas que las de mi buhardilla, con la diferencia de que aquí es más que probable que los colores de muebles, paredes y complementos fueran colores puros, contrastes, blanco, negro, rojo….

Para mi es fácil imaginarlo, tal vez un segundo piso, un altillo con barandillas y escalera metálica, mi dormitorio, un futón o tal vez el contrapunto de una vieja cama de hierro forjado, como en las que dormía en el pueblo, enormes, firmes…y de las que si te caias cuando aún no medías mas de metro veinte te aseguraban un cardenal y el no poder subir sin despertar a tus padres…

Es genial volver a imaginar como sería, a pesar de saber que no podrá ser, por lo menos no ahora, no mañana….

lunes, septiembre 04, 2006

Traigo vino del bueno


Traigo vino del bueno.
Así empezaba realmente el post “Sin más” de hace un par de entradas.
Es lo que tiene la escritura automática, que siempre olvidas que has olvidado algo.
El caso es que al releerlo tuve esa sensación de “aquí hay algo que no cuadra…juraría que había una frase que ahora no está”

Y volviendo a los apuntes que tengo en el PC ha aparecido…con esto me pasa un poco como con mi vida en los últimos dos meses…algo no cuadra, antes tenía algo que ahora no tengo…no sé si bueno o malo, pero noto el agujerito, aquí justo en el centro del estómago.

Tal vez viva la vida igual que escribo, vida automática, según sale, según la siento…puede que el agujerito que me falte sea el exceso de autocontrol adquirido a lo largo de los pasados 5 años. Y la verdad, si es eso lo que no encaja…me parece bien, porque creo que en su momento, lo metí con calzador, y tal vez fuese útil en esa temporada, pero ahora mismo, en que mi vida va hacia delante, no tengo demasiadas ganas de volver a ponerme esos zapatos…

En contra de muchas opiniones, mis viñas han sido cosechadas, la uva pisada hace tiempo y su caldo ha madurado en barrica de roble. Todos los catadores tienen sus preferencias, y toda sugerencia es bien recibida y tenida en cuenta, aunque quien ama realmente el resultado es quien lo ha cuidado desde que solo era un pequeño esqueje.
Y si, es cierto, traigo vino del bueno.

domingo, septiembre 03, 2006

A mi burro


A mi burro, a mi burro, le duelen las pestañas
con tanta juerga a cuestas
no llega hasta mañana…

A mi burro, a mi burro, le duelen los riñones
si no pasa este mes
le corto las cuestiones….

A mi burro, a mi burro, le duele el corazón
el médico le ha dado
jarabe y colocón

No llega hasta mañanaaaa
le corto las cuestioneeees…
jarabe y colocón

A mi burro, a mi burro ya no le duele nada
pueda ser que mi burro
se quede acojonada…

¡Ay va! que no, que rima pero no encaja
¿Cambiaré el último verso?
No lo tengo yo muy claro…¿Qué rima con nada?
Que rime y que vaya con el género “a mi burro”…
Pensemos un final para esta canción…

se quede hasta mañana…
se vuelva a ir de farra…
haga una melonada…


Ná, que no me gusta ninguna, si cantara a mi burra, encajaría todo, pero el caso es que me mola más así…mi burro, mi burro, ha hecho tararí.

Y yo solita “mentiendooooo”, o eso, o es que todavía me duran los vapores etílicos.

sábado, septiembre 02, 2006

La mujer perfecta

Ayer por la tarde me preparé para una noche flamenca, vaqueros viejos, camiseta negra, lisa y lasa y la cara lavada y recién peiná (que ya lo dice la canción…)

El camino al metro desde mi casa es una calle larga, recta y de barrio barrio, así que paro un momento en un chino, hay que comprar un par de cosas para mis anfitriones en ese día. Se debe añadir entonces a mi look casual, una bolsa de plástico fino (sin veneno en la piel) que mostraba a quien quisiera verlo, el resultado de mis gestiones en el lejano oriente.

Y al salir de la tienda el mundo cambió. Un hombre desde un coche blanco saca la cabeza por la ventanilla y deja en el aire un “…ciosaaaaaaaaa!!!”. Mirar a un lado y al otro, nada, todo eran niñas de no más de 3 años, aguerridos deportistas y una abuela que salía de su casa buscando algo en su bolso.

Sigo caminando, un aguerrido deportista tropieza por no mirar por donde va, sus ojos alternaban entre mi mano derecha y casi casi mis ojos. Y continuo mi caminar, pensando en qué momento he olvidado peinarme o he combinado mal mis pendientes y mi pulsera.

En el metro, lleno hasta los topes, tres chicos dicen “aquí tio aquiiii…., con esta, mira….”. Y continúo analizando el capítulo de “The Twilight Zone” en que se ha convertido la tarde, vuelvo a mirarme en el reflejo de la ventanilla del vagón, “Algo llevo, algo llevo…”, mi mirada tropieza con la de un ejecutivo que sorprendentemente me sonríe.

No hay duda, en algún momento entre el ultramarinos y el metro me he convertido en la mujer perfecta. Y entonces caigo en la cuenta.
Es sencillo convertirse en mujer perfecta, basta con unas tetas premenstruales dentro de una simple camiseta y seis latas de cerveza en la mano derecha. Un imán.

viernes, septiembre 01, 2006

Enriquecida

Son las 12,18 del día despues.
Y estoy como un poco asi.
Es un dia especial, hoy ha sido un día como ninguno.
Porque tú lo consigues. Porque tú lo llenas.
Todos el mundo debería sentirse como yo en este momento.
Todo el mundo debería sentarse y escuchar.
Quien sabe observar gana un mundo.
Quien no tiene la capacidad de no ser ombligo la pierde.
Tú seguirás sorprendiéndome, con la esperanza de ser lo mismo para vos.
Vos hermoso por los cuatro costados, vos amor, dolor, pasión, risa, corazón, cabeza, vientre, víscera, indignación, condenación, autenticidad.
Porque no cabe otra cosa en el mundo que ser quien uno es.
Y a tí, solo me queda decirte, que más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Y tú eres diablo, y viejo , y bello, solo deseo continuar enriqueciendo mi vida.
Eh, niño lindo, ¿hace otra cerveza? Paga la vida.